Contenidos
No se recomienda la práctica de una liposucción con obesidad, anemia u otras enfermedades crónicas que no han sido controladas o están contraindicadas, debido al riesgo que representa para el paciente. Por ello, si una persona con obesidad o sobrepeso solicita una liposucción, debe someterse primero a una dieta para que pueda alcanzar un peso aceptable y evitar cualquier complicación a la hora de realizar la cirugía.
¿Qué es la liposucción?
La liposucción es un procedimiento quirúrgico que básicamente se utiliza para darle forma a los contornos corporales o modelar el cuerpo. Este tipo de tratamiento estético está dirigido a personas con un peso normal, con un Índice de Masa Corporal (IMC) menor a 26, según afirma la experta Silvia Espinoza.
Se trata, junto a la mamoplastia, de una de las cirugías estética más demandada a nivel mundial, con fines estéticos y consiste en extraer grasa con la ayuda de una cánula conectada a una máquina aspiradora.
El objetivo de la liposucción es remover los depósitos de grasa acumulados en zonas en donde no resultan estéticos, como brazos, cintura o abdomen. Mucha de esta grasa que se extrae se puede inyectar en otras partes del cuerpo, ya sea para aumentar algunas zonas corporales o para disminuir otras.
Se trata de un procedimiento quirúrgico que ha avanzado de manera espectacular y hoy en día se realiza con cánulas sumamente delgadas para la lipoaspiración.
Existen otros tipos de procedimiento para realizar la liposucción, como el ultrasonido, láser o vibración, que diluyen la grasa antes de que el cirujano la extraiga del organismo del paciente, minorando los daños y evitando el traumatismo.
Debido a que la liposucción es un procedimiento que involucra la extracción de células grasas, si una persona sube de peso tras someterse a la liposucción, se deberá al engrosamiento de las partes del cuerpo que no fueron tratadas y que probablemente antes no acumulaban tanta grasa.
Para lograr los resultados deseados, las personas obesas han de adelgazar antes de someterse a una liposucción.
¿Por qué no se debe combinar liposucción con obesidad?
La liposucción con obesidad no es una alternativa real al problema de las personas con sobrepeso. La liposucción no debe representar bajo ninguna circunstancia la solución para el sobrepeso o la obesidad. Se debe sospechar de la ética y de la integridad profesional de un cirujano que indique a un paciente que, a pesar de su obesidad o sobrepeso, puede realizarse una liposucción.
Para quienes tienen una visión inmediata, recurrir a una liposucción puede parecer una buena alternativa en algunos casos, pero se debe tener muy en cuenta que la grasa removida a través de este procedimiento quirúrgico es fácilmente recuperable sin un régimen disciplinado de ejercicios físicos y un cambio positivo y sano en la ingesta de alimentos.
Lo más recomendable es que las personas no pierdan su tiempo y su dinero y, sobre todo, no pongan en riesgo su salud. Si deciden someterse a esta cirugía sin bajar previamente de peso, lo más probable es que experimenten uno de los problemas más frecuentes: el efecto rebote.
Lo cierto es que el efecto de la liposucción no es solo moldear la silueta del paciente, sino que afecta positivamente a sus cambios de hábitos del paciente. Al ver que la estética de su cuerpo ha mejorado sustancialmente, se animan a mantenerlo a base de una alimentación saludable y compaginándolo con ejercicio físico.
Es importante evaluar la situación desde la lógica. Las personas con sobrepeso han tenido hábitos alimenticios inadecuados. Esa es la verdadera causa de su situación. Por tanto, si tras una liposucción, continúan teniendo esos mismos malos hábitos, recuperarán el peso que habían perdido.
¿Cómo una persona obesa puede convertirse en candidata a una liposucción?
No todas las personas son aptas para someterse a este procedimiento que es bastante invasivo. Por esto, además del sobrepeso y la obesidad, es preciso considerar una serie de contraindicaciones que deben tenerse en cuenta por el cirujano, tales como anemia, enfermedades crónicas, embarazo, infecciones activas, problemas inmunológicos, entre otras.
Para las personas con obesidad, la principal meta antes de una liposucción es bajar de peso. La solución a largo plazo es una alimentación saludable y un poco de ejercicio.
En caso de que una persona se someta a una liposucción, debe adoptar en el postoperatorio un cambio significativo de los hábitos, tanto nutricionales como físicos (ejercicio). De otra forma, los efectos de la liposucción serán muy transitorios y durarán poco. La liposucción debe ser parte de un proceso completo de cambio, en el que las personas incluyan, como se mencionó anteriormente, un programa de ejercicios, aunque sea ejercicio moderado, para obtener un cuerpo activo y modificaciones en la forma de comer.
Para que una persona cambie sus hábitos alimenticios debe tener una buena fuerza de voluntad. El éxito de los tratamientos está en gran parte, en la capacidad y disposición de cada persona de implementar y mantener en el tiempo los cambios en su estilo de vida que fueron recomendados por su nutricionista.
BonoMédico te ofrece al mejor precio una operación de liposucción en Málaga, Madrid, Barcelona, Palma de Mallorca, Valencia o Sevilla, entre otras ciudades de España, en clínicas de primer nivel y con cirujanos especialistas en este tipo de intervenciones.