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Reducción de estómago


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Publicado en Obesidad, Reducción de estómago

En la sociedad actual, debido a la comida rápida y al sedentarismo, se ha incrementado el número de personas con obesidad y sobrepeso, por lo que la intervención de reducción de estómago es cada vez más solicitada. Hay casos en los que para estas personas estos kilos de más suponen un grave riesgo para su salud. Por ello, se plantean formas de disminuir el peso. Muchas veces con dieta y ejercicio no es suficiente y se tienen que emplear otros métodos mucho más drásticos como someterse a un tipo de cirugía que les pueda ayudar.

La operación de reducción de estómago es una de ellas y se realiza para disminuir el tamaño de este y del intestino bajo de tal forma que se consuman menos alimentos.
Tras la cirugía, el estómago quedará de menor tamaño y el paciente podrá sentirse más lleno al comer menos. De ese modo, el cuerpo obtendrá las calorías necesarias para poder vivir y no ganará kilos al comer.

Cómo es la cirugía

Este tipo de cirugía es conocida por muchos nombres, tales como cirugía bariátrica -derivación gástrica-, cirugía para bajar de peso o cirugía de obesidad entre otros.
El paciente primero se someterá a anestesia general antes de la operación. De esta forma, quedará dormido y no sufrirá ningún tipo de dolor.

Existen dos formas de abordar esta cirugía cuyo fin es que se tomen menos calorías:

  • Una primera forma hace que el estómago quede de menor tamaño que antes. En ese caso, el cirujano grapa este órgano y los divide en una sección superior pequeña y una sección inferior más grande. En la sección superior, denominada bolsa, estarán los alimentos que el paciente consume. Esta bolsa tendrá el tamaño de una nuez aproximadamente, por lo que se almacenará poca cantidad de alimento. Así, la persona comerá menos y reducirá su peso.
  • La segunda forma es la derivación -bypass-. En esta ocasión, lo que hará el cirujano es conectar una parte pequeña al intestino delgado con un pequeño agujero en la bolsa. Esto producirá que el alimento que el paciente ingiera vaya desde la bolsa a través de esta nueva abertura hasta el intestino delgado. El resultado será que el cuerpo absorba menos calorías gracias a esta acción.
Una doctora durante una operación

El bypass gástrico se puede realizar por laparoscopia o cirugía abierta.

Esta derivación gástrica hay dos modos de realizarla: con cirugía abierta y con laparoscopio.

  • En el primer caso, esto es, con cirugía abierta, el médico cirujano hará una incisión quirúrgica grande para abrir el abdomen. La derivación la realizará sobre el estómago, intestino delgado y otros órganos.
  • En el segundo caso, laparoscopia, el cirujano trabajará dentro del abdomen gracias a la utilización de una cámara. En esta cirugía se realizarán de cuatro a seis pequeños cortes en el abdomen y se insertarán por ellos el laparoscopio y los instrumentos necesarios para realizar esta cirugía. Dicha cámara irá conectada a una pantalla de vídeo que estará en el quirófano. De este modo, el cirujano podrá operar mucho mejor gracias a que verá el interior del abdomen mientras trabaja.

Las diferencias que existen entre laparoscopia y cirugía abierta son fundamentalmente las siguientes: menos dolor, hospitalización menor y recuperación más rápida, unas cicatrices que curan antes gracias a su pequeño tamaño y menos riesgo de tener una hernia o sufrir infección.

Preoperatorio

El cirujano le solicitará al paciente que se haga todos los análisis pertinentes antes de someterse a esta cirugía bariátrica para reducir el estómago. Dichos análisis son:

  • Analítica de sangre completa con ecografía de la vesícula
  • Otros análisis que garanticen que el paciente tiene suficiente salud como para afrontar esta cirugía.
  • Examen físico completo.

