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Cirugías contra la obesidad


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Publicado en Obesidad, Reducción de estómago

Existen muchos métodos para perder peso mediante cirugías contra la obesidad, pero en este artículo nos centraremos en aquellos que se realizan con la reducción de estómago. En este campo en concreto, bajo la denominación de cirugía bariátrica, se engloban todas las técnicas quirúrgicas que van encaminadas a reducir el tamaño del estómago o cambiar la forma en la que el estómago e intestino manejan el alimento que se consume.

Con ello la persona bajará muy rápidamente de peso, pero deberá seguir unas pautas alimenticias y de ejercicios físicos después de la operación para no volver a ganar peso rápidamente, así como un control médico durante toda su vida. Después de la cirugía el paciente tendrá un estómago más pequeño, se sentirá más pronto lleno al comer y el alimento irá a algunas partes del estómago e intestino delgado que lo absorberán, haciendo así que se consuman menos calorías.

La técnica

Tras ponerle anestesia general, el paciente será intervenido en dos partes.

  • La primera consistirá en disminuir el tamaño del estómago. Para ello, el cirujano lo grapará y dividirá en una sección superior pequeña y una sección inferior grande. La sección superior, también llamada bolsa, es hacia donde se dirigirán los alimentos que el paciente tome. Esa bolsa será de un tamaño muy pequeño, como el de una nuez, y almacenará por lo tanto muy poca cantidad de alimento. Debido a esto, la persona perderá peso al comer menos.
  • La segunda parte es la derivación -bypass-. El cirujano pondrá en contacto una parte pequeña del intestino delgado -yeyuno- con un pequeño agujero en la bolsa. La comida irá desde la bolsa hasta esta nueva apertura hacia el intestino delgado. Esto producirá que se absorban menos calorías.

Este tipo de cirugía se puede abordar de dos maneras:

  • Con cirugía abierta, es decir, el cirujano realiza un gran corte para abrir el abdomen y trabaja en el estómago, intestino delgado y demás órganos.
  • El cirujano utiliza una pequeña cámara, denominada laparoscopio, que le permite ver el interior del estómago del paciente gracias a que realiza cuatro cortes pequeños por los que además de la cámara introduce el material quirúrgico para operar. La cámara estará conectada a una pantalla de vídeo en el quirófano.
Este tipo de técnicas se usan cuando la persona tiene mucho sobrepeso y ya lo ha intentado todo para perder kilos

Este tipo de técnicas se usan cuando la persona tiene mucho sobrepeso y ya lo ha intentado todo para perder kilos

La cirugía con laparoscopia permite al paciente afrontar una cirugía con menos dolor, una hospitalización más corta, recuperación más rápida, cicatrices más pequeñas y menos riesgo de sufrir una hernia o infección. Este tipo de cirugía puede durar de dos a cuatro horas.

Motivo para realizar esta operación

Estas técnicas quirúrgicas para perder peso se emplean si la persona es muy obesa y ya lo ha probado todo para dejar de serlo sin éxito.

Los médicos suelen utilizar el índice de masa corporal (IMC) y afecciones como la diabetes tipo 2 y la hipertensión arterial para establecer a qué pacientes les ayudaría más este procedimiento.

La cirugía bariátrica no es una solución milagrosa contra la obesidad puesto que deber ir acompañada de una concienciación del paciente para cambiar sus hábitos de vida y alimenticios y mantener su nuevo peso. Si la persona sigue todas las recomendaciones de su médico no tendrá complicaciones añadidas.

Candidatos para cirugía de reducción de estómago

Esta técnica se recomienda a personas, hombres o mujeres, de entre 18 y 50 años -el aspecto de edad se puede abrir si existe un riesgo alto para la salud de la persona que se tenga que operar y no esté dentro de estos parámetros- que tengan:

  • Un Índice de Masa Corporal (IMC) de 40 o más. Esto significa que le sobran 45 kg de peso para conseguir su peso ideal.
  • Un IMC de 35 o más y una afección médica grave que puede mejorar con la pérdida de peso. Algunas de estas enfermedades son: apnea del sueño, diabetes tipo 2 y cardiopatía.

Riesgos

La cirugía para reducir el estómago está considerada como muy peligrosa y con muchos riesgos, siendo alguno de ellos incluso la muerte. Por ello, el paciente deberá ser informado de forma pormenorizada de todos estos inconvenientes.

Entre los riesgos relacionados con la anestesia están:

  • Reacciones alérgicas a los fármacos.
  • Sangrado.
  • Coágulo de sangre.
  • Infección.
  • Problemas respiratorios.

Entre los riesgos propios de la cirugía en sí misma están:

  • La cicatrización que produzca futuros bloqueos en los intestinos.
  • Lesión en intestinos, estómago u otros órganos.
  • Gastritis.
  • Acidez.
  • Úlceras estomacales.
  • Vómitos por comer demasiado.
  • Mala nutrición.
  • Filtración de la línea en la que las partes del estómago se han unido con grapas.

