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La liposucción en Madrid es una operación quirúrgica cuyo principal objetivo es corregir los acúmulos de grasa localizados en ciertas partes del cuerpo. La liposucción es una intervención muy útil cuando otras medidas, como el ejercicio físico o la dieta, no han tenido el resultado esperado y esas acumulaciones lípidas localizadas siguen sin desaparecer, entorpeciendo el buen aspecto físico de la persona.
Son muchas las zonas del cuerpo en las que esa acumulación de grasa se puede dar y que son susceptibles de ser intervenidas con una liposucción. No obstante, podemos señalar como más comunes o habituales las que se realizan en el abdomen las caderas,en el cuello para eliminar la papada, en los glúteos o en las piernas. Sin embargo, también existen otras áreas en las que también se puede realizar una liposucción, aunque sea menos habitual su demanda.
La intervención varía en función de la zona que va a ser tratada y, a modo de ejemplo, puede comentarse que en la zona de los muslos anteriores se debe evitar el exceso de retirada de grasa para evitar que aparezcan irregularidades en la piel. En los brazos siempre se obtienen muy buenos resultados estéticos al eliminar toda la grasa sobrante y se logra una gran satisfacción de los pacientes. En el abdomen siempre influyen más variables como la cantidad total de grasa localizada, el volumen que se desea eliminar, las pérdidas y subidas de peso que haya tenido el paciente en los últimos años, la edad, el sexo y si han existido embarazos previos.
La zona de los glúteos también suele ofrecer excelentes resultados estéticos al eliminar bastante volumen pero el cirujano debe tener especial cuidado en lograr simetría entre ambos glúteos y en no quitar un excesivo volumen de grasa.
La liposucción en Madrid es una operación quirúrgica cuyo principal objetivo es corregir los acúmulos de grasa localizados en ciertas partes del cuerpo.
En la papada y cuello es una intervención sin apenas complicaciones al necesitar sólo anestesia local y extraerse un pequeño volumen grasa que además logra excelentes resultados estéticos.
La liposucción en la parte interna de los muslos suele ser más compleja por el mayor volumen de grasa a eliminar y por la necesidad de que no aparezcan posibles irregularidades si se extrae demasiado volumen.
En los casos que hemos señalado, la liposucción obtiene unos excelentes resultados y son ya millones de personas las que han podido disfrutar de sus beneficios en todo el mundo. Las técnicas utilizadas también han evolucionado enormemente desde que comenzaron este tipo de intervenciones de manera general en la década de los setenta del siglo pasado. Tanto el intrumental como la técnica en sí, además de la experiencia y preparación de los cirujanos que la realizan, han avanzado de forma espectacular y han convertido a la liposucción en una cirugía mucho menos agresiva en la que los riesgos se han minimizado mucho, y los resultados son muy satisfactorios.
Y aunque estén relacionadas, sí sería conveniente distinguir entre liposucción y otro tipo de intervenciones que pueden realizarse o no, junto con aquélla. Nos referimos por ejemplo a la lipoinyección a través de la cual se inyecta en otras partes del cuerpo la grasa que se ha extraído con la liposucción; la abdominoplastia que se trataría de la eliminación de piel y de grasa, además de un reafirmación del tono muscular del abdomen; o la lipoescultura que también guarda algunas diferencias significativas con la liposucción.
Sí es conveniente destacar que no todo el mundo es un candidato ideal para realizarse una operación de liposucción en Madrid. Es necesario reunir una serie de requisitos, estar sanos y tener un peso corporal razonablemente normal.
El hecho de que uno de los requisitos para ser un buen candidato a esta intervención sea tener un peso razonablemente normal, descartando, por ejemplo, la obesidad, significa que la liposucción no se puede considerar como una operación para bajar de peso ni para luchar contra la obesidad. Como ya hemos afirmado anteriormente, la liposucción debe emplearse cuando la persona tiene un peso dentro de lo normal y su objetivo es hacer desaparecer la acumulación de grasa en una zona específica de su cuerpo y cuando otras medidas, como dieta o ejercicio, no han tenido éxito. Toda persona que desee someterse a una liposucción debe saber y conocer que las liposucciones en ningún caso deben considerarse como solución u opción para conseguir adelgazar. La liposucción es un procedimiento para eliminar y hacer desaparecer algunas deformidades que aparecen en determinadas zonas de la piel y que no se consiguen corregir con una dieta equilibrada ni con ejercicio físico. Como hemos comentado el candidato idóneo para someterse a esta intervención es aquél que tiene un peso normal, sin sobrepeso u obesidad, y que además tienen buena salud pero que, lamentablemente, tiene grasa localizada en determinadas zonas, que la afean y deforman. Sí es una intervención para conseguir remodelar la silueta corporal y reducir un cierto volumen en zonas muy localizadas.
