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Existen posibles complicaciones derivadas de la propia cirugía como infecciones, hematomas, alteraciones de la cicatrización, sangrado y existe otra complicación derivada exclusivamente de la colocación del implante mamario como es la contractura capsular. La contractura capsular o encapsulamiento del implante es el principal motivo de preocupación en algunas pacientes que desean realizarse una cirugía de aumento de pecho. Es una complicación que se repetía hace décadas, pero actualmente el riesgo de que aparezca es muy bajo.
Cuando una prótesis mamaria se coloca en el pecho, como respuesta natural crea una reacción cicatricial, un tejido dentro del pecho que lo rodea completamente y lo aisla, llamado cápsula. Es una cicatriz del tejido que se forma internamente alrededor del implante y que a veces se contrae con molestas consecuencias. En algunos casos este tejido o cápsula presenta complicaciones que pueden aparecer en cualquier momento.
Cuando el organismo crea este tejido alrededor del implante, lo único que pretende es aislarlo, reduciendo posibles reacciones. No obstante, en algunos casos esta cápsula comprime el implante, creando deformidades y molestias y una apariencia de pecho excesivamente duro. La firmeza excesiva de los pechos puede ocurrir al poco tiempo de la cirugía plástica o años más tarde, ya que se desconoce cuándo puede ocurrir.
Una vez que comienza el proceso de encapsulamiento, el cuerpo intenta por medio de la cápsula empequeñecer al máximo el implante, tratando de formar una esfera que es el cuerpo geométrico que tiene igual volumen pero con menor superficie. Es necesario que las pacientes sepan que no es el implante el que se ha endurecido sino que la cápsula se ha contraído sin que muchas veces se sepa la causa.
Aunque no están muy claros los motivos que puedan provocar una contractura capsular, se señalan estas posibles causas:
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- Una posible contaminación bacteriana, que puede provocar una reacción inflamatoria que llevará a la contractura de la cápsula.
- Implantes de superficie lisa: Estas prótesis se utilizaban en los años 80 y 90, pero todavía existen clínicas que las utilizan por ser de bajo precio. Sin embargo, este tipo de implantes lisos tienen mayor incidencia de contractura capsular y así lo demuestran diversos estudios.
- Infección: Hay más probabilidades de que se dé una contractura capsular cuando existe una infección.
- Seroma: Si ha existido seroma, puede haber mayor riesgo de una contractura capsular.
- El tabaco: Las personas que fuman tienden a tener mayor riesgo de aparezca una contractura capsular, debido a que el tabaco disminuye los niveles de oxígeno en sangre, lo que puede suponer un retraso en la curación y posiblemente una reacción inflamatoria.
¿Cómo detectar una contractura muscular?
El encapsulamiento o contractura capsular puede desarrollarse lentamente o aparecer repentinamente después de una inflamación del pecho.
- Encapsulamiento desarrollado poco a poco
- En este caso, la mujer notará tirantez o molestia en algunas zonas de las mamas y podrá ver en el espejo cómo el pecho poco a poco va cambiando de forma, haciéndose más esférico.
- Encapsulamiento repentino
- En este caso, aparece una inflamación repentina del pecho con un determinado aumento de volumen o dureza. Después de la inflamación repentina, el pecho se mantiene duro al tacto.
Diagnóstico del tipo de contractura
El cirujano plástico debe examinar las mamas y emitir un diagnostico sobre el tipo de contractura en cada caso según la escala de Baker.
La escala de Baker se usa para clasificar las mamas según la cápsula desarrollada. Dicha escala tiene cuatro grados. El grado uno es una mama blanda y el caso menos complejo y el caso cuatro una mama dura y deformada, un caso mucho más complicado.
- Grado I: El pecho es blando y la prótesis parece natural, lo que significa que la contractura es imperceptible y todo está bien. El tratamiento anti-contractura tendrá muchas posibilidades de éxito en esta etapa.
- Grado II: El pecho está un poco duro pero su apariencia es natural. Está algo más firme de lo que debería. No se tiene que hacer una cirugía durante esta etapa, pero puede ser una señal de que la capsula está comenzando a contraerse y será importante controlarla. Para detectar este grado es necesario hacer una resonancia magnética o ecografía. El tratamiento anti-contractura está indicado en este caso y las posibilidades de éxito son importantes.
