Una de las dudas que con mayor asiduidad surgen en torno a la cirugía de aumento de senos en Madrid hace referencia a la fecha de caducidad de los implantes mamarios que se utilizan en la misma. En primer lugar, antes de entrar en detalles, se debe considerar el hecho de que una prótesis mamaria pase por distintas pruebas de calidad y resistencia durante su proceso de elaboración.
No hay una fecha de caducidad exacta para sustituir las prótesis de pecho.
El avance de la ciencia siempre nos aporta múltiples ventajas y en el caso de los implantes de mama no supone una excepción. En este sentido, el cada vez más firme revestimiento empleado en las prótesis cumple una doble función:
Si bien es cierto que no es irrompible, una prótesis de pecho no posee una duración concreta, que podría solo estimarse según el tiempo transcurrido y la utilización del propio implante.
Los casos de rotura suponen alrededor del 5 % del total de prótesis colocadas en la mamoplastia de aumento y suelen producirse unos diez años después de su introducción. Para localizar esta clase de problemas, se le realizará a la paciente una ecografía o una resonancia magnética.
También es perfectamente normal que, como consecuencia del propio paso del tiempo, los senos empiecen a descolgarse tarde o temprano. Esta flacidez provocará una caída de la posición del conjunto areola-pezón, por lo que el especialista puede recomendar la elevación del pezón y la extracción de la piel sobrante. De este modo se adquiere una mayor armonía y naturalidad del busto.
Aprovechando esta nueva cirugía de elevación, la paciente tiene una oportunidad inmejorable para sustituir sus antiguos implantes por otros.
Hay expertos que opinan que la sustitución de implantes únicamente debería efectuarse cuando aparecen determinadas complicaciones tras un aumento de pecho en Madrid, como:
Salvo complicaciones, los implantes mamarios no tienen por qué cambiarse.
Es más, según los especialistas, no existe ninguna normativa sanitaria que determine la conveniencia de cambiar los implantes mamarios, sea cual sea el tiempo de duración que lleven alojados. También las compañías fabricantes comparten esta corriente de pensamiento.
No obstante, las pacientes han de seguir prestando cierta atención y sometiéndose cada dos o tres años a alguna que otra prueba. Es decir, que más que una fecha de caducidad específica, se aconseja comprobar con determinada frecuencia que las prótesis mamarias continúan en perfecto estado.