La liposucción en Madrid se define como aquella intervención quirúrgica cuya finalidad principal es moldear el contorno del cuerpo, así como modificar los hábitos de la persona y que repercutan positivamente en su estado de salud. Por lo tanto, no se trata de una cirugía aconsejada para pacientes obesos, que presenten anemia o que padezcan ciertos tipos de enfermedades crónicas, ya que puede suponer un importante riesgo para ellos. Una intervención de liposucción no supone una verdadera solución a aquellos pacientes obesos o que presenten problemas de sobrepeso. Antes de someterse a dicha operación, deberán llevar una dieta saludable y reducir su peso.
El procedimiento de una liposucción se basa en eliminar el exceso de grasa mediante la utilización de una cánula que se conecta a un dispositivo aspirador.
En otras palabras, el objetivo perseguido es extraer las acumulaciones de grasa presentes en determinadas zonas -brazos, cintura, abdomen, etc.-. La mayor de parte de esta grasa extraída resulta susceptible de ser empleada de nuevo en otras áreas del cuerpo. No obstante, esa eliminación de grasa no surtirá ningún efecto a largo plazo -el conocido como efecto rebote- si el paciente no experimente un saludable cambio en la ingesta de alimentos y no adopta una seria disciplina de ejercicios físicos.
La celulitis es una alteración de la piel que sufren y padecen casi el noventa por ciento de las mujeres y que consiste en una deformación del tejido subcutáneo, cuya principal consecuencia es la aparición de nódulos, depresiones e irregularidades. Suele aparecer en zonas con mayor concentración de adipocitos que provocan una alteración de la zona. La piel presenta un aspecto acolchado, de piel de naranja.
La liposucción en Madrid no es un tratamiento adecuado para eliminar la celulitis. Sin embargo, puede contribuir a mejorar algo el aspecto de la zona tratada pero no puede eliminarla por completo. Existen otros tratamientos que sí son específicos para la celulitis como la mesoterapia, LPG o MassterPlus que si pueden eliminar la celulitis.
Por todo lo expuesto cabe afirmar que no debe considerarse a la liposucción como una medida específica para combatir la celulitis, aunque se debe decir que, en buena parte de los casos, la mejora considerablemente.
Nuestro consejo es que hable con su especialista y le exponga, con toda sinceridad, cuáles son sus expectativas sobre los resultados que le puede brindar esta intervención. Él le aclarará todas sus dudas, le dará los consejos pertinentes y le expondrá, de forma realista, cuáles son las posibilidades y cuáles los objetivos reales y factibles que se puedan alcanzar, de manera que el paciente no se cree unas expectativas irreales e imposibles de cumplir, con el consiguiente desencanto tras la operación. Sí hay que afirmar que, en términos generales, la liposucción en Madrid consigue unos excelentes resultados, y el grado de satisfacción de los pacientes es altísimo, mejorando tanto su figura como su autoestima. Eso no quiere decir que se deban tener unas expectativas irreales respecto a lo que la liposucción pueda hacer.
Antes de la realización de esta intervención, el cirujano realizará un estudio preoperatorio para comprobar que el paciente tiene todos los requisitos necesarios para someterse a la operación. En la redacción de dicho expediente, el especialista deberá, además, de dichas pruebas, deberá incluir los datos referentes a la salud del paciente, tales como enfermedades que padece o ha padecido, medicamentos que toma, si es fumador, etc.
Una vez que el facultativo tiene recopilado todos los datos aportados por el paciente y las pruebas realizadas, le explicará a éste cómo va a ser la operación, qué tipo de liposucción se va a practicar, qué tipo de anestesia -local o general, a criterio del médico- se empleará, el precio, etc.
