Si usted es una de esas personas que lo ha intentado por activa y por pasiva -sin éxito-, puede que las condiciones del postoperatorio de una cirugía de aumento de mamas en Madrid le faciliten el difícil camino de dejar de fumar. No se trata de una excusa más, sino de una recomendación fundamental para asegurar unos óptimos resultados durante la propia intervención y el proceso postoperatorio.
Y es que el consumo de cigarrillos interfiere en el adecuado proceso de recuperación y en el desenlace final del método quirúrgico. Así que, si pretende aumentar su talla de sujetador, es más que aconsejable que deje el tabaco antes.
La paciente deberá dejar de fumar antes de la operación, y no retomar el hábito durante el postoperatorio.
Estamos simplemente ante recomendaciones que vienen dadas de la mano de los profesionales en cirugía estética y no es una norma que hay que cumplir fielmente. Sin embargo, tampoco estaría de más tomarse en serio este asunto y abandonar de forma definitiva el tabaco y sus negativas consecuencias.
Antes de nada, pasamos a esclarecer los complementos negativos que aporta una persona fumadora a una cirugía general. En este sentido, el tabaco incrementa las posibilidades de que se generen coágulos de sangre en las piernas de la paciente.
En concreto, ante una cirugía de aumento de pecho, el consumo del cigarrillo responde reduciendo de forma bastante apreciable la cantidad de oxígeno que, de forma habitual, suele llegar a las células en la herida quirúrgica. Como consecuencia principal, obtenemos un período de recuperación que se ralentiza en el tiempo, ampliando de esta forma las posibilidades de que se contraiga una infección en el área de la herida.
Además, a niveles generales, toda persona fumadora ve incrementadas sus posibilidades de padecer patologías cardíacas y pulmonares. En cuanto al adecuado desarrollo de la intervención quirúrgica, sea del tipo que sea, lo más probable es que el organismo de la persona fumadora requiera de un doble esfuerzo, conducido tanto hacia el corazón de la paciente como a los pulmones, para que todo acabe en éxito.
Los componentes principales del tabaco hablan por sí mismos. Alquitrán, nicotina o la inmensa mayoría de productos químicos que forman parte de un cigarro incrementan los riesgos de que se vea comprometida la salud de cualquier persona fumadora:
Además, otra de las caras ocultas del consumo de tabaco no se detiene únicamente en los efectos negativos que pueden perjudicar el normal desarrollo de una intervención quirúrgica. Para los fumadores se incrementan los riesgos de padecer varios tipos de cáncer:
Asimismo, se ven incrementadas las opciones de padecer ciertas molestias localizadas en los pulmones -como enfisemas o bronquitis crónica-, incidiendo en un control más difícil del asma.
Con respecto a la posibilidad de fumar antes y después de una cirugía de aumento de pecho en Madrid, las indicaciones de los especialistas determinan el abandono total del tabaco al menos unas cuatro semanas antes de que se ponga en práctica el procedimiento quirúrgico. En este sentido, el ambiente óptimo para realizar una cirugía de estas características requerirá dejar el cigarrillo unas diez semanas antes. Así, podemos garantizar la reducción de la aparición de riesgos en el quirófano.
El tabaco puede dificultar la correcta cicatrización tras el aumento de pecho en Madrid.
Dejar de fumar de forma definitiva no es nada fácil. Bien es sabido lo que cuesta detener el consumo de tabaco por el poder de adicción que tiene su principal elemento, la nicotina. Es por ello por lo que a la paciente se le recomienda disponer de todos los recursos que encuentre a su alrededor. Entre ellos:
Hay que tener en cuenta que los chicles de nicotina no se encuentran entre las soluciones recomendadas ni antes de la intervención ni durante el período postoperatorio del aumento de senos en Madrid, ya que podría verse alterado el adecuado desarrollo de la herida quirúrgica. Es decir, al fin y al cabo, el organismo seguirá recibiendo nicotina, aunque -eso sí- en dosis mínimas.