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Una vez realizada la técnica de colocación de este tratamiento para facilitar la pérdida del exceso de peso de la persona que sufre de obesidad, lo más habitual es que el paciente se sienta más cansado de lo normal durante las primeras semanas de postoperatorio y recuperación del bypass gástrico. En este sentido, las recomendaciones de los especialistas apremian al paciente a levantarse lo antes posible y caminar en el entorno de su casa, aunque no podrá realizar actividad física por los menos durante una o dos semanas o hasta que el paciente se sienta bien por completo.
Con respecto al cuidado de la herida, no existen limitaciones a la hora de asearse, aunque hay que prestar especial atención al recubrimiento de esta y no retirarlo para el aseo personal. En concreto, la zona en la que se ha realizado la incisión está cubierta con esparadrapo de micro poro y se recomienda mantenerlo a lo largo de los ocho primeros días tras la práctica de la cirugía.
La excepción requiere la observación por parte del paciente de un aspecto sospechoso como secreción de pus o algún líquido que sale de la herida. Por lo demás, el recubrimiento solo debe retirarse tras el aseo diario para secar y aplicar el medicamento prescrito por el especialista. Los problemas más generalizados que se puede encontrar el paciente tras la realización de una cirugía son los siguientes:
- Estreñimiento causado por el consumo de medicamentos analgésicos.
- Coloración violácea en la zona de alrededor de la herida. Ante esta aparición se recomienda aplicar hielo durante tres días.
- Temperatura corporal por encima de los 38 grados.
- Náuseas continuas o diarrea.
- Enrojecimiento, calor o aumento del dolor en la herida, mal olor o drenaje de pus.
En cualquier caso, el paciente deberá seguir determinados controles postoperatorios para analizar su evolución. En concreto, el primero de ellos se debe solicitar al especialista una vez transcurridos unos siete o diez días desde que se realizó la cirugía.
Pautas de alimentación tras el bypass gástrico
Con la finalidad de evitar durante el postoperatorio y recuperación del bypass gástrico la posible aparición de determinadas molestias así como de proteger la integridad del saco gástrico grapado se recomienda el fiel seguimiento del plan nutricional establecido por el dietista del paciente.
Dicho programa estará integrado por cuatro etapas que conseguirán reiniciar de forma paulatina el órgano estomacal dirigiéndolo hacia el consumo de alimentos sólidos. Cada etapa, con independencia de su contenido alimenticio, está diseñada para asegurar los máximos niveles nutricionales del paciente.
Primera etapa
A lo largo del período de tiempo en el que se establezca el seguimiento de esta etapa primará la dieta líquida. Su duración será de dos días.
Segunda etapa
La dieta líquida empezará a tener más consistencia, ya que se incluyen alimentos tales como la gelatina, licuados de verdura con pollo o pescado.
Tercera etapa
El día número 13 del postoperatorio comienza la dieta blanda, compuesta en su mayoría por purés. Tendrá una duración de 15 días. Las cantidades serán pequeñas y fraccionadas, aunque de forma gradual y con el paso del tiempo llegarán a ser normales.
Cuarta etapa
Ya ha pasado un mes desde que el paciente se sometió al tratamiento de bypass gástrico. El cambio de dieta pasa a normal teniendo en cuenta la progresión desde la etapa anterior y la reacción del organismo a este cambio alimenticio. Los efectos secundarios son muy variables de un paciente a otro.
Por otro lado, al llegar a esta etapa, es decir, durante el período correspondiente al primer mes, existen una serie de alimentos prohibidos:
- Frutas con cáscara como manzanas, pera y uvas.
- Carnes rojas.
- Pan con levadura.
- Bebidas gaseosas.
Otros consejos relacionados
Todas estas instrucciones acerca del postoperatorio y recuperación del bypass gástrico están orientadas hacia un objetivo claro: la reeducación de los hábitos alimenticios del paciente. Para asegurarse de que el proceso se está llevando a cabo de forma satisfactoria, la persona que se acaba de someter a un tratamiento de bypass también debe poner en práctica los siguientes consejos:
- Comer y beber muy lentamente.
- Comer despacio, masticar bien e ingerir pequeños bocados.
- Abandonar el plato en el momento en el que se sienta lleno o sienta náuseas.
- Comer en orden, es decir, primero las proteínas y después las harinas.
- No realizar ayunos muy prolongados.