Dependiendo del volumen total de grasa que se quiera eliminar así como de las zonas que se van a tratar serán necesarias más o menos incisiones. Una vez finalizada la intervención el cirujano decide si dejar un drenaje abierto sin cerrar esas incisiones o bien cerrarlas con puntos de sutura. Es una técnica muy avanzada que se realiza con el objetivo final de no dejar cicatriz alguna tras el proceso natural de regeneración de la piel de la herida causada.
En relación a la duración de la liposucción, hay que decir que esta intervención se realiza en un tiempo relativamente corto que varía dependiendo de la cantidad de grasa que se tenga previsto extraer así como de las zonas que se vayan a tratar. No obstante, podemos afirmar que, en términos generales, la liposucción puede durar entre treinta minutos y hora y media.
La principal ventaja que ofrece la liposucción en Madrid es que es una intervención que no deja cicatrices en el cuerpo del paciente. No deja cicatrices ni marcas ya que el cirujano utiliza unas micro cánulas que se introducen en la piel del paciente para extraer la grasa. Su grosor es inferior a los cinco milímetros y al retirarlas no deja más que una pequeña marca que desaparece al poco tiempo.
La existencia de posibles cicatrices es uno de los miedos más frecuentes de los futuros pacientes. Las técnicas actuales utilizan cánulas muy finas y muy cortas por lo que las incisiones son muy leves y pequeñas y además desaparecen de la piel en pocas semanas.
La evolución en la recuperación de las cicatrices dependerá de cada paciente, de la calidad de si piel y del tipo de herida o incisión. Cada persona tiene un proceso de cicatrización diferente y en algunos casos pueden llegar a tardar hasta un año en obtener el resultado definitivo.
Los primeros días aparecen unas cicatrices rojas e inflamadas ya que el cuerpo envía sangre a la zona dañada para repararla más rápidamente. Poco a poco pierden el color rojizo y la inflamación hasta desaparecer totalmente.
El paciente siempre debe seguir unos consejos básicos para que este proceso de cicatrización sea el mejor posible y para ello debe evitar fumar, puesto que el tabaco provoca un menor aporte de oxígeno en la sangre lo que retrasa la cicatrización. Debe hidratar la piel de la manera y con los productos que para ello le recomiende el cirujano. Asimismo debe proteger la cicatriz de la luz solar durante el primer año para evitar un exceso de pigmentación que haga más visible la cicatriz al oscurecer la zona.
La intervención siempre afecta a la piel del paciente pero si éste tiene una piel con buena elasticidad no tendrá ninguna consecuencia destacable. Las personas más jóvenes siempre tendrán, por regla general, una piel de mayor calidad y, por el contrario, las personas de más edad y las que hayan sufrido cambios importantes de peso -bajadas y subidas de peso muy notables y en un relativo corto espacio de tiempo-, tienen una piel más dañada y con menor elasticidad. Si la elasticidad de la piel es la adecuada, tras la intervención se adaptará al nuevo volumen de la zona tratada.
Si la piel no tiene una elasticidad suficiente, tras la intervención de liposucción pueden aparecer arrugas o irregularidades no deseadas. Éstas son las mismas arrugas que pueden aparecer cuando una persona pierde mucho peso de manera muy rápida. La grasa que se encuentra en determinadas zonas del cuerpo logra que la piel se mantenga estirada y firme y si se elimina aparece la flacidez o las temidas arrugas en la zona que se ha tratado con la intervención.
También debe tenerse en cuenta que no todas las liposucciones pueden dejar la piel muy flácida ya que eso sólo ocurre en los casos en los que se extrae mucho volumen de grasa como puede ocurrir en zonas del abdomen, muslos o caderas. Algunos cirujanos recomiendan realizar sesiones de radio frecuencia para lograr una mayor firmeza de la piel así como sesiones de mesoterapia.
Durante las primeras semanas los cirujanos recomiendan utilizar vendajes o fajas para comprimir la zona operada ya que con ellas se disminuye la inflamación y se logra una mayor adaptación de la piel al nuevo volumen de la zona. A medida que vaya disminuyendo la inflamación podrá reducirse su uso y comenzar con los masajes en esa zona. Durante esas semanas el paciente tendrá inflamada la zona tratada por la liposucción en Madrid, con hematomas y en algunos casos con picores o escozor. Todos estos síntomas van desapareciendo progresivamente.
