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Cirugía bariátrica para reducir el estómago


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Publicado en Cirugía, Obesidad

La cirugía bariátrica, también conocida como reducción de estómago, se utiliza para reducir peso en aquellas personas cuyo exceso de kilos supone un riesgo para su salud y que es imposible reducir ni con dieta ni con ejercicio.

Se trata de un conjunto de técnicas y procedimientos quirúrgicos con los que se pretende que la persona pierda peso y que se mantenga así. El procedimiento es bastante complejo y está lleno de complicaciones a corto y medio plazo -e incluso puede producir la muerte-.

Para que el paciente que ha perdido peso tras una reducción de estómago se mantenga así, deberá además cambiar su estilo de vida y mantener una dieta saludable.

Con estas cirugías se pretenden alcanzar dos objetivos:

  • Reducir la ingesta.
  • Reducir la capacidad de absorción de calorías.

Por ello habrá varias técnicas.

Candidatos para este tipo de cirugía

Se recomienda esta cirugía para personas con un índice de masa corporal igual o superior a 40

Este procedimiento quirúrgico está indicado en pacientes con obesidad mórbida cuyo índice de masa corporal sea superior a 40kg/m2 y en personas con obesidad grave y enfermedades asociadas a esta.

El paciente que desee someterse a esta operación deberá cumplir ciertos criterios como la edad. No obstante, y aunque se aconseja que el paciente tenga entre 18 y 60 años, estos criterios no siempre se siguen al completo en todos los casos, pues hay adolescentes de 15 años que tienen un problema de obesidad tan grave que deben someterse a este tipo de operaciones.

También son buenos candidatos para someterse a esta operación personas con un índice de masa corporal de 35 o más y enfermedades médicas graves que pueden mejorar si pierden peso:

  • Cardiopatía.
  • Apnea del sueño.
  • Diabetes tipo 2.

Técnicas que se utilizan en cirugía bariátrica

Existen varias técnicas para la reducción de estómago dentro de este tipo de cirugía: la banda gástrica, la manga gástrica y el bypass gástrico. El elegir una u otra técnica dependerá del cirujano y del equipo disponible. Se puede optar por la cirugía abierta convencional o por cirugía laparoscópica, que necesita de un equipo con más experiencia y que puede realizarse con mano asistida o cirugía laparoscópica como tal.

Bypass gástrico

Es una técnica quirúrgica que consigue que se pierda peso realizando lo siguiente: por una parte, con la construcción de un estómago de poco tamaño; y por otra parte se hace un cruce en el intestino delgado -bypass- que ayuda a que se utilice únicamente sobre un 60% para la digestión y absorción de los alimentos. Es un procedimiento que mezcla las dos técnicas de cirugía bariátrica.

Manga gástrica

Esta técnica quirúrgica se realiza con una gastrectomía, resecando la curvatura mayor gástrica. El nuevo estómago queda muy pequeño. Se diferencia de la técnica anterior en que en este caso el estómago sobrante se quita.

De esta forma, el paciente se sacia con poca comida.

Banda gástrica ajustable

Se trata de una técnica restrictiva que emplea una anilla -con un calibre ajustable- alrededor de la entrada del estómago y con la que se limita la ingesta de alimentos.

Además de estas técnicas mencionaremos esta otra:

Derivación biliopancreática

Es un procedimiento quirúrgico malabsortivo que reduce a la mitad la capacidad del estómago y con el que se realiza un cruce en el intestino delgado para que se utilice solo el 40% de la absorción y digestión de los alimentos. Se emplea esta cirugía -que se considera malabsortiva- porque la causa más importante de la pérdida de peso es el gran volumen de intestino delgado que se excluye del paso de los alimentos.

Antes de la operación

El paciente deberá informarse sobre el procedimiento total y comprometerse hasta el final

El paciente deberá informarse sobre el procedimiento total y comprometerse hasta el final

El paciente podrá consultar con el médico de cabecera su problema de obesidad y este le podrá remitir al especialista, que le realizará todas las pruebas necesarias para operarle si lo estima oportuno.

En caso de que el especialista considere que esta persona debe someterse a una intervención, entonces realizará un estudio muy exhaustivo para preparar la cirugía de la obesidad de la mejor forma posible. El estudio incluirá endoscopia digestiva alta, ecografía abdominal, análisis de sangre, etc.

El paciente, por su parte, deberá prestar atención a toda la información que le facilite su médico para comprender la totalidad del proceso y comprometerse con el mismo hasta el final.

Riesgos y complicaciones

Hay estudios médicos sobre este tipo de cirugía y sus resultados en pacientes que se han sometido a la misma. En dichos estudios se recoge que uno de los problemas con los que se encuentran estas personas es que no reciben suficiente información de la operación en sí, por lo que al aceptar hacérsela no sabían muy bien a qué se sometían.

También el estudio recoge una carencia en la atención médica posterior al proceso quirúrgico. Además, el informe señala que los pacientes no habían sido asesorados ni por psicólogos ni por nutricionistas. Por otro lado, resalta que estas carencias hacen que el 20% de los pacientes deban regresar al hospital pasados seis meses desde la operación.

Este es uno de los posibles riesgos que se producen con las operaciones bariátricas, que incluyen varias formas de reducir la capacidad del estómago para perder peso -como es la colocación de una banda gástrica o un bypass gástrico para limitar la ingesta de alimentos-.

