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Una vez decidido a pasar por el quirófano, el preoperatorio de la abdominoplastia requiere de una consulta con el cirujano plástico que nos operará. El médico realizará un informe detallado con nuestro estado de salud en general y de la grasa y piel que nos sobra en el abdomen, en particular. También señalará si fumamos, tomamos medicinas, vitaminas y todo lo que estime fundamental.
Seguramente el médico aconsejará al paciente que deje de tomar las vitaminas o medicinas que estuviera consumiendo, antes de la operación. Por supuesto, que le pedirá que deje de fumar durante un largo tiempo o incluso para siempre.
Además, en este encuentro preoperatorio, el paciente deberá sincerarse con su cirujano y explicarle qué aspira a conseguir con esta intervención para que el especialista le diga realmente cómo quedará, riesgos que conlleva esta técnica, así como todas las cuestiones que estime oportunas. Por ejemplo, en caso de que sea mujer, si quiere quedarse en el futuro embarazada, porque si es así el médico le recomendará que posponga la intervención.
El hecho de analizar el estado de la zona abdominal del paciente es fundamental para saber si requerirá una liposucción, miniabdominoplastia o abdominoplastia estándar. Cada procedimiento tendrá a su vez un tipo de recuperación, un tiempo mayor o menor en el hospital, y un postoperatorio determinado.
Después de esta consulta, médico, cirujano y paciente concretarán el tipo de intervención más correcta para conseguir el abdomen y silueta que quiere el paciente.
Otras cuestiones que se aclararán en este encuentro serán lo que cuesta, la necesidad de ingresar o no en el hospital y el tipo de anestesia que requerirá.
Este tipo de cirugías no se incluyen en las prestaciones de la Seguridad Social a no ser que sea por una cuestión de salud auténtica y no estética.
BonoMédico ofrece este tipo de intervenciones de abdominoplastia en Barcelona, Málaga, Palma de Mallorca, Madrid, Valencia y Sevilla, entre otros puntos de España, con cirujanos que cuentan con una amplia experiencia en cirugías estéticas.
La cirugía de abdominoplastia
Se realiza en un quirófano de un centro médico, hospital o clínica con anestesia general y con unas condiciones higiénico-sanitarias muy estrictas. El procedimiento quirurgíco dura entre 2 y 4 horas, según la cantidad de grasa y piel sobrante a tratar. En el caso de la miniabdominoplasta dura entre 1 y 2 horas.
La técnica quirúrgica empleada consiste en el corte que recorre de una cadera a otra por encima del pubis y otra incisión rodeando el ombligo cuyo fin es quitarlo de los tejidos aledaños. En la miniabdominoplastia, el ombligo se retira al al estirar la piel y la incisión de encima del pubis es menor.
Después se retira la piel de la pared abdominal hasta las costillas y quedan al descubierto los músculos abdominales, que son tensados y unidos por el medio, consiguiendo un abdomen fuerte y una cintura de avispa. La piel extirpada se baja hasta el pubis y lo que sobra se quita; el ombligo en su lugar original. Para terminar se cose y se pone vendaje y drenaje temporal al paciente.
En cambio, en la miniabdominoplastia la piel se quita sobre entre el corte y el ombligo y se elimina la piel sobrante y se cose lo realizan suturas en zona.
¿Un método para quién sí y para quién no?
Los aspirantes ideales a lucir un vientre perfecto son: hombres o mujeres, sanos, mentalmente estables, cuya silueta no esté del todo mal pero que acumulen grasa o exceso de piel en el abdomen y que, aunque se esfuercen con dieta y ejercicio físico regular, no consigan eliminar esta grasa.
Esta técnica quirúrgica ayuda sobre todo a mujeres que, tras experimentar varios embarazos, se encuentran con la piel y los músculos del abdomen muy perjudicados, relajados y sin elasticidad. También gente de edad avanzada que es un poco obesa encuentran una mejora significativa tras someterese a una abdominoplastia.
No se aconseja a mujeres que deseen tener más hijos depués de la intervención, a personas con muchísimo peso que estén a dieta o personas con cicatrices en el abdomen, que impida poderlas operar. Esto último afectará a casos concretos pues hay pacientes que pueden eliminar sus cicatrices con cirugía.
Riesgo de la técnica
Existen posibles complicaciones después de la operación, pero casi no se dan si la cirugía la realiza un profesional cualificado y acreditado en un lugar idóneo como el quirófano de un hospital, clínica o centro hospitalario.
Aún así señalar los siguientes riesgos: posibles problemas respiratorios, reacciones a las medicinas o a la anestesia, coágulos, infección, sangrado, mala cicatrización, dolor en la zona del abdomen por entumecimiento del mismo, pérdida de piel o mala cicatrización.
Estos riesgos se pueden solucionar, pues en caso de infección se utilizarán antibióticos y drenaje. En lo que respecta a trombos venosos se aconsejará al paciente que comience a moverse suavemente lo antes posible tras la operación. Para las cicatrices, se advertirá a los fumadores de que dejen el tabaco porque de no ser así conseguirán una cicatriz con mal aspecto.
Lo más negativo de la abdominoplastia es la gran cicatriz que queda para siempre. No obstante señalar que ésta irá haciendose con el tiempo cada vez más invisible, siempre y cuando no se exponga al sol. No obstante, se puede disimular con la utilización de ropa de baño o bikinis que la tapen.
Además existen medios para hacer desaparecer totalmente una cicatriz utilizando nuevamente la cirugía de la siguiente forma: se extirpa la cicatriz y se sutura otra vez en concidiones mejores. Para ello el cirujano suministrará anestesia local al paciente con o sin sedación. Éste requerirá ingreso hospitalario pero la recuperación es rápida y el proceso también pues dura una hora.
Resultados
Los resultados son muy buenos. Las personas que se operan para conseguir una silueta mejor y un abdomen más plano y bonito se sienten muy bien con ellas mismas después. No obstante, el mantenimiento de este resultado dependerá de ellos.
Pues aunque la cirugía ayuda, el milagro está en continuar con una dieta sana y equilibrada y en realizar un ejercicio moderado para mantener el aspecto logrado. Ya que de no ser así, el vientre podrá volver a tener un aspecto no deseado.
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