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¿Es posible corregir un injerto capilar? Sí, se puede corregir un injerto capilar hecho anteriormente. Aunque es una intervención mínimamente invasiva, el grado de complejidad es más alto para el cirujano. Desafortunadamente no todos los trasplantes de cabello se realizan usando las técnicas más adecuadas (FUE y FUSS) y la tecnología más desarrollada.
Es importante que el cirujano tenga una experiencia contrastada en este tipo de intervenciones. También puede suceder que el trasplante capilar se realizara hace mucho tiempo y con técnicas que -aún siendo las mejores en el momento de realizar la intervención- hoy día se han quedado obsoletas y son fácilmente mejorables.
Tampoco podemos desestimar otra serie de causas que pueden hacer aconsejable una nueva operación de injerto de pelo, tales como las propias características físicas del individuo y la respuesta que su organismo haya tenido, el cuidado que empleó en el postoperatorio de la intervención, etc.
El paciente deberá elegir un buen centro y equipo médico.
Un implante capilar exige un buen conocimiento técnico, años de experiencia y una buena intuición. Por lo anterior, aunque el nivel de satisfacción es muy elevado, podemos encontrar pacientes insatisfechos con el resultado y con el aspecto actual de su cabello, por lo que demandan una nueva intervención para mejorar el resultado y lograr un aspecto natural.
¿Por qué corregir un injerto capilar?
La principal razón para corregir un injerto capilar suele ser que el trasplante anterior tuvo un resultado no deseado. Esto sucede normalmente por varios motivos:
- Se usó una técnica anticuada que no ofrecen resultados naturales. Puede ser que, en el momento de realizarse el injerto capilar, la técnica que se utilizase fuese la mejor disponible; sin embargo, con las técnicas actuales, esos resultados dan la sensación de antinaturales y claramente mejorables con los conocimientos e instrumental del que se dispone hoy en día.
- A lo anterior, habría que sumarle las carencias que presenta el cirujano en relación al conocimiento del diseño estético y armonioso de las primeras líneas y sobre la forma de conseguir una apariencia natural del injerto de pelo.
- También puede suceder que no se evaluara adecuadamente la evolución de la alopecia y que pasados los años se haga necesario un nuevo injerto para mejorar el aspecto del cabello.
Errores del implante capilar
En definitiva, los motivos que llevan a los pacientes a una nueva intervención para corregir un injerto de pelo se deben, generalmente, al deseo de mejorar un aspecto artificial o a disimular un exceso de cicatrización. A lo anterior hay que sumarle:
- Que la primera línea este demasiado baja o alta, causando su efecto artificial.
- El ángulo de salida de los injertos fueron elegidos incorrectamente.
- En relación a la apariencia de los cabellos trasplantados, resulta un exceso de tejido cicatrizal.
Si existe demasiado tejido cicatrizal deberá corregir el trasplante.
Para poner remedio a este tipo de resultados, se acudirá a una cirugía reconstructiva para corregir el injerto de pelo anterior. La primera línea, la cual forma la parte del marco del rostro, debe ser completamente natural. Una primera línea artificial puede ser mejorada en manos de un cirujano con experiencia. El mismo especialista diseñará la primera línea teniendo en cuenta la densidad natural del pelo y con el objeto de alcanzar una armonía adecuada con unos resultados completamente naturales.
Este tipo de cirugías reconstructivas viene condicionado por la disponibilidad de cabello apropiado en la zona donante del paciente y del número de unidades foliculares necesarias.
La importancia de elegir un buen cirujano
En el caso de estas segundas intervenciones que tienen por objeto corregir un trasplante capilar anterior, es necesario elegir un buen cirujano capilar, con la titulación y la experiencia necesaria en este tipo de intervenciones que garanticen, en la medida de lo posible, el éxito del nuevo injerto y la ausencia de riesgos.
La corrección o reparación de un injerto capilar que resultó insatisfactorio para el paciente, es una intervención más exigente para el cirujano. En la misma se requiere, por un lado, corregir los malos resultados (cicatrices visibles, aspecto antinatural, pelo de muñeca, etc.) de un trasplante anterior, y por otro lado, se debe aspirar a que los resultados conseguidos con la segunda intervención resulten naturales.
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