La banda gástrica es otra forma de perder peso dentro de la cirugía bariátrica. Aquí le explicaremos cómo funciona la banda gástrica, cómo se coloca y quiénes pueden usarla.
Cada vez son más personas de todo el mundo las que demandan métodos para bajar de peso cuando la dieta y el ejercicio no son suficientes. La medicina pone a su disposición tratamientos tan variados que de una u otra forma ayudan, aunque hay unos más efectivos que otros.
La banda gástrica es uno de los métodos restrictivos dentro de la cirugía bariátrica. Esta se recomienda para aquellas personas que tienen condiciones médicas (como diabetes o hipotiroidismo, por mencionar algunas) que pueden verse mejoradas al perder peso. Además, también es efectiva en aquellos pacientes en los que su índice de masa corporal (IMC) es igual o mayor a 40 kg/m2 o se sitúa entre 35 y 40 kg/m2.
La banda gástrica se convierte en una excelente opción para los pacientes que desean comenzar a perder peso de una forma no tan invasiva.
Los candidatos a este tipo de operación son los siguientes:
- Se prefiere a aquellos pacientes mayores de 18 años, tanto hombres como mujeres.
- Todos tenemos un peso ideal el cual se deduce entre la altura y el IMC y entonces el paciente debe tener un exceso de al menos 45 kg.
- Los pacientes que han tenido sobrepeso al menos durante cinco años.
- Cuando el paciente ha recurrido a dietas, ejercicios e incluso otros métodos de reducción de peso y estos no han dado los resultados esperados.
- O al revés, cuando el paciente sí ha conseguido bajar de peso, pero durante periodos cortos de tiempo, y sufre el efecto que se denomina rebote.
- Los pacientes que sean obesos, pero no por causa de otras enfermedades.
- Cuando el paciente no bebe alcohol en exceso, pues éste podría deteriorar la banda.
- Compromiso, el cual se refiere a que el paciente está dispuesto a seguir un plan de alimentación supervisado por un nutricionista para garantizar que tendrá un buen estilo de vida incluso cuando se le retire la banda gástrica.

El especialista explicará en la primera consulta cómo funciona la banda gástrica y el modo en que se logra la pérdida de peso deseada.
El último punto es vital para el desarrollo del paciente y, en términos generales, para que el tratamiento dé los resultados esperados. Casi siempre en este tipo de métodos de reducción de peso, cuando se altera la forma del estómago, es preciso que las personas tengan claro que es una medida pasajera, pues no estará mucho tiempo con la banda ajustándole el estómago. Todos estos puntos serán analizados durante la preparación para colocar la banda.
El compromiso se adquiere desde el momento que el médico ha aprobado que usted recurra a la banda gástrica, puesto que, de esa forma, le garantizamos, pero sobre todo a usted mismo, que está dispuesto a cambiar sus métodos alimenticios. Bien, ahora que ya ha conocido quiénes son los candidatos a este tratamiento, debe saber cómo se realiza el procedimiento para la colocación de la banda gástrica para que se forme una idea acerca de en qué consistirá el mismo.
Cómo funciona la banda gástrica
En términos sencillos, lo primero que hace el médico es colocar una banda alrededor del estómago, formando una bolsa pequeña, que en realidad es otro estómago -por llamarlo de alguna forma-. Como el tamaño se reduce, entonces también se reduce la cantidad de comida que ingiere el paciente y la sensación de llenura es más inmediata.
Una vez que el médico la ha colocado, también puede ajustarla, para que ésta quede floja o apretada y así la comida pase lenta o rápidamente hacia el estómago. En resumen, así es como funciona la banda gástrica. Sin embargo, a continuación detallamos más el procedimiento.
El especialista médico le anestesiará. Ésta será general, por lo que estará inconsciente durante la colocación de la banda. El método para colocarla se conoce como cirugía laparascópica, en la que el médico utilizará una cámara pequeña para tener más control del procedimiento.
Para eso, hará de una a cinco incisiones en el abdomen del paciente, las cuales serán tan pequeñas que las cicatrices posteriores serán casi imperceptibles. Mediante esos agujeros, el médico introducirá el laparascopio y todos aquellos instrumentos que utilizará para la realización de la cirugía.