Por otro lado, el cirujano deberá conocer si el paciente sufre de otras enfermedades tales como diabetes, hipertensión o alguna cardiopatía o problemas de pulmones. Si es así, será necesario que estas dolencias se encuentren bajo control. Además, el paciente deberá recibir asesoramiento nutricional para después de la operación y se le deberá explicar con todo tipo de detalles cómo se realizará la cirugía, los problemas que pueden surgir antes y después y los riesgos a los que se someterá. Por último, señalar que la persona que se opere deberá está bien emocionalmente para poder hacer frente a esta cirugía y a los grandes cambios que deberá introducir en su estilo de vida para que pueda dar resultado y perder el peso que le garantice una buena salud.
Si el paciente es fumador, deberá dejar el tabaco semanas antes de la operación, ya que fumar ralentiza la recuperación e incrementa la posible aparición de problemas. Por esto, deberá decírselo a su médico para que, si necesita ayuda para dejar de fumar, le pueda ofrecer opciones para ello.

Otras cuestiones que el médico debe conocer son: si está embarazada -en el caso de que sea mujer- y qué medicinas, vitaminas, hierbas o suplementos está tomando –incluso medicinas sin recetas-.

La semana antes de la operación se le puede pedir que deje de tomar aquellos medicamentos que puedan dificultar la formación de coágulos de sangre.
El paciente deberá saber qué medicinas puede tomar el día de la operación. Será bueno además que tenga su casa y cuestiones personales en orden para cuando termine la operación.

Postoperatorio

Después de esta complicada y delicada operación, la mayoría de la gente debe quedarse en el hospital de 1 a 4 días.
Mientras permanezca ingresado, se le pedirá al paciente que se siente en el borde de la cama y que camine un poco el mismo día en el que es operado.
Puede que se le ponga un catéter -sonda- que vaya desde la nariz hasta el estómago durante uno o dos días para que le ayude a drenar líquidos del intestino. También puede llevar una sonda vesical para expulsar la orina.

Después de la cirugía, el paciente permanecerá ingresado varios días en el hospital

Después de la cirugía, el paciente permanecerá ingresado varios días en el hospital

Durante los primeros días -de uno a tres- no podrá comer, pero podrá tomar líquidos y después alimentos blandos en forma de puré.
Por otro lado, el paciente podrá tener que llevar un tubo conectado a la parte más grande de su estómago donde se hizo la derivación, que saldrá por un costado y drenará los líquidos.
El paciente tendrá que llevar además unas medias especiales para que no se le formen coágulos de sangre y se le inyectará medicación también para prevenirlos.
Para poder sobrellevar el dolor, tomará analgésicos o los recibirá por vía intravenosa mediante el catéter que va por dentro de la vena.

El paciente será dado de alta cuando:

  • Pueda tomar líquidos o puré sin vomitar.
  • Pueda cambiar de sitio sin sentir mucho dolor.
  • No precise de analgésicos a través de una vía intravenosa o administrados por inyecciones.

Medidas que el paciente deberá seguir en su casa

Cuando el paciente regrese a su casa, durante los primeros 3 a 6 meses puede que:

  • Se sienta cansado y frío.
  • Tenga dolores en el cuerpo.
  • La piel seca.
  • Pérdida o debilitamiento del cabello.
  • Cambios en el estado de ánimo.

Esto se debe a que el cuerpo se está acostumbrando a la pérdida de peso y se tiene que estabilizar. Como perderá mucho peso en poco tiempo, el paciente deberá tomar alimentos nutritivos y vitaminas para recuperarse.

Transcurridos de 12 a 18 meses la pérdida de peso será menor.

Alimentación

Es muy importante cuidar la dieta después de la operación de reducción de estómago. El paciente seguirá tomando alimentos líquidos o puré durante 2 o 3 semanas después de la cirugía contra la obesidad. Poco a poco introducirá alimentos suaves -y luego alimento regular- que el médico le indique. Deberá tomar poca cantidad de alimento y masticarlo lentamente y muchas veces.

zumos

Durante las primeras semanas tras la reducción de estómago, el paciente solo podrá ingerir líquidos y comida en puré

Deberá tomar líquidos media hora después de comer algún alimento. Beberá de forma lenta y sorbiendo el líquido, no tragándolo. Puede que el médico le aconseje utilizar una pajita para que al beber no trague aire. Además, el médico le indicará qué comer y qué no comer.

