Reducción de pechos: el preoperatorio

En las consultas previas a la cirugía de reducción de pechos el cirujano procederá a evaluar, explorar y estudiar la forma y tamaño de las mamas así como la elasticidad y firmeza de la piel. Si lo considera necesario pedirá un estudio mamográfico.

Siempre se solicita a la paciente que se realice un estudio de su estado general de salud, que incluye diversas analíticas y un estudio cardiológico. 

Una vez analizadas las mamas, el cirujano preguntará por las expectativas que la paciente tiene puestas en esta intervención para analizar si son reales y pueden llegar a alcanzarse. Si pueden conseguirse, le explicará a la paciente la técnica que va a utilizarse así como el tipo de anestesia. Todo esto dará la información necesaria al facultativo para saber si se es, o no, una buena candidata a la operación.

Esta intervención de reducción de pechos no la cubre la Seguridad Social salvo en casos muy extremos de gigantomastia.

Siempre se recomienda, para evitar riesgos y complicaciones, dejar de fumar durante al menos 15 días puesto que el tabaco puede retrasar el  proceso de cicatrización y aumentar el riesgo de infecciones. No se deben medicamentos que impidan una correcta coagulación de la sangre. La paciente debe informar de todos los medicamentos, vitaminas, complementos o drogas que esté tomando en ese momento.

También es importante, además de formularle cuantas preguntas considere necesarias, comentar con el cirujano si desea quedarse embarazada en el futuro para que pueda optar por una técnica de reducción de pechos conservadora con la lactancia.

Consejos básicos del preoperatorio en la reducción de pechos

• Pídale al cirujano que le deje preparadas las recetas de los analgésicos para el postoperatorio.
• Debe buscar ayuda para que le lleven del hospital a casa e incluso ayuda para las tareas domésticas durante varios días.
• Es mejor que la operación de reducción de pechos no coincida con la menstruación, no porque suponga algún riesgo, sino porque durante este período el pecho sufre de ciertos cambios por causas hormonales.
• Lleva al hospital ropa suelta y que no tenga botones o cierres que deban cerrarse desde la espalda.
• No tome líquidos ni alimentos durante las horas previas a la cirugía.

El cirujano en la primera consulta examinará el pecho de la paciente y le hará fotografías para su historial clínico. En este examen analizará el tamaño y forma de los pechos, el estado y calidad de la piel de las mamas, la situación exacta de la areola y de los pezones. También estudiará el historial médico de la paciente, que deberá comentar con el cirujano sus operaciones anteriores, los medicamentos que haya tomado o esté tomando, las alergias y cualquier otra información de importancia médica.

Dependiendo de la edad de la paciente y de la existencia de antecedentes de cáncer de mama en su familia, el cirujano podrá estimar necesario realizar una mamografía antes de la intervención y otra después de la intervención de reducción de pechos. Esta prueba ayuda a detectar cualquier cambio en el tejido de las mamas. También se recomienda el autoexamen de las mamas por la paciente tras la intervención.

Esta intervención no incrementa el riesgo o la posibilidad de padecer cáncer de mama, incluso algunos especialistas afirman que los disminuyen, ya que se elimina mucho tejido mamario en el que ya no podrá aparecer ningún tipo de tumor.

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Licenciado en Medicina por la Universidad de Santander en 1984. Entre 1990 y 1994 realizó la formación de la Especialidad de Cirugía Plástica en el Hospital Regional Universitario Carlos Haya de Málaga, especialidad que viene ejerciendo desde 1995 hasta la actualidad. doctoringelmo.es También en Clínica Esbeltia