Una vez colocada, la banda gástrica se ajustará para reducir el estómago.
Una vez que se encuentre dentro del estómago, el médico lo dividirá en dos, dejando una parte pequeña en la parte superior, la cual separará del resto por medio de una banda -la cual está hecha de silicón-.
Ésta permitirá que el paciente, al comer, sienta saciedad con poca comida, la cual estará depositada en la parte superior, pero poco a poco irá bajando a la parte inferior del estómago -la que se podría denominar como la principal-.
Todo este procedimiento no implica que en el paciente se coloquen grapas en el estómago, pues solamente se trata de reducirlo; tampoco hay riesgo con las incisiones que se hacen para introducir los aparatos médicos. La duración de la colocación de la banda gástrica se extiende hasta una hora en la mayoría de los casos, a menos que surjan inconvenientes que puedan demorarla más tiempo. Las razones por las que se realiza este procedimiento casi que están relacionadas con las características que debe cumplir el paciente antes ser seleccionado como un candidato ideal a la misma. Sólo haremos énfasis en un punto.
El médico deberá estar muy seguro de que quien vaya a colocarse la banda gástrica no sea dependiente de drogas y alcohol, pues eso a la larga puede ser un detonante mental en el paciente, causándole otras enfermedades o empeorando la situación.
Las expectativas
Para que el paciente no se lleve una decepción, es importante que el médico le aclare que si bien la pérdida de peso es una realidad, ésta no es excesiva en comparación a otros métodos dentro de la cirugía bariátrica. Aquí las claves para que sea efectivo están relacionadas con la dieta y al ejercicio, además del acompañamiento que haga el médico antes, durante y después de la banda gástrica. Y es que uno de los escenarios que pueden darse es que el paciente no pierda el peso suficiente -de hecho, hasta podría darse el caso de un leve aumento-. Para todo esto, se debe estar preparado y ser conocedor de que, si bien puede dar resultado, también habrá inconvenientes con los que habrá que lidiar y revertir.
Si bien la reducción es mínima, sí es bastante real. De hecho, pacientes que presentan cuadros de colesterol alto, asma, hipertensión arterial, apnea del sueño, diabetes tipo 2, entre otras, ven en la pérdida de peso gracias a la banda gástrica un mejoramiento significativo en las enfermedades que hemos expuesto.
En aquellos pacientes donde el peso les había impedido la movilización, también puede actuar de una manera muy positiva la banda. Al reducir unos cuantos kilos, le permite volver a caminar o a realizar actividades que antes eran un poco más complicadas de hacer. Por eso insistimos en que el tratamiento es bueno, pero se necesita compromiso por parte del paciente para que éste dé excelentes resultados.
Una buena alimentación
Así como sucede con el balón intragástrico, el médico siempre le pedirá al paciente que considere la opción de dejar de lado ciertos hábitos que, a la larga, empeoran más la salud. Hay casos en los que las personas son reacias a los cambios porque suponen salir de su zona de confort. Sin embargo, cuando existen casos de sobrepeso u obesidad, el panorama cambia y hay que actuar de inmediato.
Si bien las cirugías se convierten en una buena opción con múltiples beneficios, siempre es bueno que el paciente tome las riendas como punto de partida para que comience a ponerse a prueba y vea que con actitud se pueden hacer grandes cambios. Un punto importante que no hemos detallado es que el paciente también debe aprender a controlar sus emociones. Cuando se es preso de ellas, se vive tan dependientemente de la comida que, en este caso, se consume sin medida y en exceso.

Es imprescindible que el paciente cambie sus hábitos de alimentación para que los resultados de la banda gástrica sean los esperados.
Eso lo que provoca es una obesidad nerviosa. El cuerpo busca la manera de relajarse, por lo que busca formas alternas que le den paz y confort. Y la comida es una de esas opciones. En ese sentido, lo que le podemos recomendar es que debe aprender a manejar sus emociones, que usted las domine y no al revés. Si el hambre es intensa, pruebe con fruta congelada que le ayude a saciar el apetito (o bien consuma agua).
Si aún así persiste la ansiedad, opte por actividades al aire libre que le permitan distraerse y olvidarse de lo que le preocupa; aléjese de los dulces, los chocolates y pasteles, que son los alimentos preferidos cuando los nervios juegan una mala pasada.
Hay personas que ven aumentado su peso debido a puros nervios, lo que complica el panorama, pues deshacerse de ellos está en sus manos. Pero si ni aún así lo logra, ante la decepción del fracaso, sigue comiendo, motivo por el que esto se convierte en un círculo vicioso. Si salir de éste le resulta muy difícil, recurra a la ayuda de expertos que le puedan dar consejos para cambiar su actitud y que le acompañen en el proceso de la banda gástrica.