La cirugía de la obesidad tiene como principal objetivo lograr el adelgazamiento de la persona que padece la enfermedad de sobrepeso extremo -obesidad mórbida, obesidad grave tipo II- cuando las dietas y los ejercicios han fracasado.
Las dolencias propias de la obesidad que deterioran nuestra calidad de vida nos hacen vulnerables y ponen en riesgo nuestra vida al presentarse junto a otras enfermedades crónicas degenerativas como:
- Diabetes.
- Hipertensión.
- Artritis.
- Problemas cardíacos.
Entonces es momento de considerar someterse a una intervención quirúrgica para la obesidad. Estas operaciones están comprendidas en las cirugías bariátricas, que son intervenciones y procedimientos especializados para obtener un adelgazamiento permanente y significativo.
Actualmente disponemos de diferentes tipos de cirugía de pérdida de peso cuyo objetivo trasciende el aspecto estético o cosmético y aseguran una pérdida de peso permanente. Estas cirugías bariátricas reducen la cantidad de alimentos que una persona puede ingerir. Otras técnicas de cirugía bariatrica también limitan la forma de cómo se digieren los alimentos y se absorben nutrientes. Todos los tipos tienen riesgos y complicaciones, tales como:
- Infecciones.
- Hernias.
- Coágulos de sangre.
Una vez que una persona que padece obesidad decide, luego de ser valorada y aprobada por el médico especialista, someterse a la cirugía bariátrica que más le convenga teniendo en cuenta sus características singulares y la experiencia del médico, debe seguir las recomendaciones de dieta y ejercicio para mantener la mayor parte de la pérdida del peso, así como seguir las prescripciones farmacológicas que podría requerir tomar durante el resto de su vida.
Etimológicamente, la palabra “bariátrica” viene del griego “barýs”, que significa “pesado” y de “iatrikós”, que significa “tratamiento médico”. El término “bariátrico” se vincula con la obesidad y cuando empleamos cirugía bariátrica nos referimos a las intervenciones, procedimientos y técnicas quirúrgicas que, asidas de programas dietéticos precisos y viables, producen cambios en la fisiología nutricional y permiten disminuciones del peso corporal importantes y permanentes.
Desde inicios de la década de los sesenta en el siglo XX, los profesionales y cirujanos de la medicina conocían y practicaban los procedimientos básicos de la cirugía de la obesidad mórbida como una alternativa para la pérdida de peso cuando el exceso de kilos representa una amenaza para la sobrevivencia del paciente y un acentuado deterioro de su calidad de vida.
En la actualidad, el criterio de recomendación de práctica y sus objetivos iniciales se mantienen, registrándose una ampliación de sus resultados. En los últimos 20 años, dos hechos fundamentales han provocado un incremento exponencial en el campo de la cirugía bariátrica:
- La cirugía mínima invasiva a través de laparoscopia.
- La obesidad como una dolencia de características pandémicas con un alto índice de mortalidad.
A nivel mundial, la epidemia de obesidad no es un problema que afecte únicamente a los países industrializados. Es un problema de salud gravísimo que cada año se cobra mayor número de vidas e incapacita a una elevada cantidad de personas en edad de contribuir económicamente.
De acuerdo con las proyecciones futuras establecidas en base a los datos estadísticos reales con los que se cuenta, no disminuirá su incidencia sino que más bien las aumentará. Las dietas inadecuadas y el sedentarismo caracterizan la modernidad, plantean nuevos retos a la ciencia médica y exigen un control más riguroso de nuestra alimentación y estilo de vida.
La disponibilidad de la técnica de laparoscopia permite intervenciones quirúrgicas mínimamente invasivas, lo que ha generado una creciente popularidad y un impresionante incremento de las distintas formas de cirugía bariátrica. La intervención con la técnica de laparoscopia asegura menos molestias durante el proceso postoperatorio inmediato.
La cirugía tradicionalmente se asocia con dolor. Una recuperación más rápida permite la reincorporación del paciente a sus actividades laborales tras un breve período de reposo.
Otro aspecto importante es el tema estético. Las cicatrices son muy pequeñas, casi imperceptibles. Esta ventaja cosmética es altamente apreciada por la persona promedio, obsesionada con ajustar su imagen a los cánones de belleza establecidos por los medios de comunicación y la industria de la moda y el entretenimiento.
El componente restrictivo que reduce el estómago y, por lo tanto, la cantidad de las ingestas de alimentos, es fundamental en casi todas las cirugías para pérdida de peso. Al disminuir drásticamente la capacidad del estómago, el individuo obeso se llena con poco, consume menos alimentos y como resultado experimenta una gradual pero significativa pérdida de peso.
La malabsorción de alimentos es también un componente presente en la cirugía de la obesidad. Mediante la intervención quirúrgica se modifica el tracto gastrointestinal de tal forma que la absorción de nutrientes se interrumpe y, como resultado directo, obtenemos menos calorías, carbohidratos y azúcares en nuestro organismo, lo que permite la consecuente pérdida de peso.