Cirujanos trabajando en una liposucción.

Hay que tener en cuenta las posibles complicaciones que pueden surgir en la reducción de estómago

El aumento de la obesidad en los países desarrollados del mundo está haciendo que se utilice mucho más este tipo de intervenciones quirúrgicas en muchos países. P

ero hay que considerar que la cirugía bariátrica es un procedimiento muy radical, con riesgos muy altos -además de sus beneficios- y, por tanto, debe ser muy estudiada la decisión de someterse a ella por parte de los pacientes.
Aunque es una cirugía con mucho éxito, cuenta con una serie de riesgos importantes que no hay que olvidar.

Algunos de ellos derivados de la propia cirugía y de la anestesia general como:

  • Problemas respiratorios.
  • Reacciones alérgicas a los medicamentos.
  • Infección.
  • Coágulos de sangre.
  • Sangrado.

Por otro lado existen también estas posibles complicaciones:

  • Inflamación del revestimiento del estómago -gastritis-.
  • Úlceras estomacales.
  • Pirosis.
  • Lesión de estómago, intestinos u otros órganos durante la cirugía.
  • Filtración por la línea de engrapado del estómago.
  • Cicatrización dentro del abdomen -esto podría provocar obstrucción intestina-.
  • Mala nutrición.
  • Vómitos por comer más de lo que puede soportar el estómago después de la cirugía.

Resultados de la operación

Después de someterse a una reducción de estómago, el paciente perderá peso de forma continua de 18 a 24 meses después de la operación. Pasados 5 años de esta, podrá volver a aumentar de peso de forma leve.

Las técnicas empleadas para reducir el estómago dan unos resultados muy buenos y acaban hasta en un 50% con el sobrepeso. Si se realiza un bypass gástrico, la cifra sube hasta el 70% de reducción del exceso de peso.

Según la técnica utilizada para reducir el estómago, se perderá más o menos peso. El médico es el que tiene que establecer cuál es la mejor opción para cada caso.

Generalmente el peso se reducirá lentamente, pudiendo bajarlo durante un periodo de 2 a 3 años.

Esta disminución de peso después de la cirugía podrá mejorar muchas enfermedades del paciente asociadas a los kilos de más, como por ejemplo:

  • El asma.
  • La diabetes de tipo 2.
  • La artritis.
  • La hipertensión arterial.
  • La apnea obstructiva del sueño.
  • El colesterol alto.
  • La enfermedad gastroesofágica (ERGE).

Además, la persona operada podrá moverse con mayor facilidad gracias a los kilos que se quite y, por tanto, realizar sus actividades rutinarias mejor.

Las técnicas empleadas para reducir el estómago acaban hasta en un 50% con el sobrepeso

Las técnicas empleadas para reducir el estómago acaban hasta en un 50% con el sobrepeso

No obstante, a pesar de los beneficios de la reducción de estómago, la cirugía sola no sirve para bajar de peso. El paciente tendrá que estar concienciado de cambiar su vida al completo una vez se someta a esta técnica. Si no, no surtirá el efecto deseado. Para empezar, cambiará sus hábitos alimenticios -que tendrán que estar basados en una alimentación después de la reducción de estómago más sana- e incluirá paseos o largas caminatas de forma regular. Evitará pues toda clase de sedentarismo y seguirá las pautas alimenticias propuestas por su nutricionista.

La obesidad durante muchos años conlleva enfermedades como la hipertensión, diabetes, apnea del sueño y enfermedades cardiovasculares. Con la cirugía bariátrica y la reducción de peso asociada, se mejora la calidad de vida del paciente en general, al dejar de padecer -en algunos casos- algunas de estas dolencias y perder grandes cantidades de peso.

Con la cirugía bariátrica se busca conseguir que el paciente retome su peso normal, dentro de unos límites saludables, con un control médico continuo y mediante el uso de técnicas seguras.

Lo ideal sería educar en alimentación y hábitos sanos para que en la sociedad no se tengan que dar estos casos de obesidad que cada vez afectan a gente más joven y que está haciendo que personas con entre 15 y 18 años tengan que ser operados por este problema. En nuestro país, un 15 % de los adolescentes es obeso, lo que significa que tenemos una de las tasas más altas de Europa.

Por ello, los expertos aconsejan que antes de tomar la decisión de realizar una cirugía bariátrica a adolescentes, que lo han intentado todo sin éxito, esta decisión sea tomada por el paciente y los familiares con toda la información posible en su poder y asesorados por un equipo multidisciplinar que incluya nutricionistas, psicólogos, cuadro médico e incluso a los cirujanos bariátricos.
Actualmente, la edad con la que se puede realizar esta operación está en las niñas de 13 a 14 años en adelante y en los niños de 15 a 16, según la maduración ósea que tengan, señalan los expertos en la materia.

Para terminar, destacar que mejor prevenir que operar. Por ello, padres y sistema educativo deben promocionar las ventajas de llevar una alimentación sana y la realización de ejercicio constante.


Aviso: esta página contiene artículos de contenido médico y sanitario pero en ningún momento debe tomarse como guía exclusiva para un problema de salud. Para cualquier duda sobre un problema de salud debe acudir al especialista. BonoMédico no es un consultorio médico.

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