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Dar el pecho después de una operación de aumento con prótesis


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La mamoplastia es una cirugía muy frecuente en todo el mundo occidental, siendo Estados Unidos el país pionero en esta técnica que comenzó en los años sesenta. Desde entonces han evolucionado mucho tanto las técnicas quirúrgicas como la calidad y prestaciones de las prótesis hasta convertirse en una intervención muy segura. La demandan aquellas mujeres que tienen un pecho pequeño, asimétrico o que han perdido mucho volumen tras un embarazo o una pérdida importante de peso.

Una de las preguntas más frecuentes que plantean las mujeres que deciden realizarse esta intervención es si pueden dar el pecho o amamantar después de la operación de aumento de pecho. La respuesta es afirmativa, debido a que las técnicas que se usan en la actualidad para la mamoplastia de aumento tienen en cuenta esta circunstancia y el tejido glandular no queda afectado para la lactancia.

Para fundamentar esta respuesta hay que analizar con detalle algunos aspectos de esta intervención, ya que dependiendo de la técnica elegida al introducir los implantes pueden conseguirse resultados diferentes a la hora de dar el pecho con las prótesis mamarias.

Una madre y su bebé

Lugar donde se sitúa el implante

Existen diversas zonas de la mama en las que se pueden colocar las prótesis, que suele ser detrás de la glándula pero con la opción de situarla delante o detrás del músculo del pecho. La decisión final acerca de dónde situar el implante queda a criterio del cirujano una vez analizada la estructural actual del pecho de la paciente y el tamaño y tipo o modelo de prótesis que va a introducir.

Técnica de introducción del implante

Puede variar en función de la anatomía de la mama actual y el volumen de la caja torácica de la paciente. Las vías más frecuentes de introducción de la prótesis es con una pequeña incisión bien en la areola del pezón o bien debajo de la mama. La cicatriz que resulta es casi invisible, ya que en la zona de la areola hay importantes cambios de tonos y texturas en la piel que la disimulan y debajo de la mama queda oculta por el propio pecho. También influye el tipo de prótesis elegida que puede ser lisa o rugosa, redonda o anatómica.

Eligiendo un buen cirujano plástico con años de experiencia, como los que puede encontrar en BonoMédico, no hay ninguna razón que impida en el futuro dar el pecho o amamantar tras la operación de aumento de pecho, ya que con las técnica anteriores se evita cualquier tipo de daño en el tejido glandular y las prótesis se sitúan por detrás del musculo pectoral. Además, la incisión o cicatriz se realiza debajo de la mama en la zona del surco mamario por lo que el el pezón no se altera ni modifica en ningún momento.

En los casos en los que el cirujano decide introducir el implante mamario por la areola del pezón debe extremar su cuidado para no dañar ningún conducto ni la glándula mamaria, ya que, aunque ni los conductos ni la glándula se suelen ver afectados, en algunos casos quedan pequeñas cicatrices en el interior del pecho que pueden dificultar la lactancia -aunque no impedirla- si algún conducto resulta dañado.

Si la paciente advierte al cirujano de que en el futuro tiene intención de ser madre, el especialista extrema su cuidado para evitar cualquier daño en las glándulas mamarias, los conductos por donde circula la leche o los nervios.

Si se daña algún nervio, la futura madre puede perder o disminuir su sensibilidad en la zona del pezón, lo que al final puede terminar afectando a la futura bajada de la leche materna. Si durante la intervención se dañan los conductos de la leche, en la futura maternidad la paciente producirá menos leche, aunque podrá dar el pecho o amamantar después de la operación de aumento de pecho con más dificultad.

En algunos casos muy excepcionales puede llegar a ocurrir que el implante no haya dañado los conductos pero que sí los comprima un poco, lo que reduce el paso de la leche o que incluso llegue a bloquearlos por completo, lo que suele ser causa de una inflamación del pecho.

Bebé mamando

¿Cual es la técnica con menos riesgos para la lactancia?

El cirujano en todo momento debe evitar que se produzca algún daño en cualquier zona del pezón donde se encuentran los conductos por los que circula la leche y los distintos nervios que inundan de sensibilidad el pecho femenino. Estos nervios y la sensibilidad que provocan en el pezón son los responsables de avisar al cerebro para que libere oxitocinas y prolactinas, hormonas necesarias para la producción de la leche.

Con la introducción de las prótesis por la areola del pezón estos riesgos se incrementan, por lo que los cirujanos suelen elegir la zona del surco mamario para introducirla cuando la paciente les ha informado de su deseo de ser madre en el futuro. Desde esa zona, debajo de la mama, se reduce cualquier posibilidad de dañar los nervios del pezón. El cirujano elegirá la técnica más adecuada para cada paciente una vez analizada la anatomía de su mama para que la futura mamá pueda dar de mamar con implantes o prótesis de mama sin ningún problema.