- Queda prohibido el consumo de alcohol a lo largo del primer mes.
- Evitar, en la medida de lo posible, los azúcares normales, ya que pueden inducir a la aparición de mareos, taquicardia o sudoración. En su defecto, endulce con edulcorantes.
- Evite el consumo de grasas, ya que le producirán diarrea.
Asimismo, el especialista le recomendará el consumo de una serie de suplementos alimenticios requeridos para cubrir las necesidades nutricionales del paciente tras la realización de la cirugía de bypass gástrico. Al respecto, transcurrido el primer mes postoperatorio, se iniciará el consumo de vitamina B12, ya que no se llega a absorber tras la aplicación del bypass. Ácido fólico para prevenir la anemia y un multivitamínico de por vida.
El adecuado seguimiento de un régimen alimenticio sano y equilibrado tras la colocación del bypass gástrico facilita la tolerancia de los alimentos consumidos, ya que el especialista está potenciando la implantación de hábitos saludables que se puedan, además, mantener a largo plazo.
En concreto, como hemos señalado, la dieta que se corresponde con el primer mes postoperatorio se conoce también como régimen progresivo y tiene como finalidad facilitar las funciones de digestión y motilidad de forma paulatina al nuevo órgano estomacal resultante de la colocación del bypass gástrico. Se trata de una lenta incorporación de alimentos de diferentes texturas y en diversas fases de alimentación, cada una -como hemos señalado con anterioridad- con distintos tiempos de duración.
Se añadirán alimentos de forma gradual, empezando por las consistencias más líquidas hasta incorporar las más sólidas. Y es que, si bien a lo largo de las primeras etapas se potencia una correcta hidratación así como la reposición de electrolitos, proteínas, vitaminas y minerales, llegados a la última el paciente podrá comer de todo perdiendo peso de forma saludable a costa de la masa grasa y manteniendo la muscular.
Hacer dieta puede ser algo relativamente sencillo. Sin embargo, reeducarnos en materia alimenticia no lo es tanto. Es por este motivo por el que resulta imprescindible un correcto seguimiento por parte del dietista y nutricionista a lo largo de los dos primeros años de postoperatorio y recuperación del bypass gástrico. La alimentación debe ser variada y equilibrada, ya que debe cubrir las necesidades calóricas y nutricionales dependiendo de la edad, sexo o actividad física de la persona obesa.
En concreto, la dieta del paciente sometido a bypass gástrico suele ser muy parecida a la de cualquier otra persona, ya que se establece la realización de un total de cinco comidas al día y seguir las pautas recomendadas por la pirámide alimenticia. El equilibrio calórico-nutricional es de vital importancia a lo largo de todo el día, por lo que los ejemplos pueden versar en torno a la dieta mediterránea.
Retomar la actividad física
Si bien el paciente puede moverse justo tras la cirugía, al tercer día saldrá por su propio pie del hospital. En este sentido, podrá caminar y deberá deambular por casa así como subir y bajar escaleras con precaución. Transcurrida una semana desde que se practicó la técnica de bypass gástrico, el paciente deberá iniciar una rutina de ejercicio en la que incorpore un paseo de unos 30 minutos al día con el objetivo de potenciar el correcto funcionamiento de la circulación.
Tres semanas después de la cirugía, el paciente ya podrá retomar por completo la actividad física, es decir, podrá, por ejemplo:
- Caminar.
- Ir al gimnasio.
- Realizar ejercicios aeróbicos.
- Andar con bicicleta.
- Jugar al tenis.
Por otro lado, la incorporación laboral podrá producirse a la semana del tratamiento en el caso de que esta no requiera una fuerte actividad física.
El paciente deberá tener en cuenta en todo momento que la realización diaria de actividad física facilitará la pérdida de ese exceso de peso corporal al tiempo que potenciará el fortalecimiento de los músculos. El objetivo final, en este sentido, es buscar unos sanos hábitos de vida para la persona obesa, ya que no se trata de reducir en el menor tiempo posible esos kilos que le impiden disfrutar de una óptima calidad de vida sino más bien de reeducarlo para mantener esa reducción de volumen corporal.
Y esto solo es posible aprendiendo a comer bajo el seguimiento de una dieta sana y equilibrada y la práctica rutinaria de ejercicio físico en lo que dura el postoperatorio y recuperación del bypass gástrico.