Actividad

Descansar después de la operación ayudará a la persona a recuperarse más rápidamente. Pasada la primera semana deberá caminar, dar una vuelta por casa o utilizar las escaleras. En caso de que experimente dolor deberá suspender la actividad.

El paciente que ha sido operado por laparoscopia deberá poder realizar la mayoría de las actividades de 2 a 4 semanas. En caso de cirugía abierta la recuperación tardará hasta 12 semanas.
No se aconseja que el paciente levante peso de entre 4 y 7 kg hasta que diga su médico. Tampoco que realice actividad en la que tenga que empujar. En general, no deberá hacer ningún esfuerzo.
Sí podrá realizar cortas caminatas, subir y bajar escaleras o levantarse y moverse de un lado a otro si está teniendo algo de dolor en el abdomen.
La casa del paciente deberá estar adaptada con medidas de seguridad que eviten caídas en el baño u otros sitios.

El médico también podrá aconsejar que el paciente comience un programa de ejercicios pasadas de 2 a 4 semanas después de la cirugía. El realizar actividades físicas deberá ser de forma moderada para evitar las lesiones. Con caminar de 4 a 10 minutos diarios al principio bastará. Podrá aumentar el tiempo de estas caminatas hasta 15 minutos dos veces al día.

Cuidado de la herida

El paciente, si lo indica su médico, podrá cambiar el apósito -vendaje- todos los días, sobre todo si se ensucia o moja.
Se le recomendará que no utilice ropa muy ajustada para que no le duela la incisión mientras está sana.

Si hay suturas o grapas, estas se retirarán de 7 a 10 días después de la cirugía bariátrica. Algunas suturas se pueden disolver solas. El médico indicará al paciente qué tipo de sutura tiene.

El paciente no deberá ducharse hasta la cita de control médica tras la operación. Cuando ya pueda bañarse, no deberá frotar la incisión ni tampoco que ningún chorro de agua le golpee.

No se recomienda que se bañe en piscina, jacuzzi o bañera hasta que el médico así lo indique.

Para terminar, deberá presionar con la almohada la incisión cuando tosa o estornude.

Medicamentos

El médico le indicará qué debe tomar al volver a casa. Puede que necesite algún anticoagulante durante dos o más semanas. El doctor le indicará cómo aplicarse las inyecciones subcutáneas con esta sustancia.
Puede que también necesite tomar un medicamento para prevenir cálculos biliares.
También tendrá que tomar ciertas vitaminas como la vitamina B12 y la vitamina D.
No deberá tomar fármacos que puedan dañar el revestimiento del estómago o incluso producir úlceras. En estos casos, antes deberá consultar con el médico.

Revisiones

El paciente visitará a su cirujano y a otros médicos para mejorar su cambio de estilo de vida.
Será habitual que el paciente visite a su cirujano varias veces durante el primer año después de la operación.
También visitará a un nutricionista para que le enseñe a comer de forma correcta con el estómago más pequeño y aprenderá qué alimentos y bebidas puede tomar tras la operación.
De otra parte, un psicólogo podrá ayudarle a que siga las pautas de ejercicio y alimentación y a hacerle frente a todas las preocupaciones que pueda tener después de la cirugía.
Para terminar, el paciente tendrá que hacerse análisis de sangre durante toda su vida para constatar que su cuerpo tiene suficientes vitaminas y minerales después de operarse.

médico

La persona seguirá visitando a su cirujano y a otros especialistas para que le ayuden a modificar su estilo de vida

Cuándo acudir al médico

El paciente deberá acudir al médico si tiene fiebre de 38ºC, está rojo, con dolor, caliente al tacto, hinchado o le sangra la incisión. Si la herida está más grande o profunda y tiene aspecto seco y oscuro. También si la herida le supura y pasado de 3 a 5 días continúa así e incluso más. Si dicha supuración presenta color marrón, amarillo o tiene mal olor -pus-. Si el paciente tiene dolor que no se alivia con analgésico, le cuesta respirar o la tos no desaparece. En caso de que no pueda beber, la piel o la esclerótica de los ojos esté amarilla y si hace heces sueltas con diarrea o vomita después de comer también deberá acudir a urgencias médicas.

