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Postoperatorio y recuperación del método POSE


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Publicado en Obesidad, Reducción de estómago

Previamente a entrar en detalles acerca del postoperatorio y recuperación del método POSE, es necesario recordar que la cirugía primaria endoluminal de la obesidad (POSE) consiste en la reducción de la capacidad natural del estómago mediante la penetración en el organismo de un endoscopio que se introducirá por vía oral, es decir, a través de la boca y sin necesidad de realizar ningún otro corte en la superficie de la piel.

La técnica que se pone en práctica es la de retracción mediante la realización de unos pliegues artificiales que con el paso del tiempo llegan a suturar de forma natural. Para que el efecto de este tratamiento se prolongue se tocan todas las capas del órgano estomacal por lo que, transcurridos dos meses, la técnica se convierte en irreversible.

Los citados pliegues se colocan en dos zonas en concreto. Por un lado, en el fundus del estómago ya que ésta es la zona responsable del volumen de comida que una persona es capaz de almacenar. Por el otro, el resto de los pliegues se ubican en el antro, la parte distal del cuerpo gástrico. Aquí el objetivo es ralentizar el tránsito de los alimentos.

De esta forma se consigue un doble objetivo: reducir la cantidad de comida que el paciente es capaz de consumir además de incrementar la sensación de saciedad, así que el paciente comerá menos y también se sentirá saciado antes por lo que la pérdida de peso será inevitable.

Una de las claves definitivas para que este tipo de procedimientos cumpla su objetivo con éxito es el firme compromiso y el esfuerzo del paciente para modificar sus hábitos y estilo de vida. Por lo que la contrariedad a seguir un plan de adelgazamiento establecido por el grupo de especialistas es, de hecho, una de las contraindicaciones a la práctica de esta técnica.

Una vez cumplidos los requisitos y llegado el momento de realizar la intervención, el paciente debe estar preparado para seguir los pasos previos estipulados por el especialista. En este sentido, la preparación no difiere mucho del resto de cirugías bariátrica ya que requiere la realización de una prueba de tránsito esofágico, analítica completa, electrocardiograma, radiografía de tórax y completar la historia clínica.

Por su parte, la persona obesa que se va a someter a este tratamientos deberá llevar una dieta líquida a lo largo de los tres días previos al paso por quirófano, además de permanecer en ayunas unas doce horas antes del día.

Postoperatorio y recuperación del método POSE

Si bien el proceso operatorio no durará más de hora y media o dos horas, previa aplicación de anestesia general, las posibles molestias podrán acompañar al paciente a lo largo de un máximo de 24 horas. Durante el postoperatorio del método POSE las posibles dolencias que puede llegar a experimentar el paciente son:

  • Náuseas y vómitos durante las primeras horas tras la intervención
  • Ligeras molestias abdominales
  • Dolor en el cuello debido a la intubación
  • Aparición de esofagitis o faringitis

Una vez practicada la técnica en cuestión, el paciente no tardará mucho en volver a casa y tampoco en retomar su rutinario estilo de vida. Más o menos a las 24 horas del proceso se recibirá el alta así como el permiso por parte del grupo de especialistas para comenzar a iniciarse en sus actividades diarias, aunque este factor va a estar directamente relacionado con las características personales de cada paciente.

Programa dietético recomendado

La clave del éxito de este tipo de técnicas suele estar en el compromiso del paciente para llevar a cabo una serie de recomendaciones dietéticas. En resumen, durante las tres primeras semanas el paciente deberá seguir una dieta líquida a la que irá incorporando alimentos cada vez con más solidez conforme vaya pasando el tiempo y de acuerdo a las instrucciones del grupo de especialistas que lleva su seguimiento.

Se trata de la puesta en práctica de diferentes etapas alimenticias que destacamos a continuación:

Tres primeros días postoperatorio

La calma debe reinar estos días ya que la persona obesa acaba de ver alterada la forma natural de su organismo, en concreto, de su estómago:

  • No consumir nada sólido
  • A la hora de comer hacerlo de forma lenta
  • No tomar bebidas muy calóricas o altas en azúcares
  • No tomar bebidas con gas
  • Tomar de forma constante agua en pequeños sorbos para mantenerse hidratado
  • Caminar alrededor de unos 10 minutos al día una vez que reciba el alta del centro hospitalario

En estos primeros días de recuperación del método POSE, el régimen alimenticio debe componerse de agua, caldos o sopas bajas en grasas (es decir desgrasadas), polos de hielo sin azúcar, zumo de arándanos, pera, manzana o melocotón siempre que no se le añada azúcar.

