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La abdominoplastia es una intervención quirúrgica que sirve para alisar el vientre mediante la extracción de grasa, la tensión de la piel y la mejora y endurecimiento del abdomen. Se la conoce también con otros nombres. En el mundo anglosajón se denomina “tummy tuck” y técnicamente también se la conoce como Dermolipectomía Abdominal (es decir, eliminación de la piel y grasa que sobra y cuelga).
Existen distintas formas de abordar el objetivo para conseguir un vientre plano, que pasan desde realizar una abdominoplastia completa hasta una miniabdominoplastia o incluso la liposucción como alternativa.
El paciente deberá comprender los riesgos que supone una abdominoplastia.
Pero el utilizar una u otra técnica dependerá de cómo se encuentre el vientre del paciente. Pues para casos de barrigas con piel colgante y grasas se recomendará la abdominoplastia y en casos de personas con una piel y tono muscular abdominal bien cuidados se podrá utilizar la miniabdominoplastia o la liposucción.
Pero no todo el mundo puede someterse a esta intervención de abdominoplastia, pues deben estar muy sanos y con unas condiciones determinadas para poder ser operados.
Los cirujanos no aconsejarán que se practiquen este procedimiento: quienes tengan mala circulación, padezcan enfermedades del corazón, hígado o pulmones, sean diabéticos, tengan problemas de cicatrización, piensen tener más hijos o planeen seguir perdiendo peso porque aún tengan mucho.
Por su parte, los fumadores deberán dejar el tabaco antes y después de la cirugía, y las personas que tomen medicamentos para evitar la coagulación también dejarán de tomar estos así como mantener una alimentación correcta y equilibrada.
A continuación abordaremos las técnicas relacionadas con la consecución de un vientre firme y plano:
Abdominoplastia
Es un tipo de cirugía que se realiza por un médico cirujano especialista estético en un hospital con anestesia general. Por lo pronto el paciente permanecerá uno o dos días ingresados para que se compruebe que todo ha salido bien y no existe complicación posterior posible.
El cirujano comienza con un corte en la zona alta del pubis, donde se realizan normalmente cicatrices de cesáreas. Mediante esta incisión se despega la piel y la grasa del músculo en dirección a las costillas, se mejora la separación de los músculos del abdomen y se reparan. De esta forma se corrige el abultamiento del vientre. Para finalizar se estira la piel hacia abajo, se elimina el exceso de grasa y se reconstruye el ombligo colocándolo en el nuevo lugar.
El paciente estará en el quirófano unas dos horas y media y un poco más ( 45 minutos) si además se le practica en la misma operación una liposucción.
Después se le coloca un vendaje elástico, que deberá llevar un mes, y unos drenajes (tubos planos que servirán para expulsar al exterior de la herida líquidos como el seroma y restos de sangre). Los mismos se quitarán 24 o 48 horas.
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Miniabdominoplastia
Si el exceso de piel sobrante bajo el ombligo es pequeño será conveniente realizar una miniabdominoplastia.
En casos menos severos de descolgamientos cutáneos del vientre, localizados debajo del ombligo y en la parte superior del abdomen, se puede optar por recurrir a la miniabdominoplastia. La duración de la operación es de 1 a 2 horas.
Esta técnica consiste en una incisión corta, junto a una liposucción abdominal, que sirve para extraer la piel hasta el ombligo, estirándola y quitando el exceso de la misma. Se realiza con anestesia local y sedación y puede emplear un modo ambulatorio, siendo menos dañina que la abdominoplastia.
Aquí la piel se separa únicamente entre el corte y el ombligo, se extirpa la piel sobrante y se cose (suturan).
Liposucción abdomen
La liposucción se utiliza en caso de aumento del volumen del abdomen y cuando la piel no está demasiado descolgada y el tono muscular está bien y presenta una elasticidad correcta.
A partir de los 4 meses el paciente podrá continuar con todas sus actividades.
La liposucción no sólo quita grasa del abdomen, también se emplea para reducirla en otras zonas como espalda, cara o caderas. Nunca se utilizará como alternativa a la pérdida de peso, sino que su uso se restringirá a casos en los que las personas no hayan podido eliminar esa grasa ni con dieta ni con ejercicio.
El paciente será operado en un quirófano de un hospital por un cirujano estético. A veces no requerirá ingreso hospitalario, pero en casos contados y más complicados, podrá permanecer de 2 a 3 días.
La intervención quirúrgica dura de 1 a 2 horas, según el área y cantidad de grasa que se trate. Primero se realiza una pequeña incisión por la que se introduce un tubito que se une a una máquina que succiona la zona. El cirujano mueve ese tubo o cánula a través de la grasa que hay bajo la piel, succionándola y rompiéndola. En algunas ocasiones se tendrá que realizar cortes adicionales para quitar todos los depósitos de grasa.
Esta técnica se puede realizar bajo anestesia local o general, según el caso.
Hay que tener en cuenta además que, junto a la grasa se pierde líquido, siendo preciso realizar una reposición de los mismos por vía intravenosa e incluso una autotransfusión de sangre (con sangre extraída del propio paciente anteriormente).
El resultado de la liposucción es muy bueno porque proporciona un bello contorno corporal con cicatrices muy pequeñas. El paciente deberá llevar una vida equilibrada en cuanto a deporte y alimentación se refiere para mantener este nuevo aspecto y en caso de que volviera a engordar lo haría de forma homogénea.
Lipólisis láser
A la hora de tomar la decisión de realizarse algún procedimiento quirúrgico estético, antes deberemos consultar a un profesional acreditado.
Es la técnica más moderna para eliminar grasa que existe en la actualidad. Esta técnica utiliza los rayos láser para con el calor que producen, elimine la grasa derritiéndola. Algunos médicos creen que en un futuro reemplazará a la abdominoplastia.
En Estados Unidos se está investigando mucho este procedimiento por considerarlo menos invasivo que la abdominoplastia clásica, ya que además tiene el beneficio de producir un nuevo colágeno (la proteína que le da a la piel su textura y tono), según los últimos estudios médicos.
Estas investigaciones se centran en la combinación de la liposucción tradicional con la lipólisis por láser, para lograr una silueta perfecta y firme sin necesidad de cirugía.
Conclusión
El cirujano plástico será la persona que le informe del procedimiento más adecuado a su situación personal y de salud, y el que determinará qué es lo mejor para dejar su vientre plano. Todas estas técnicas son buenas e incluso algunas combinables, como la abdominoplastia y la liposucción. La cuestión es estar sano y reunir las condiciones adecuadas para poder llevarlas a cabo.
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