- Grado III: La mama está dura, firme y su forma comienza a deformarse. En algunos casos, el tratamiento anti-contractura puede eliminar o por lo menos minimizar la contractura, pero no siempre tendrá éxito. Si el tratamiento no ayuda, será necesario cambiar la prótesis -recordemos que su duración no es ilimitada-.
- Grado IV: El pecho está duro y completamente deformado. De igual forma, la paciente puede sentir algo de dolor. La intervención de recambio de prótesis será, en estos casos, prácticamente inevitable, ya que es la única solución. Es importante que la paciente no espere hasta llegar a este grado para acudir a revisión con su cirujano plástico.
El tratamiento para la contractura capsular puede requerir cirugía para la sustitución del implante de pecho.
¿Cómo se soluciona una contractura capsular?
Una vez detectada la contractura capsular, el tratamiento más eficaz sin recurrir a la cirugía es la combinación de medicamentos con antibióticos recetados por el médico especialista, los ultrasonidos y los masajes de movilización.
El tratamiento anti-encapsulamiento es multidisciplinar: el cirujano plástico debe diagnosticar el grado de encapsulamiento para recetar los antibióticos. Otro especialista dará las sesiones de masajes de movilización y ultrasonidos.
Si el encapsulamiento es reciente, la posibilidad de eliminarlo con los antibióticos, los masajes de movilización y los ultrasonidos es muy alto, logrando en ocasiones resultados sorprendentes. Por eso se recomienda a la paciente que acuda a su cirujano lo antes posible ante cualquier sospecha.
Mientras que si el encapsulamiento lleva meses o años desarrollándose en el cuerpo de la mujer, su eliminación con los masajes de movilización, antibióticos y ultrasonidos será más difícil.
Es necesario dejar claro que el tratamiento a veces reduce el encapsulamiento pero no lo elimina. Sí suelen reducir o eliminar molestias relacionadas al proceso de encapsulación.
En los casos que los masajes de movilización, los ultrasonidos y los antibióticos no consigan reducir la contractura capsular, la solución más eficaz es reintervenir y sustituir los implantes.
- Masaje de movilización
- El objetivo de este masaje es movilizar los implantes en el perímetro del bolsillo que el cirujano plástico ha creado de forma que los desplace suavemente -pero con firmeza- en toda el área del mismo.
- El especialista moverá de forma circular el implante y hará desplazamientos en todos los cuadrantes. Las maniobras deben ser suaves pero firmes, en un movimiento regular y continuo, sin forzar al extremo.
- Ultrasonidos
- Se aplican en el periodo postoperatorio y ayudan a reducir el riesgo de encapsulamiento y contribuyen a ablandar el implante. Se ha comprobado que la administración de energía externa ultrasónica es efectiva en la modulación de la curación de tejido fibroso.
Ultrasonidos externos
Desde la última década se han comenzado a aplicar ultrasonidos externos para eliminar las contracturas capsulares en implantes mamarios. Los resultados preliminares fueron muy satisfactorios y eso contribuyó extender su uso. Se ha comprobado que el tratamiento externo de ultrasonidos es efectivo para reducir o eliminar las contracturas capsulares. Los ultrasonidos deben ser de una potencia permita alcanzar las capas profundas del tejido fibroso. Las sesiones se suelen efectuar cada 24 horas en los casos de contractura capsular establecida.
Los ultrasonidos, a pesar de ser microondas, pueden alcanzar capas profundas de tejido fácilmente.
Sesiones y planificación del tratamiento:
- En contracturas capsulares de grado 1 se hace un masaje a la semana durante ocho semanas.
- En contracturas capsulares grado 2 se hacen dos masajes a la semana durante cuatro semanas y se volverá a pasar consulta con el cirujano para determinar la necesidad de más sesiones.
- En contracturas capsulares grado 3 se hace un masaje diario durante ocho semanas y se volverá a pasar consulta con el cirujano, quien dirá si son necesarias más sesiones o en el peor de los casos, cambiar la prótesis mediante una segunda cirugía.
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