¿Cómo detectar si se ha dañado el pecho tras la intervención?

Desgraciadamente, la paciente no podrá detectar si existe algún daño en su mama antes de que llegue el momento de la lactancia, hasta el momento de dar el pecho después de la operación de aumento de pecho. Si los nervios o los conductos de la leche han sido afectados, no presentan ningún síntoma ni tienen ninguna consecuencia en la estética de la mama.

Por tanto, hasta que no llegue el momento de producir la leche para alimentar al bebé no existen signos que manifiesten los daños causados. Es importante advertir al pediatra que esté llevando el control del bebé de que la madre se ha sometido a un aumento de pecho para que pueda controlar con especial cuidado su adecuada alimentación y, llegado el caso, se complemente su alimentación con el suplemento de leche artificial que considere adecuado.

¿Puedo sufrir una mastitis si tengo prótesis mamarias?

Algunos ginecólogos advierten de una mayor incidencia de esta patología durante la lactancia en las mujeres que se han implantado las prótesis situadas detrás de la glándula mamaria y ofrecen varias recomendaciones para reducir ese mayor riesgo.

En primer lugar recomiendan a la madre que se aseguren de que el bebé se toma todo el pecho y lo terminan vaciando completamente en cada toma ya que así se disminuye el riesgo de formación de una mastitis. También aconsejan que las tomas no sean muy largas y que si llegan a observan alguna pequeña inflamación en el pecho o algún síntoma de retención de la leche acudan a revisión lo antes posible.

La aparición de una mastitis también es muy frecuente en las madres que están dando pecho y no tienen implantes mamarios, por lo que otros ginecólogos no la asocian al aumento de pecho. La mastitis aguda incrementa el riesgo de sufrir una contractura capsular, por lo que deben tomarse las precauciones o prácticas que reduzcan su posible aparición.

¿La silicona afectará a mi bebé?

Otro bebé mamando

Un bebé mamando.

Es uno de los temores de muchas madres con implantes y que con el material de los implantes actuales carece de todo fundamento. No existen datos que acrediten la existencia de este riesgo para el bebé, ya que el contenido del implante no entra en contacto con la leche materna. Con las actuales prótesis de gel de silicona cohesionado no existe la posibilidad de fuga de gel dentro del pecho, por lo que se elimina cualquier posible riesgo.

Hace algunos años, con prótesis rellenas de gel que sí podían ocasionar fugas, tampoco suponía un riesgo elevado, e incluso si llegara a ingerirse una dosis mínima por el bebé los efectos en su salud serían prácticamente nulos, ya que es un material digerible por los niños -algunos medicamentos, cosméticos e incluso alimentos están hechos de silicona ya que se absorbe perfectamente-.

Algunos estudios han medido el nivel de silicón elemental -componente de silicona- en la leche materna y comparó los niveles de entre mujeres con implantes de senos rellenados con gel de silicona y mujeres sin ningún tipo de implantes de mamarios y el resultado no indicó niveles más altos en mujeres con implantes de pecho. Algo curioso es que la leche de vaca tiene niveles más altos de silicón elemental al compararse con la leche humana.

Si tengo implantes mamarios, ¿mi bebé se alimentará bien? ¿Tomará suficiente leche?

La existencia de prótesis no supone un inconveniente para la alimentación del bebé, aunque como en todos los casos de lactancia materna la madre debe vigilar las reacciones de su pequeño. Las señales que indican que el bebé se está alimentando adecuadamente son el aumento de peso de forma continuada, el número de pañales que moja cada día, al menos cinco o seis y las veces que hace caca, al menos tres al día.

Si estas señales son normales son reflejo de una adecuada alimentación por lo que no debe existir motivo alguno de preocupación. Si la madre observa o detecta algún comportamiento diferente en el bebé al dar de mamar con prótesis o implantes de mamas después de un aumento de pecho se recomienda acudir al pediatra por si fuese necesario algún complemento o refuerzo en su alimentación.

¿Se deformará mi pecho con la lactancia si tengo prótesis?

En todo embarazo con lactancia materna se producen diversos cambios en el pecho que afectan a su aspecto exterior y estos cambios tienen lugar con independencia de la existencia de implantes.

Cambios como flacidez o aparición de estrías que también se producen en las mujeres con grandes cambios de peso. El aumento de pecho no supone una mayor intensidad en los cambios o modificaciones que sufre el pecho durante el embarazo.