Otro de los componentes que fortalecen la influencia de la intervención de las cirugías bariátricas es el de tipo hormonal. La reducción del estómago también disminuye la cantidad de grehlina u hormona del apetito.
La transformación anatómica de reducción genera que con poco alimento el paciente se sienta saciado. Esta sensación de estar lleno conlleva a la disminución de la producción de la hormona del apetito por parte de nuestro organismo.
Consideramos acertado compartirles la diferencia entre hambre y apetito. Hambre es la necesidad de nuestro organismo de nutrientes para continuar funcionando. Apetito es cuando nuestro organismo nos demanda algún antojo en específico. El hambre es un proceso fundamental para estar vivos, el apetito es prescindible y disminuye al decaer la producción de la hormona Grhela.
La cirugía bariátrica no es una operación simplista que extrae la grasa que está de más en el cuerpo humano como las cirugías estéticas de liposucción o lipoescultura.
Es una intervención quirúrgica muy ambiciosa que busca preservar la vida y brinda resultados positivos permanentes en la disminución de peso corporal mediante un proceso procurado por la acción directa en la capacidad de ingesta de alimentos, la absorción de nutrientes e incluso en la producción de hormonas por parte de algunas glándulas de nuestro cuerpo. La cirugía bariátrica es una alternativa efectiva y duradera para la pérdida de peso del paciente por lograr la disminución del aporte energético y la formación de grasa corporal y estimular el consumo de la ya formada, con base en dos principios:
- La reducción de alimentos ingeridos, es decir, regulando la ingesta y el apetito.
- La modificación fisiológica en el proceso de absorción.
La técnica denominada restrictiva es la que logra la reducción de ingesta de alimentos a través del achicamiento del estómago en un reservorio con capacidad de almacenamiento de aproximadamente 20 c.c. de volumen. Esto disminuye drásticamente la cantidad de comida que puede albergar nuestro estómago y además produce la sensación de saciedad con poca comida, influyendo en la hormona del apetito, designada como la grehlina.
La técnica denominada de malabsorción o malabsortiva es aquella que logra limitar en nuestro organismo la capacidad de absorción y transformación química de los nutrientes -grasas, carbohidratos y azucares- a través de una modificación del tracto gastrointestinal, específicamente de su ruta, que se logra a través del bypass gástrico que reduce la ruta de los alimentos, limitando su trayectoria y su respectivo recorrido, necesario para que el organismo absorba y transforme los nutrientes y calorías.
Las intervenciones que se realizan pueden ser restrictivas, malabsortivas o mixtas en el caso en que se combinen ambas técnicas.
Las técnicas y procedimientos quirúrgicos contemplados en las cirugía bariátrica utilizados para tratar esta enfermedad y las múltiples dolencias que provocan y el respectivo deterioro de la calidad de vida del individuo obeso, es una alternativa cuando los otros tratamientos no quirúrgicos han fracasado en conseguir una pérdida de peso mantenida y duradera. La operación es técnicamente compleja por intervenir directamente en la dinámica digestiva y fisiológica y no está libre de complicaciones a corto ni medio plazo y también registra mortalidad. Sin embargo, el mayor riesgo en sí es el estado de salud vulnerable de una persona obesa, que por lo general en muchos de los casos presenta otras enfermedades tales como diabetes o hipertensión, que aumentan el riesgo de la intervención quirúrgica.
La cirugía bariátrica no es una cirugía estética, implica muchos riesgos, no es fácil y tampoco es milagrosa. Al igual que otros tratamientos para la obesidad, implica cambios en el estilo de vida del paciente, tales como:
- Seguir dietas saludables.
- La ingesta de por vida de medicamentos.
- Suplementos nutricionales para garantizar el éxito.
La cirugía se recomienda a aquellos pacientes que padecen obesidad mórbida con una cantidad de IMC (Índice de Masa Corporal) superior a 40 kg/m2. También para aquellas personas que padecen obesidad grave y demás dolencias asociadas. Los pacientes con IMC inferior a 35 kg/m2 no tienen indicación de cirugía pero se pueden beneficiar de tratamientos no quirúrgicos:
- Dietas.
- Ejercicios.
- Medicación farmacológica.
Actualmente los procedimientos quirúrgicos de las cirugías bariátricas se hacen con tecnología que utiliza el laparoscopio y generalmente son considerados de mínima invasión, ya que no realizan grandes incisiones en el cuerpo del paciente como ocurre con los métodos quirúrgicos convencionales. Por lo tanto, dentro de la categoría de cirugía bariátrica no están incluidos aquellos procedimientos que requieren la extracción quirúrgica de grasa corporal, como la liposucción.
Todas aquellas personas que no han tenido éxito en su lucha contra el exceso de peso mediante dietas y programas de ejercicios, pueden obtener a través de los diferentes procedimientos de cirugía de la obesidad una opción confiable y permanente para lograr la anhelada pérdida de kilos.