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La recuperación de la operación de reducción de pechos o mamoplastia de reducción suele ser rápida y sin complicaciones ni muchas molestias. No obstante, existe una serie de consejos prácticos para el postoperatorio que conviene cumplir.

En general, la mamoplastia de reducción, u operación de reducción de pechos, es una cirugía muy segura y con un altísimo grado de satisfacción entre las pacientes que se han sometido a ella. No obstante, existe una serie de posibles riesgos, ya sean los propios de cualquier cirugía como aquéllos inherentes a esta intervención en concreto, que es necesario conocer antes de tomar la decisión de realizarse esta operación.

La operación de reducción de pechos no sólo atañe al aspecto físico y a la apariencia de la persona sino que también aporta muchos beneficios a la salud de la mujer que sufre de un excesivo y desproporcionado peso de los senos, por no hablar de la mejora de la autoestima y de las relaciones sociales que esta intervención acarrea.

El preoperatorio de la cirugía de reducción de pechos no entraña ninguna dificultad. Siguiendo unas simples pautas que el especialista le dará, se asegurará unas mayores probabilidades de éxito en la operación y se evitarán complicaciones después de la misma.

En manos de un cirujano experto, la operación de reducción de pechos es una cirugía relativamente sencilla que no entraña grandes complicaciones. Según el grado de volumen que hayan alcanzado las mamas y según sean los problemas a corregir, se podrá optar por una u otra técnica para asegurarse que su intervención sea un éxito.

Tener unos senos excesivamente grandes y desproporcionados con el resto de la figura no repercute sólo en el ámbito estético, sino que también es la causa de muchos problemas físicos y psico-sociales. Si éste es tu caso, has completado el desarrollo y tienes un buen estado de salud, consulta con nuestros especialistas; ellos te dirán si eres una buena candidata a la intervención de reducción de pechos.