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La abdominoplastia es la cirugía que ayuda a fortalecer los músculos abdominales y acabar con la flacidez en la zona, al mismo tiempo que elimina la grasa que produce la nada deseada “tripa abultada”.
Aunque tanto hombres como mujeres se someten a ella, son las féminas las que la demandan con mayor frecuencia, pues tienen el abdomen peor, debido a los embarazos o predisposición anatómica a que se le deteriore más esa zona. Los hombres, por lo general, se operan el abdomen después de adelgazar muchos kilos y quedárseles la piel colgando.
Como cualquier proceso quirúrgico, el momento posterior a la intervención es doloroso y la zona tratada se suele hinchar. Esto es así pues hay que tener en cuenta que los músculos del abdomen se deben recolocar y el ombligo debe volver a su alineación normal. Es esta recolocación sufrida la que provoca ese gran dolor, que no obstante, el médico controlará gracias a unas pautas y conductas, que dará para que la convalecencia no sea dolorosa. Lo primero que siente el paciente es un dolor, más o menos soportable, para el que tomará analgésicos, si este dolor fuera a más el médico observará el motivo y actuará para atajarlo.
Además, transcurridas las 48 primeras horas, experimentará un pequeño sangrado y la expulsión de un líquido, especie de suero (seroma) y con sangre por la incisión. También le podrán dar 38 grados de fiebre. Presentará un edema en el abdomen y área del pubis, que desaparecerá a la tercera semana. Por otro lado, los moratones del abdomen no estarán a partir de la cuarta semana. La sensibilidad en esta zona irá volviendo a su normalidad poco a poco.
¿Qué se le hará al paciente después de la operación?
El postoperatorio se realizará en un principio en el hospital. Allí permanecerá el paciente de uno a dos días, para que el personal sanitario controle posibles problemas que puedan surgir, como una infección, que supondría un gran riesgo. Este periodo puede ser incluso más largo.
Lo primero y más importante es colocarle un vendaje que le comprima y sujete la zona operada. Dicho dispositivo se le retirará a las 24 horas de la operación. Cuando le den el alta, el paciente no se realizará ninguna cura. Volverá a la consulta de su doctor pasados 4 o 5 días y no se tocarán los vendajes, tan sólo le revisarán los drenajes.
Después de llevar un día los vendajes, se le pondrán una faja especial, que deberá utilizar siempre y durante las ocho primeras semanas, durante la mañana y la noche. Dicho elemento dispondrá de unos velcros que ayudarán al paciente a ajustársela.
Es conveniente tomar abundante líquido para facilitar la cicatrización de la abdominoplastia.
La faja al principio no deberá comprimir demasiado el abdomen, pues de ser así podría dificultar la circulación sanguínea en la zona operada. Pasados 3-4 días el paciente deberá apretársela cuando pueda, aunque la afloje para dormir y comer pues es un elemento que ayuda a que no se realicen muchos esfuerzos con los músculos abdominales y así se evita el dolor al realizar cualquier movimiento, al tiempo que se evita la tensión en los músculos intervenidos y cosidos.
Esta prenda ayudará también a que se peguen y adapten mejor la piel operada. Por ello, el médico le aconsejará que la utilice un mes y medio, e incluso más tiempo si los tejidos siguen sin estar bien. Los pacientes se habitúan a llevarla y llegan a sentirse muy cómodos con ella.
Otra de las medidas postoperatorias más inmediatas es la realización de un análisis de sangre para estudiar si ha perdido mucha y si es necesario un tratamiento con hierro y vitaminas, que también suelen mandar los profesionales a los pacientes semanas antes de la intervención como medida de prevención. Normalmente esto no será necesario, pues la pérdida de sangre es moderada, aunque si se realizó una liposucción u otra cirugía podrá ponerse este tratamiento si el paciente se siente muy cansado y mareado. Estas señales son propias de las personas que sufren anemia leve, en ese caso el tratamiento y el reposo serán fundamentales.
Asimismo, se pondrán dos drenajes para permitir la expulsión del seroma (especie de líquido amarillo que aparece cuando se despegan los tejidos y la grasa, es importante quitarlo para que no se acumule bajo la herida, provocando problemas) y pequeña cantidades de sangre. Los drenajes se quitarán pasadas 48 horas desde la operación y hasta que el líquido recogido sea muy poco. En la primera semana se eliminarán los puntos de sutura más superficiales, y durante tres semanas o un mes los más profundos.
¿Qué puede hacer el paciente para sentirse mejor?
Durante los primeros días en casa, el paciente deberá guardar cama durante dos días y se desplazará sólo para ir al baño. Será bueno que alguien le ayude cuando regrese a su hogar, pues lo necesitará. Poco a poco realizará pequeños paseos con una postura ligeramente flexionada hacia adelante para que no se tensione la cicatriz.
El descanso y sueño lo hará de espalda y en una posición que le provoque el menor daño en la zona operada. Con la cabeza un poco elevada y las piernas flexionadas, colocando almohadones bajo las rodillas.
Otra de las medidas que deberá guardar será no mojar los vendajes hasta que no se le retiren los puntos. Su aseo personal podrá hacerlo duchándose, con la advertencia de que debe secar los apósitos con aire frío.
El deporte contribuye a evitar el tener que pasar por una operación quirúrgica estética.
Hasta que no pasen por lo menos cuatro semanas desde la operación no podrá volver a conducir. Tras seis semanas no podrá realizar esfuerzos abdominales y pasadas ocho semanas no podrá hacer actividades o ejercicios violentos.
El estado de salud que presentará el paciente antes de la intervención marcará el tiempo de recuperación, pues personas que estén muy sanas y no fumen se recuperarán y cicatrizarán antes sus heridas que otras cuya salud o hábitos fueran peores antes de la intervención. La sensibilidad en el abdomen la adquirirá con el tiempo, aunque nunca vuelva a tener la misma.
El seguir al pie de la letra estas y otras recomendaciones que pueda realizar el médico, será fundamental para poder conseguir un buen postoperatorio. El resultado estético de la intervención se verá con el tiempo pues la cicatrización.
Resultados
Los resultados se podrán disfrutar con el tiempo y paciencia. Serán muy buenos, pero el poder apreciarlos requerirá mucho tiempo, al menos un año.
Las cicatrices serán visibles durante el primer año después de la operación y nunca desaparecerán, aunque mejorarán mucho con el paso del tiempo. No se expondrán directamente al sol para que no empeoren.
El mantener este vientre plano requerirá que el paciente realice una actividad diaria moderada y una dieta equilibrada, si no de nada servirá el esfuerzo y sacrifico sufridos. La concienciación de la necesidad de un cambio en los hábitos de vida será esencial para que el resultado de la abdominoplastia sea para siempre.
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