Nadie puede negar que, hoy en día, las prótesis utilizadas en el aumento de senos en Madrid son uno de los mejores descubrimientos en el campo de la cirugía estética. De hecho, esta es una de las más demandadas en la sociedad actual por mujeres de todas las edades. Y es que, según los datos facilitados por la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (SECPRE), la cifra de mujeres que cada año se someten a un aumento de pecho u otras intervenciones de mamoplastia -como reducción, reconstrucción o elevación de senos-, supera las 20.000.
A pesar de determinadas creencias, una mamoplastia de aumento no influiría en un futuro embarazo de la paciente.
Además, teniendo en cuenta esta gran demanda, puede entenderse la multitud de preguntas suscitadas al respecto. Una de ellas es la que nos ocupa en este artículo: ¿disminuyen las posibilidades de quedarse embarazada tras someterse a una mamoplastia? Igualmente, este tipo de cuestiones se relaciona con el posible éxito de la futura lactancia materna o si, por el contrario, podrá verse afectada.
Los especialistas en este ámbito no desaconsejan este tipo de intervenciones quirúrgicas, ya que no está demostrada la vinculación del aumento de pecho con la capacidad reproductiva femenina. En ningún momento debería influir la reducción o el aumento de mamas en la concepción. Más bien serán otras características las que determinen este proceso natural.
El tema que sí se pone sobre la mesa es el momento idóneo en el que, con el objetivo de que obtenga los mejores resultados, una mujer debería aumentarse el busto. Una de las premisas antes de someterse a una cirugía de estas características es asegurar que en ese momento la mujer no se encuentra embarazada. Este punto es importante, ya que tanto los medicamentos empleados en el proceso quirúrgico como la anestesia podrían afectar de forma directa a la evolución del feto.
En este sentido, las recomendaciones médicas están orientadas hacia la espera de entre uno y tres años para quedarse embarazada tras haberse sometido a una intervención de aumento de senos. Si bien el plazo mínimo se establece, en la actualidad, en unos seis meses desde que se colocaron los implantes, lo ideal es esperar un poco más para que estos lleguen a asentarse adecuadamente en el pecho de la mujer.
Igualmente, si entre los objetivos de la paciente está amamantar de forma natural a su bebé, debería comunicarlo previamente. El cirujano le aconsejará sobre la técnica más apropiada y el proceso de lactancia materna se desarrollará de forma satisfactoria.
Otro de los temas candentes es precisamente la lactancia materna tras la colocación de prótesis mamarias. Diversos ensayos científicos aseguran que una mujer que se haya sometido a una cirugía de aumento de pecho en Madrid verá reducidas sus posibilidades de éxito en el período de lactancia en un rango tres veces menor que otra que no haya pasado por quirófano para practicarse cualquier tipo de mamoplastia.
Por otro lado, encontramos las teorías que restan importancia a este hecho y sitúan a la lactancia entre los procesos de éxito tras una operación de senos. Si bien sería preciso tener en cuenta ambas corrientes de opinión, lo que sí es una realidad es la posibilidad de que una operación de estética de estas características pueda llegar a producir daños tanto en los conductos lácteos como en los nervios, aunque no por ello impedir la lactancia.
En realidad, no son las propias prótesis las que delimitan la capacidad de dar el pecho a un bebé, sino el proceso mediante el cual el cirujano las coloca en las mamas de la mujer. De hecho, muchas son las pacientes con implantes mamarios cuyo período de lactancia resulta satisfactorio y cumplen su deseo de amamantar de modo natural al bebé.
El procedimiento para dar el pecho al bebé tampoco ha de verse afectado por la realización de esta cirugía mamaria.
Una teoría más sobre la lactancia es la probabilidad de que la cantidad de leche materna se vea reducida por llevar prótesis de mama. Sin embargo, en este sentido, matronas, cirujanos y obstetras están de acuerdo en que la mínima gota de leche materna ya es un gran aporte para la adecuada evolución del bebé, más allá de la leche artificial que podemos encontrar en el mercado. Además, bien asesoradas, las pacientes con implantes pueden llegar a incrementar su producción de leche mediante la aplicación de diversos métodos naturales.
Es por este tipo de cuestiones por lo que los especialistas suelen recomendar someterse a una mamoplastia de aumento una vez se han acabado tanto los embarazos como los períodos de lactancia. Y es que ambos procesos podrían alterar la forma natural de los pechos, llegando incluso a lucir algo más caídos. Aquí, la cirugía estética de aumento de mamas en Madrid es el mejor recurso para optimizar el aspecto estético de la mujer que ya ha sido madre.