Del día 3 al 13 postoperatorio

La dieta líquida debe predominar los diez días siguientes con la intención de potenciar una adecuada cicatrización del estómago. Las pautas a seguir son las siguientes:

  • No consumir nada sólido
  • Comer de forma lenta
  • Realizar un total de cinco comidas al día y cada una de ellas con cantidades reducidas
  • Establecer un horario fijo para comer
  • No consumir productos muy calóricos ni altos en azúcares
  • No tomar alimentos ácidos tales como zumo de naranja o limón
  • No tomar bebidas con gas
  • Hidratarse de forma constante bebiendo sorbos de agua
  • Caminar unos 30 o 40 minutos al día

A continuación, facilitamos un modelo de dieta a seguir durante esta etapa:

  • Desayuno. Medio vaso de zumo de pera, manzana, melón, melocotón o sandía
  • Media mañana. Una gelatina sin azúcar o un yogur natural sin azúcar
  • Comida. Un plato de caldo de pollo o pescado o verdura o medio sobre de suplemento alimenticio preparado
  • Media tarde. Una gelatina sin azúcar o un yogurt natural sin azúcar
  • Cena. Un plato de caldo de pollo o pescado o verdura o medio sobre de suplemento alimenticio preparado

Del día 14 al 21 postoperatorio

En este punto del postoperatorio del método POSE, llega el momento de que la dieta comience a coger algo de consistencia. Y es que los líquidos empiezan a cederle el paso de forma gradual al consumo de alimentos triturados. Sin embargo, el paciente debe mantener el seguimiento de las siguientes pautas:

  • Comer despacio
  • Comidas fraccionadas a lo largo del día en un total de cinco tomas
  • No tomar alimento calóricos ni con azúcares
  • No tomar alimentos ácidos
  • No tomar bebidas con gas
  • Hidratarse de forma constante
  • Andar dos o tres veces al día un mínimo de 15 minutos

A continuación, el ejemplo de dieta:

  • Desayuno. Yogur desnatado sin trozos de fruta ni cereales o un vaso de bebida de soja ligera o alrededor de 20 gramos de copos de avena
  • Media mañana. 150 ml de licuado o zumo de fruta
  • Comida. 150 gramos de verdura en forma de puré sin patatas ni harina, 50 gramos de pescado blanco o un huevo cocido
  • Media tarde. Yogur natural desnatado o 200 ml de bebida de soja ligera o una gelatina sin azúcar
  • Cena. 150 gramos de verdura en forma de puré sin patata ni harina o caldo de pollo o pescado o verdura o 50 gramos de pescado blanco o un huevo cocido

Del día 22 al 29 postoperatorio

Comienza la dieta blanda siguiendo las mismas recomendaciones aunque incrementando el tiempo de caminar a una hora. Aquí se empiezan a incorporar alimentos como copos de avena, cereales integrales, biscote integral, fruta blanda enlatada o verdura hervida, al horno o a la plancha, así como la carne blanca blanda o pescado blanco blando.

Segundo mes postoperatorio

Se empiezan a introducir los hidratos de carbono de absorción lenta sobre todo a la hora de comer. Además, se le pide al paciente que incremente su actividad física o bien que camine una hora cinco días a la semana o que comience con la práctica de ejercicio anaeróbico de manera moderada unas tres veces a la semana. En materia de alimentos se incorpora el pavo en lonchas, piezas de fruta sin piel, arroz y pasta integral.

A partir del tercer mes postoperatorio

El organismo, a estas alturas de recuperación del método POSE, ya suele estar sanado por lo que el paciente puede adoptar una dieta mucho más equilibrada con respecto a los nutrientes. Además, se mantiene el ejercicio físico iniciado la etapa anterior. Se incorpora el jamón, dulce o salado, el queso semicurado light, la ensalada verde, la carne roja, el pescado azul y el huevo ya sea cocido o en tortilla.

Mantenimiento a partir de los seis meses

A partir de este momento los esfuerzos del paciente en cuanto a alimentación deben centrarse en mantener el peso perdido por lo que es importante seguir con las pautas anteriormente establecidas. La dieta es ahora mucho más rica en nutrientes:

  • Desayuno. Yogur desnatado sin trozos y 250 ml de bebida de soja ligera o leche desnatada; o 30 gramos de copos de avena o cereales integrales sin azúcar o dos biscotes integrales o un mini bocadillo de pan integral; o dos lonchas de pavo o jamón dulce o salado o queso semicurado light.
  • Media mañana. Una pieza de fruta
  • Comida. 100 gramos de arroz o pasta integral o legumbres y 150 gramos de verduras hervidas o a la plancha; o ensalada verde o gazpacho, o 150 gramos de carne blanca o pescado blanco o carne roja o pescado azul
  • Media tarde. Un yogur natural desnatado o una gelatina sin azúcar, 250 gramos de bebida de soja ligera o leche desnatada y una pieza de fruta.
  • Cena. 150 gramos de verdura hervida o a la plancha o en forma de puré de verduras, o caldo de pollo o pescado o verdura, o ensalada verde, 100 gramos de pescado blando o un huevo cocido o en forma de tortilla.

Aviso: esta página contiene artículos de contenido médico y sanitario pero en ningún momento debe tomarse como guía exclusiva para un problema de salud. Para cualquier duda sobre un problema de salud debe acudir al especialista. BonoMédico no es un consultorio médico.

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