Contenidos [ocultar]
Aquellas mujeres que hayan sido operadas de un aumento de senos en Madrid y que, por lo tanto, tengan implantadas prótesis, también deben seguir realizándose las mamografías pertinentes. Es importante avisar al especialista de la presencia de implantes antes de una mamografía. Y es que estos pueden llegar a ocultar parte del tejido del pecho, por lo que la labor del radiólogo se verá algo dificultada en su capacidad de detección de algún problema.
Si, por el contrario, ambos especialistas están informados de esta circunstancia, podrán decantarse por otras opciones con el fin de asegurar la visibilidad de la mayor cantidad de tejido. En el caso de que una paciente tenga implantes mamarios, también debe seguir una pauta de realización de mamografías para controlar la evolución de las prótesis implantadas.
Tras la colocación de los implantes de mama en un aumento de senos, ciertas pruebas de control pueden verse alteradas.
Los rayos X empleados en la práctica rutinaria de mamografías no tienen la capacidad suficiente para poder ver a través de los implantes de silicona o de solución salina. En este sentido, la parte que oculta la prótesis mamaria corre el riesgo de padecer algún tipo de anomalía y, sin embargo, no poder detectarse mediante la aplicación de mamografías convencionales. Por otro lado, existen casos en los que los implantes han llegado a sufrir alguna rotura tras la aplicación de una mamografía, aunque la probabilidad de riesgo es muy baja.
Con el objetivo de ofrecer una mayor visibilidad del tejido que se encuentra oculto bajo las prótesis mamarias, a las pacientes se les realizan hasta cuatro tomas adicionales, además de las cuatro convencionales que se especifican en una adecuada mamografía. Para facilitar la existencia de estas imágenes, también conocidas como vistas con desplazamiento de implantes, la propia prótesis es desplazada hacia la pared del pecho. Y el seno hacia delante, sobre el implante. De esta forma, el radiólogo consigue una mejor visión de la parte frontal de cada pecho.
Hay que tener en cuenta que, pese a que este tipo de vistas facilitan la labor del radiólogo y unos óptimos resultados de la mamografía, para las pacientes con tejido cicatricial alrededor de los implantes suelen ser más molestas, ya que implican una mayor dificultad en su realización. Sin embargo, para aquellas mujeres intervenidas de una mamoplastia de aumento y cuyos implantes estén ubicados detrás del músculo del pecho, puede que resulte más sencillo y menos molesto.
Además, uno de los requisitos imprescindibles es el paso de unos meses desde que se colocaron las prótesis hasta someter a la paciente a una mamografía. En este sentido, las limitaciones con respecto a la correcta ejecución de una mamografía vienen de la mano de la existencia de un pecho pequeño en el que casi no existe mama y que dificulta la presión del pecho en el mamógrafo al llevar un implante.
Gracias a la evolución de la ciencia y la tecnología, en la actualidad disponemos de diferentes alternativas a poner en marcha en el caso de que no surta efecto o no se pueda aplicar una mamografía de forma adecuada en una paciente sometida a un aumento de mamas. Señalamos a continuación algunas de las opciones que se pueden contemplar:
Se trata de una prueba rápida, nada invasiva y, por lo tanto, tampoco dolorosa.
Cada vez se emplea más para el examen de casos complicados de seguimiento de pacientes con riesgo de desarrollar cáncer de mama. No implica radiación nociva.
Existen diversos estudios que arrojan datos que hacen pensar que la realización de una mamografía en pacientes con implantes mamarios pierde eficacia a la hora de descubrir células cancerígenas. Más allá de los miedos que este tipo de condicionantes pueda generar en el género femenino, esto no quiere decir que las mujeres con prótesis tengan tumores:
Ecografías y resonancias magnéticas son algunas alternativas ante las dificultades para la realización de una mamografía.
Especial interés cobra en este punto la exploración del pecho por parte de la paciente, en su propio domicilio. Y es que las mujeres con implantes de silicona, al disponer de menos tejido mamario propio, pueden detectar con mayor facilidad la posible existencia de un bulto. Además, puede darse el caso de que la propia prótesis disponga de una plataforma de superficie dura que, asimismo, facilite la palpación y el descubrimiento de algún tumor.
Con resultados de este tipo, más vale prevenir que curar. Es por ello por lo que se recomienda a todas las mujeres, tengan prótesis mamarias o no, que se realicen las mamografías periódicas establecidas. Mayor precaución deben tener aquellas que se hayan sometido a un aumento de pecho en Madrid, ya que, a la menor presencia de un bulto, deben consultar con su médico. Aunque la práctica de la mamografía se haya hecho de forma reciente.