Riesgos

Esta operación, la derivación gástrica, es un tipo de cirugía que conlleva muchos y graves riesgos. Por esto, el paciente deberá hablar sobre todo ello con su cirujano, que será la persona que mejor sepa aconsejarle.

Los riesgos de la cirugía de reducción de estómago y de la anestesia que puede sufrir son:

  • Problemas respiratorios.
  • Reacciones alérgicas a las medicinas.
  • Sangrados.
  • Coágulos de sangre.
  • Infección.

En cuanto a los riesgos de la cirugía de obesidad, estos incluyen:

  • Mala nutrición.
  • Herida en el estómago, intestinos u otros órganos durante la operación.
  • Gastritis.
  • Acidez o úlceras estomacales.
  • Cicatrización dentro del abdomen que puede provocar un bloqueo de los intestinos en el futuro.
  • Vómitos por comer más de lo que la bolsa del estómago puede albergar.

Candidatos para esta operación

Esta cirugía para perder peso está indicada en personas obesas que no han conseguido adelgazar ni con dieta ni con ejercicio, persona para las que los beneficios de una reducción de estómago son múltiples.
Los médicos determinan quiénes deberán someterse a este tipo de operaciones teniendo en cuenta el índice de masa corporal del paciente y las enfermedades que padezca -como pueden ser hipertensión o diabetes tipo 2-.

Esta operación no debe utilizarse como solución rápida contra la obesidad, pues su fin es cambiar el estilo de vida del paciente. Tras ella, este deberá comer de forma equilibrada y realizar ejercicios de manera regular para que la cirugía que se le aplique dé buenos resultados. Los candidatos para esta operación tienen que tener:

  • Un índice de masa corporal (IMC) de 40 o más. Esto significa que tiene más de 45 kilos de peso por encima del recomendado.
  • Un índice de masa corporal (IMC) de 35 que produzca una afección médica grave y que pueda mejorar perdiendo peso, como puede ser la apnea de sueño, diabetes de tipo 2 o problemas del corazón.
Cuando el exceso de peso es un problema para la salud, la cirugía de reducción de estómago es la única solución

Cuando el exceso de peso es un problema para la salud, la cirugía de reducción de estómago es la única solución

En general, el paciente que se pueda operar de esto deberá reunir unos requisitos de edad, entre 18 y 60 años, aunque estos requisitos no deberán ser rígidos, pues hay casos de personas menores de 18 o mayores de 60 años a las que, por sus características concretas y de salud, se les ha practicado esta operación con éxito. Es el caso de adolescentes de 15 años que tienen un índice de masa corporal (IMC) tan alto -de 60 o 70- que han obligado a los médicos a tener que operarlos. Esto se produce -sobre todo- en Estados Unidos, donde los problemas de obesidad mórbida son muy importantes. En nuestro país, la dieta mediterránea hace que no haya tantas personas con esta dolencia asociada en muchos casos a una mala alimentación.

Resumen

Los pacientes sometidos a algunas de las técnicas existentes para reducir el estómago pierden de 5 a 10 kilos aproximadamente al mes durante el primer año después de la cirugía. Esta disminución de peso se produce también por el cambio de hábitos alimenticios y porque introducen ejercicios diarios que contribuyen a que pierdan más peso.
De esta forma, el paciente puede llegar a perder hasta la mitad de su peso extra en los primeros dos años. Esto hace que pueda mejorar muchas enfermedades:

  • Diabetes tipo 2.
  • Apnea obstructiva del sueño.
  • Colesterol alto.
  • Hipertensión arterial.
  • Enfermedad por reflujo gastroesofágico.
  • Asma.

El paciente también se sentirá mucho mejor al realizar sus tareas diarias, ya que podrá moverse con más facilidad. La persona operada de reducción de estómago evitará complicaciones si sigue las indicaciones de su médico con una alimentación y ejercicios adecuados.


Aviso: esta página contiene artículos de contenido médico y sanitario pero en ningún momento debe tomarse como guía exclusiva para un problema de salud. Para cualquier duda sobre un problema de salud debe acudir al especialista. BonoMédico no es un consultorio médico.

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