No todo el mundo es un candidato ideal para realizarse una operación de liposucción en Madrid.
El postoperatorio de este tipo de intervenciones no suele conllevar unas excesivas molestias ni complicaciones. No obstante, sí podemos afirmar que el paciente puede contribuir en gran medida a minimizar esas molestias siguiendo las pautas y recomendaciones que le de su cirujano.
No obstante, como en cualquier otro tipo de intervención quirúrgica, siempre existen algunos riesgos que el paciente debe conocer y que el especialista tiene la obligación de informar, sobre todo porque la actitud y los cuidados que el paciente tenga después de la intervención, pueden contribuir en mucho a minimizar esos riesgos y a evitar complicaciones.
Sí se aconseja que el paciente guarde reposo, al menos, durante una semana después de la intervención -aunque el tiempo recomendable variará según las circunstancias de cada caso en concreto-, y antes de que éste se reincorpore a sus quehaceres cotidianos y a su vida laboral.
Una de las preguntas más comunes que plantean las personas que desean someterse a una liposucción en Madrid es si el postoperatorio es doloroso. Como en toda intervención quirúrgica el postoperatorio dependerá del tamaño de la zona tratada así como del volumen de grasa eliminada. Si el volumen es elevado siempre aparecen molestias o dolores que pueden reducirse o eliminarse con medicamentos. Tras los efectos de la anestesia, durante tres o cuatro días podrían aparecer molestias o dolores que se eliminan con analgésicos y que poco a poco van desapareciendo. Su intensidad no es elevada por lo que no debe considerarse un inconveniente para someterse a la intervención. Tras la primera semana las molestias habrán desaparecido por completo y se podrá recuperar la vida normal.
Podemos enumerar las siguientes recomendaciones previas:
Tras una liposucción en Madrid y para que sus efectos sean duraderos, es conveniente seguir las siguientes recomendaciones:
Los ejercicios físicos y una dieta saludable son los mejores consejos para intentar que los resultados de liposucción puedan ser permanentes.
Todos los pacientes deben saber que los resultados de la liposucción nunca son inmediatos sino se obtendrán tras unos meses en los que se podrá ver el resultado definitivo. En la mayoría de los casos los resultados se pueden ver al tercer mes pero en otros se pueden contemplar los resultados definitivos a los seis meses.
En todos los pacientes hay que dejar transcurrir el tiempo suficiente para que el cuerpo pueda reabsorber el edema y remodelar la grasa que permanece en la zona ya sea eliminándola o reabsorbiéndola. También es importante resulta destacar que la liposucción nunca se recomienda como una operación para eliminar la obesidad.
En primer lugar debe destacarse que los resultados no son inmediatos como acabamos de comentar ya que hay que dejar pasar un plazo de tiempo prudencial hasta que los resultados definitivos sean visibles.
Según los más recientes estudios, la grasa eliminada con la liposucción no se recupera, no volverá a salir nunca. Es un tratamiento muy eficaz y duradero pero en ningún caso es milagroso.
Si tras la operación el paciente toma más calorías de las que consume su cuerpo lo más probable es que vuelva a engordar y que aparezca nueva grasa en las zonas cercanas a la operada. Los resultados a largo plazo siempre son satisfactorios y es la única operación con la que se puede lograr eliminar la grasa no deseada de determinadas zonas. Pasada la adolescencia el cuerpo ya no crea nuevos adipocitos, sólo aumentan de tamaño los ya existentes. Por tanto, los adipocitos eliminados con la liposucción nunca volverán a reproducirse y si se evita -con dieta y ejercicio- que aumenten de tamaño los no eliminados, los resultados serán permanentes y duraderos.
Cualquier intervención de cirugía lleva implícita determinados riesgos y la liposucción no supone un caso excepcional. El paciente deberá informarse exhaustivamente acerca de los mismos con el fin de evitarlos -o al menos minimizarlos-. Una vez disponga de dicha información, habrá de valorar esos riesgos, los posibles resultados y decidir si la intervención le compensa o no.
