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Una de las dudas más frecuentes respecto a la mamoplastia de aumento es saber si esta operación es dolorosa. Como tras cualquier intervención quirúrgica, después de un aumento de pecho la paciente sentirá algunas molestias, pero esto no significa que haya que hablar de dolor en el aumento de senos.
A lo largo de este artículo se tratará esta cuestión de manera más detallada para tratar de responder a esta cuestión.
En primer lugar, hay que decir que la operación de aumento de pecho no es dolorosa, ya que se lleva a cabo, según el caso, utilizando anestesia general o anestesia local con sedación, lo que hace que la paciente no sienta nada durante la intervención.
Al utilizarse anestesia, la intervención de aumento de senos no es dolorosa.
Además, las técnicas quirúrgicas han avanzado extraordinariamente en las últimas décadas, estando muchas de las innovaciones dirigidas a controlar el dolor o molestias tras la mamoplastia.
La utilización de anestesia permite mantener libre de dolor la zona intervenida hasta 48 horas después de la operación. En este tiempo hay que mantener un estricto descanso para evitar que se produzca inflamación o dolor en el aumento de senos.
Una vez pasada la anestesia, se puede sentir algo de dolor o molestias en los senos. La intensidad y duración de este dolor va a depender de múltiples factores, en todo caso, la mayoría de pacientes hablan de un dolor leve. Solo en casos excepcionales algunas mujeres manifiestan que han sentido grandes molestias.
En una escala del 0 al 10, la mayoría de las pacientes sitúan el dolor en el aumento de pecho en el 6. Así, se puede afirmar que el dolor postoperatorio en el aumento de senos es soportable.
Tanto la técnica quirúrgica utilizada como el tratamiento durante la recuperación hacen que no haya dolor ni en el trascurso de la cirugía de aumento de pecho y en su postoperatorio.
Hay que tener en cuenta que cuando se realiza una mamoplastia de aumento, además del dolor en los pechos, en algunos casos la paciente también puede sentir un leve dolor en pezón.
Esto puede suceder si la vía de abordaje utilizada para colocar las prótesis es la llamada areolar, es decir, aquella en la que el cirujano realiza una pequeña incisión en el borde inferior de la areola.
La ventaja de esta vía de abordaje es que la cicatriz se disimula mucho menos, siendo prácticamente imperceptible, y que el riesgo de contractura capsular es menor. Por contra, uno de sus inconvenientes es que pueden aparecer molestias o dolor en el pezón, además se desaconseja si se quiere dar lactancia en el futuro.
El dolor en el aumento de mamas puede deberse a varios factores. Los más comunes son la técnica quirúrgica utilizada y la elección del lugar para colocar los implantes.
Ya se ha dicho que cuando la prótesis se coloca a través de una mínima incisión en la areola, la paciente suele sentir dolor en el pezón; pues bien, también existen diferencias según el lugar donde se sitúen los implantes.
Durante el postoperatorio, el dolor en el aumento de senos va desapareciendo.
De esta manera, si en el aumento de pecho la prótesis se coloca delante del músculo pectoral (subglandular), las molestias serán escasas y, normalmente, se puede volver a las actividades diarias a las pocas horas. En cambio, cuando los implantes se ubican detrás del músculo (submuscular) las molestias serán más notables, especialmente los primeros días.
No obstante, la diferencia entre una y otra opción con respecto al dolor en el aumento de senos tampoco es muy grande, y siempre se podrá tratar con los calmantes que prescriba el cirujano y con cierto reposo.
En algunos casos en los que la cirugía coincida con la menstruación, al dolor propio de la operación habría que sumarle las molestias que muchas mujeres sufren en las mamas antes, durante o después de la regla.
El principal consejo para evitar el dolor en el aumento de senos es ponerse en manos de un buen cirujano que realice la intervención quirúrgica en una clínica u hospital con totales garantías.
Después, durante el tiempo de hospitalización, el dolor en los senos se tratará con la medicación adecuada. Ya en casa, el dolor durante la recuperación de un aumento de pecho podrá seguir tratándose con los calmanes y antiinflamatorios prescritos por el especialista.
La paciente deberá cumplir con los cuidados establecidos por el cirujano para evitar complicaciones y para facilitar que el cuerpo se reponga lo antes posible. Si se siente alguna molestia fuera de lo normal deberá acudir a la consulta.
Las principales recomendaciones para evitar el dolor en el aumento de pecho son:
Según la técnica quirúrgica que se emplee y el lugar donde se coloque la prótesis, las molestias serán más o menos.
Por último, muchas de las pacientes que se han sometido a un aumento de pecho recomiendan intentar que la cirugía no coincida con la menstruación, por lo que se ha explicado en el apartado anterior.
El dolor en el aumento de senos irá desapareciendo conforme pasen los días después de la intervención. Normalmente, las molestias duran unos cuatro o cinco días y es variable.
Entre el segundo y el cuarto día las molestias suelen ser más intensas, si bien, lo habitual es experimentar una notable mejoría después del quinto día de postoperatorio. Pasado ese periodo, se pueden tener pinchazos o sensación de ardor en las mamas, pero el dolor disminuye cada día.