Antes del procedimiento

El cirujano o médico de cabecera le pedirá exámenes de sangre, ecografía de la vesícula, otros análisis para garantizar que tiene suficiente salud para afrontar esta cirugía y un historial clínico completo. También le aconsejará que vaya a un especialista que le asesore sobre nutrición y le dará toda la información necesaria para poder comprender los riesgos y detalles de la cirugía que se le vaya a practicar. El paciente debe estar emocionalmente preparado para someterse a esta operación.

Si se es fumador, hay que dejar el tabaco semanas antes y no volver a fumar nunca

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Los fumadores que se vayan a operar deberán dejar el tabaco varias semanas antes y no volver a fumar más tras la reducción de estómago, puesto que esto hace que la recuperación se torne más lenta y que aparezcan más problemas.

Está totalmente desaconsejado practicarle esta cirugía a una embarazada.

Por otro lado, el médico dirá que medicinas, vitaminas o hierbas y otros suplementos debe dejar de tomar, así como todas aquellas medicinas que dificulten la formación de coágulos de sangre. El médico le dirá cuándo deberá dejar de comer y beber y que las medicinas que se tome se acompañen con sorbos de agua.

Después de la cirugía

Generalmente, casi todos los pacientes se quedan hospitalizados de 1 a 4 días después de la operación. En el hospital o centro hospitalario le pedirán a la persona que se siente en el borde de la cama e intente caminar el mismo día en que es operada. Puede que se le deje un catéter -sonda- que vaya desde la nariz hasta el estómago durante uno o dos días. Con ella se drenarán líquidos del intestino. Además, también podrá llevar una sonda vesical para deshacerse de la orina.

Por otra parte, podrá tener un tubo conectado a la zona más grande del estómago donde se realizó la derivación para que se drenen los líquidos por el costado.

En lo referente a comidas después de la cirugía de reducción de estómago, no podrá alimentarse los primeros días -de uno a tres-. Posteriormente, podrá tomar líquidos y alimentos blandos -puré-.

El paciente llevará medias especiales en las piernas para prevenir la formación de coágulos de sangre. En este sentido, se le dará medicina -mediante inyecciones- para prevenir también estos coágulos.

Para luchar contra el dolor podrá tomar analgésicos en pastillas o por vía intravenosa. El médico le dará el alta cuando el paciente pueda comer alimentos líquidos o en puré sin vomitar, pueda moverse poco a poco sin sentir mucho dolor y no necesite analgésicos ni por vía intravenosa ni administrados por medio de inyecciones. 

El paciente deberá seguir las instrucciones que le facilite su médico sobre las precauciones que debe seguir una vez que vuelva a casa.

Resultados

Gran parte de las personas que se someten a esta cirugía pierden entre 5 y 10 kg al mes durante el primer año. Después esta pérdida de peso disminuye con el tiempo. Como el paciente cambiará sus hábitos de alimentación y hará más ejercicio, podrá seguir perdiendo peso. La persona operada conseguirá perder hasta la mitad del peso que le sobra durante los primeros dos años de la cirugía. Si continua después de la operación con dieta líquida o blanda, la pérdida de peso será mayor.

barriga delgada

El éxito de la operación de estómago dependerá de la técnica elegida y del criterio del profesional médico

Pero además, hay otros beneficios de la reducción de estómago, entre ellos, que la pérdida de peso hará que el paciente mejore de enfermedades como:

  • Asma.
  • Enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE).
  • Apnea obstructiva del sueño.
  • Hipertensión arterial.
  • Colesterol alto.
  • Diabetes de tipo 2.

La pérdida de peso hará que la vida del paciente mejore mucho, pues esta persona se moverá con mayor facilidad y podrá realizar sus actividades cotidianas de forma más rápida.
Por otro lado, el paciente puede sufrir durante de 3 a 6 meses de:

  • Dolores en el cuerpo.
  • Piel seca.
  • Cansancio y frío.
  • Pérdida y debilitamiento del cabello.

Se trata de problemas que desaparecerán a medida que el cuerpo se acostumbre a la pérdida de peso y se consiga estabilizar el mismo. El médico realizará controles para comprobar que el paciente operado recibe la nutrición y vitaminas necesarias para recuperarse adecuadamente. El peso se irá estabilizando después de 12 a 18 meses.

Además, el paciente deberá estar atento para llamar a su médico si:

  • Tiene fiebre de 38º.
  • Dolores que no cesan con analgésicos.
  • Vomita después de comer.
  • Tiene dolor o sangrado alrededor de la incisión.
  • La supuración que viene de la incisión o de su alrededor no disminuye después de 3 a 5 días o aumenta.
  • Presenta fiebre de más de 37,7º durante más de 4 horas.
  • Tiene problemas para respirar.
  • Tose o no puede beber ni comer.
  • Tiene diarrea o la piel y la zona blanca -esclerótica- de los ojos amarilla.

El éxito de este tipo de intervenciones quirúrgicas pasará por la elección de la técnica más adecuada y por el asesoramiento de un buen profesional especializado en temas digestivos y con experiencia en acometer esta clase de intervenciones tan complicadas como son las cirugías contra la obesidad.


Aviso: esta página contiene artículos de contenido médico y sanitario pero en ningún momento debe tomarse como guía exclusiva para un problema de salud. Para cualquier duda sobre un problema de salud debe acudir al especialista. BonoMédico no es un consultorio médico.

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