Existen determinados casos en los que la zona a intervenir resulta ser demasiado extensa y por ello se precisa de anestesia general. No obstante, en la mayoría de ocasiones se practica con anestesia de tipo local y sedación.
La técnica a utilizar en una intervención de liposucción está basada en aspirar el exceso de grasa mediante una fina cánula que se encuentra conectada a un dispositivo de vacío o a un determinado tipo de jeringa.
Por regla general, el post-operatorio resulta bastante rápido y las molestias que provoca son escasas -hematomas, pequeñas hemorragias o cambios en la sensibilidad de la piel-, por lo que ni siquiera pueden llegar a considerarse riesgos sino simples efectos secundarios.
Sin embargo, es cierto que existe una pequeña posibilidad de que surjan además riesgos o complicaciones graves: complicaciones pulmonares, errores derivados de la falta de comunicación entre cirujano y paciente, embolias pulmonares, perforaciones abdominales, edemas pulmonares, reacciones alérgicas, lesiones en los nervios, excesiva pérdida de líquido, etc.
A pesar de que la liposucción en Madrid es un procedimiento destinado a eliminar el exceso de grasa que se concentra en ciertas zonas, resulta de vital importancia el hecho de que el paciente siga una dieta saludable tras la intervención, consiguiendo de este modo unos resultados óptimos.
En este sentido, el paciente procurará desde el primer momento regirse por una disciplina alimenticia sana y equilibrada.
Durante el periodo previo a una intervención de liposucción, la dieta debe centrarse en tres factores esenciales: nutrir, inmunizar e hidratar el organismo. De este modo se conseguirá mejorar lo máximo posible la condición muscular, los nervios, las células de la sangre y también los huesos. Una buena nutrición ayuda además a la coagulación y reduce la probabilidad de que aparezcan hematomas.
En resumidas cuentas, los beneficios de la liposucción se mantienen durante largo plazo siempre y cuando el paciente modifique sus hábitos alimenticios y siga una dieta sana y equilibrada.
Tras la cirugía, es preciso que la dieta se base en ingredientes ricos en nutrientes: hierro, zinc, vitamina C, complejo B, etc.
Para que el cuerpo del paciente termine de eliminar el resto de la grasa tras haberse sometido a una intervención de liposucción en Madrid, resulta de gran ayuda volver a practicar ejercicio físico.
Existen determinados casos de intervenciones -como la liposucción abdominal- donde puede producirse un incremento de la cantidad de grasa visceral. Y puesto que la liposucción implica una repentina y enorme reducción del tamaño de los depósitos de grasa del cuerpo, la composición corporal y el perfil del metabolismo pueden verse afectados. Es precisamente en estas situaciones en las que la práctica de ejercicios físicos supone una inmejorable decisión con el fin de evitar el posible excedente de grasa que puede originarse.
La desaparición de tejido adiposo del cuerpo es posible que desemboque en una reducción del gasto de energía y, por consiguiente, en el crecimiento compensatorio de la grasa visceral.
No obstante, esto no debe suponer un excesivo problema, ya que afortunadamente se ha comprobado que mediante una serie de ejercicios físicos adecuados se contrarresta el aumento de la grasa.
La grasa extraída y las células grasas desaparecen de forma definitiva durante la cirugía de liposucción. Por lo tanto, ya no habrá tantas células grasas como había previamente en el área intervenida y la acumulación de grasa en dicha zona no volverá a repetirse. No obstante, sí es posible que las células grasas de otras zonas corporales provoquen que esta situación pueda darse de nuevo.
Es por ello que la liposucción se considera un tratamiento estético que no tiene por qué traducirse en una definitiva reducción de peso necesariamente. Mediante la intervención, se recorta, ajusta y tonifica el contorno corporal del paciente. Sin embargo, resulta imprescindible adoptar nuevos hábitos con la finalidad de mantener esa nueva figura. En caso contrario, cuando el paciente no sigue una dieta equilibrada ni practica ejercicio físico alguno, es bastante probable que recupere parte del peso perdido con la liposucción.
Volvemos a insistir por lo tanto en que tanto el ejercicio como una dieta adecuada son esenciales en el sentido de que ayudan a prevenir el incremento de peso compensatorio y a conservar de manera permanente los resultados obtenidos con la liposucción.