¿Cuánto tiempo debo esperar para quedarme embarazada?

Bebé mamando

Una mujer embarazada.

Existe unanimidad entre los médicos respecto a la necesidad de esperar un tiempo prudencial desde el aumento de pecho hasta el futuro embarazo, ya que la gestación conlleva grandes cambios hormonales en la mujer, con cambios físicos importantes como el aumento del pecho y la tensión de sus tejidos. Estos cambios en el interior del pecho no son recomendables durante el periodo de adaptación a la prótesis, puesto que pueden afectar a ese proceso, en especial a la cicatrización interna y externa.

También se producen otros cambios que pueden afectar, como una mayor retención de líquidos. Aunque no existe un proceso igual para todas las mujeres, los especialistas recomiendan una espera de al menos ocho meses desde la intervención para evitar riesgos innecesarios.

Acabo de ser madre, ¿cuándo puedo hacerme un aumento de pecho?

Como hemos comentado, todas las madres sufren diversos cambios en sus pechos con el embarazo, de mayor o menor intensidad, y que afectan a los diversos tejidos de las mamas. A esto hay que sumarle los distintos cambios hormonales que han tenido lugar y que deben recuperar su nivel normal.

El cuerpo debe recuperar su normalidad y para ello se recomienda un plazo de espera de al menos seis meses si no se amamanta al bebé y de otros seis meses tras finalizar la lactancia del bebé. Transcurrido ese plazo, el cirujano analizará el estado del pecho y decidirá si es el momento adecuado para realizar la intervención o se debe esperar algún tiempo más.

Aunque la mayoría de especialistas no plantean inconvenientes para dar de mamar con un aumento de pecho, existen algunos especialistas que no lo aconsejan, puesto que consideran que la aparición de mastitis es más elevado en caso de pechos con prótesis.

¿Cómo elegir un buen cirujano plástico?

Para evitar cualquier complicación derivada de la intervención es fundamental elegir un buen cirujano plástico, como los que pone a tu disposición BonoMédico, con años de experiencia y a un precio sin competencia.

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La cirugía estética es una rama muy compleja de la cirugía, ya que debe tener en cuenta solucionar los problemas o patologías del paciente y además conseguir un aspecto exterior impecable, que en algunos casos es extremadamente difícil, como en las reconstrucciones de mama tras un cáncer, grandes quemaduras o grandes traumatismos. Su intervención puede ser necesaria en cualquier parte de la anatomía humana, por lo que deben tener un gran conocimiento del cuerpo y aprender numerosas técnicas quirúrgicas distintas en función de los tejidos que van a operar.

Antes de cualquier intervención, el cirujano debe mantener una comunicación directa y sincera con la paciente para saber todas sus expectativas en la operación, cuáles son sus deseos y objetivos e informarle de cuáles son los resultados previsibles que no siempre coinciden con los deseados por la paciente. Debe informar a la paciente de las diversas técnicas quirúrgicas aplicables a su caso, de los posibles riesgos e inconvenientes, las ventajas y desventajas de las diversas opciones.

Cuando la paciente acude a la consulta de un cirujano, en la mayoría de los casos existe un problema o deformación real que necesita una solución quirúrgica, pero en algunos casos la preocupación de la paciente es excesiva o desproporcionada ya su problema, o bien no existe como tal o no necesita de cirugía. El cirujano debe desaconsejar una intervención en estos casos.

Las consultas con el cirujano previas a cualquier intervención son fundamentales para analizar adecuadamente las expectativas de la paciente respecto a la solución a su problema o anomalía física. El cirujano analizará el pecho actual de la paciente y la orientará respecto al resultado que ofrezca el mejor resultado posible. Tanto la exploración física como el estudio del historial médico de la paciente son imprescindibles para tomar las decisiones más adecuadas en cada caso y para descartar cualquier patología que pueda desaconsejar la intervención. Las pruebas preoperatorias son imprescindibles en los casos se se requiera anestesia y hospitalización de la paciente.

Se recomienda un estudio fotográfico del antes y el después de la operación de aumento de pecho para comparar los resultados obtenidos. Por último, cuanta más información se ofrezca a la paciente en la consulta mediante charlas, folletos o publicaciones en los que se describan todos los pasos, mejor podrá tomar su decisión acerca del aumento de pecho.


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Aviso: esta página contiene artículos de contenido médico y sanitario pero en ningún momento debe tomarse como guía exclusiva para un problema de salud. Para cualquier duda sobre un problema de salud debe acudir al especialista. BonoMédico no es un consultorio médico.

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