Según diversos estudios, se ha comprobado que la gente recupera peso tras realizarse una liposucción, aunque esto sucede solamente cuando no practica ejercicios físicos o no sigue una alimentación idónea.
En estos casos, lo más aconsejable es que los pacientes comiencen o retomen una rutina de ejercicios físicos unas seis semanas después de haberse sometido a una intervención de este tipo. Según diferentes expertos, ésta es la única forma de la que pueden asentarse -a veces incluso hasta mejorar- los resultados y beneficios obtenidos de una cirugía de rinoplastia.
No está de más resaltar una vez más que el paciente deberá cumplir en todos los casos las indicaciones que le proporcione su cirujano plástico para seguir durante el post-operatorio. Así, durante el primer mes, el paciente se abstendrá de practicar aquellas actividades que requieran de un intenso esfuerzo físico.
Por lo general, no se aconseja a aquel paciente que se haya sometido a una operación de liposucción en Madrid que, tras la misma, recupere inmediatamente su rutina de ejercicios físicos con la misma intensidad que lo hacía antes de la intervención.
Por lo tanto, a modo de conclusión, reiteramos que el paciente deberá ir aumentando su ritmo de actividades físicas según vaya avanzando su proceso de recuperación. También resulta bastante recomendable una dieta equilibrada que consista fundamentalmente en frutas, verduras, cereales y carnes blancas.
En este punto no está de sobra señalar que liposucción es una intervención que consiste en reparar aquellas zonas del cuerpo que presentan acumulaciones de grasa que no han podido eliminarse mediante regímenes alimenticios o la práctica habitual de ejercicios físicos. Es decir, no se considera un tratamiento en la lucha contra la obesidad. Por este motivo, hay determinadas ocasiones en las que la liposucción se practica de forma conjunta a otras cirugías como el estiramiento facial, la abdominoplastia y otras.
Se trata una técnica que se emplea atendiendo a fines estéticos, aunque también puede requerirse para, por ejemplo, mejorar la actividad sexual del paciente, ya que se produce una disminución de los depósitos de grasa que se han acumulado en la cara interna de los muslos y que impedían acceder a la vagina con facilidad.
Una vez finalizada la intervención quirúrgica, y con la finalidad de optimizar los resultados obtenidos, los pacientes deberán utilizar ciertas prendas de compresión. Estas prendas se utilizan asimismo en la fase post-operatoria de otras muchas operaciones de cirugía -abdominoplastia, mamoplastia de aumento y demás-.
En el caso concreto de la liposucción, no obstante, resulta incluso de mayor importancia mantener una adecuada y uniforme compresión. De este modo, el paciente obtendrá unos resultados óptimos. Es por ello que resulta muy aconsejable que el paciente disponga de más de una faja para que la pueda utilizar en todo momento mientras limpia otra.
Por lo tanto, el paciente deberá seguir las indicaciones de su cirujano plástico en lo referente a seleccionar qué prendas de compresión ha de utilizar, orientando al mismo de manera adecuada para la compra de una prenda o faja. De este modo, el periodo de recuperación por parte del paciente será bastante más corto.
Mediante el empleo de dicha faja se consigue además que los procesos de curación y posterior cicatrización resulten más cómodos, que se reduzcan las molestias y que se agilice la recuperación. Además, ayuda a que la piel se adapte con mayor facilidad al entorno del cuerpo y en especial al de la zona tratada.
Las fajas deberán diseñarse específicamente para la fase post-operatoria de una cirugía y el material que haya sido utilizado en su confección ha de cumplir ciertos requisitos de calidad para que la recuperación transcurra por los cauces esperados.
En este sentido, cabe la posibilidad de que el paciente disponga de una faja de extraordinaria calidad pero que no haya sido diseñada con el fin buscado por el cirujano, motivo por el cual no se obtienen los resultados esperados. Por ejemplo, una prenda deportiva requiere una elasticidad superior a la que precisa una prenda postquirúrgica, que deben presentar una mayor firmeza en el momento de inmovilizar la piel lo máximo posible y que no causen dolor alguno.
Resumiendo, antes de decidirse por la adquisición de una faja en concreta, se deberán considerar los siguientes factores: