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Esta operación se suele realizar normalmente para aliviar problemas físicos más que para fines exclusivamente estéticos. Es importante señalar que no es una operación recomendable para aquellas mujeres que planeen dar el pecho tras el embarazo. Está indicada para mujeres que ven cómo el tamaño de su pecho interfiere en su día a día, ocasionándoles problemas de diversa índole.
Primero te atenderá el Dr. Carlos Corrales Benítez en su consulta privada. Él resolverá tus dudas. La operación y hospitalización se llevarán a cabo posteriormente en el Hospital Moncloa o en la %%cirugia1%%, según lo decida el especialista.
Miembro numerario de la Sociedad de Cirugía Plástica Estética y Reparadora
Licenciado en Medicina por la Universidad de Valladolid, accedió a la plaza de formación de Cirugía Plástica, Estética y Reparadora en el Hospital Universitario La Paz con la primera plaza de la especialidad en el examen MIR sobre más de 14000 aspirantes. Durante su formación completo su aprendizaje en Cirugía estética con el Dr Casado y con el Dr Martín del Yerro y el Dr Ivan Mañero. Actualmente ejerce su actividad profesional privada en Madrid compatibilizándolo con la labor asistencial reparadora y docente en el Hospital Fundación Jiménez Díaz y el Hospital General de Villalba.
Formación
Actividad complementaria
Clínica La Luz es el centro asistencial privado más grande de Madrid. La cercanía con el paciente y sus familiares ha sido la seña de identidad de este centro desde que se inaugurara en el año 1978. Esto, unido a las más avanzada tecnología y el mejor equipo humano, hacen de este centro la opción ideal para cualquier tipo de intervención.
El Hospital Moncloa es un centro hospitalario que ofrece asistencia sanitaria de máxima calidad desde hace más de 20 años, logrando ser uno de los centros de referencia de la Comunidad de Madrid en lo que a sanidad privada se refiere. Se fundó como clínica en 1993 y en 2009 recibió el reconocimiento hospitalario de tercer nivel, cambiando su nombre por el de Hospital Moncloa. Cuenta con los más cualificados profesionales así como con los mayores avances técnicos, puediendo ofrecer al paciente un servicio cercano, de calidad y de máxima eficiencia. Sus 14 quirófanos y 230 habitaciones individuales con cama de acompañante, le permiten poder afrontar culquier tipo de intervención quirúrgica.
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La cirugía para la reducción de pecho en Madrid es una intervención muy frecuente gracias a sus magníficos resultados. Es una operación muy segura y sin apenas riesgos para las pacientes.
Las candidatas a este tipo de cirugía son aquellas mujeres que tienen un buen estado de salud y no sufren patologías que puedan impedirla. Son mujeres con un pecho demasiado grande que pueden llegar a superar las tallas 120 y 130, por lo que padecen numerosos problemas e inconvenientes como:
Unos senos demasiado voluminosos pueden acarrear ciertos problemas de salud.
El tamaño de sus pechos es demasiado grande con respecto a su figura, y este volumen les produce problemas físicos y psíquicos.
No se aconseja en mujeres jóvenes que todavía no hayan desarrollado completamente su pecho. Tampoco se aconseja en las mujeres que estén pensando dar el pecho tras futuros embarazos, pero existen técnicas que no intervienen sobre la areola del pezón y permiten una futura lactancia.
Hay estudios que afirman que esta cirugía reduce el riesgo de sufrir un cáncer de mama, puesto que al extraer casi la mitad del volumen de la mama se logra reducir este riesgo en los tejidos eliminados. En esta intervención se extrae tanto grasa como tejido mamario, tejido glandular y piel, que son las zonas donde suele aparecer el cáncer de mama.
Las estadísticas señalan que se someten a una reducción de pecho en Madrid mujeres de entre 40 y 60 años que hasta ese momento no han querido o no les ha sido posible someterse a esta intervención. También acude un pequeño porcentaje de mujeres menores de 25 años con pechos muy grandes con copas C o D que les producen importantes complejos.
La mayoría de los cirujanos no recomiendan esta intervención a edades inferiores a los 21 años, ya que no se puede garantizar que haya finalizado el desarrollo de los pechos.
No es un límite inamovible, ya que el especialista analizará cada caso y, si en alguno el excesivo volumen de los pechos provocara problemas importantes antes de esa edad, se podría realizar la reducción de pecho en Madrid a una edad inferior.
Si la paciente presenta un cuadro de obesidad, siempre se aconseja que primero se pierda peso, ya que así se reducirá el volumen de las mamas. Una vez perdidos esos kilos, se podrá valorar mejor la necesidad de la intervención y el alcance de la misma.
Es una operación que en todos los casos se realiza en el quirófano de un centro hospitalario y que suele requerir que la paciente permanezca encamada durante al menos dos días para controlar su recuperación.
La operación de reducción de mama en Madrid siempre requiere anestesia general y su duración suele ocupar al menos tres horas, aunque son frecuentes los casos en los que la operación se alarga varias horas más dependiendo del total de tejido a eliminar. Además de eliminar grasa, tejido mamario y piel, el cirujano procederá a elevar la ubicación de los pezones en los casos que resulte necesario para obtener un mejor resultado estético.
Existen varias técnicas para llevar a cabo la operación de reducción de pecho en Madrid. Una de ellas se lleva a cabo mediante la práctica de tres incisiones en la mama:
En la intervención de reducción de pecho en Madrid se necesitan únicamente tres incisiones.
Con estas tres incisiones, el cirujano puede extraer y eliminar todo el volumen deseado de grasa, tejido mamario y piel. Es muy frecuente que el cirujano eleve la situación del pezón en una zona más alta de la mama. Si es necesario, o así lo desea la paciente, se puede reducir el tamaño de la areola.
Durante la operación, la areola siempre permanece unida a todos los vasos sanguíneos y a los nervios que llegan hasta ella y solo en las reducciones de un volumen muy elevado resulta necesario separarla totalmente.
Al finalizar la intervención será necesario colocar drenajes en las mamas, así como un vendaje especial para ayudar a la recuperación. El drenaje consiste en la colocación de unos pequeños tubos en las mamas que ayudan a evitar una mayor inflamación. Se retiran en tres o cuatro días.
Los puntos en las cicatrices se suelen retirar pasados unos diez días. Los vendajes especiales que se colocan tras la intervención se retiran al final de la primera semana y se sustituyen por unos sujetadores especiales que deberán utilizarse durante todas las semanas que decida el cirujano, dependiendo de la evolución de cada paciente.
Es una operación importante y de cierta complejidad, por lo que es muy normal que la paciente se encuentre cansada durante varios días.
La vuelta a la vida normal tardará unos cuatro días, dependiendo de la evolución de cada paciente.
La recuperación de la reducción de pecho en Madrid es dolorosa pero todas las molestias se reducirán o incluso desaparecerán con una medicación adecuada. Las molestias pueden permanecer hasta pasadas las dos primeras semanas.
Los vendajes especiales que se colocan tras la reducción de pechos se retiran en unos cinco o siete días para sustituirlos por un sujetador especial que deberá utilizarse durante todo el tiempo que estime necesario el cirujano.
Además de las molestias y el dolor moderado -que se soluciona con analgésicos-, es muy frecuente que durante las primeras semanas las pacientes sientan en la zona la sensación de ardor o picores intensos. No se recomienda aplicar calor o frío sin la previa aprobación del cirujano.
Todas las molestias asociadas a la reducción de mamas desaparecen progresivamente en las primeras semanas hasta hacerlo totalmente.
Es totalmente normal que tras una reducción de pecho en Madrid aparezcan hematomas en la zona operada y que tardarán varias semanas en desaparecer. Además de hematomas, también es frecuente la aparición de costras en las cicatrices, que se caerán progresivamente.
Se dan casos en los que las pacientes pierden parte de la sensibilidad en los pezones durante algún tiempo. Son muy pocas las intervenciones en las que se pierde esta sensibilidad con carácter definitivo y este efecto secundario puede reducirse en gran parte con la habilidad y experiencia del cirujano.
Para comprobar los resultados definitivos habrá que aguardar algunos meses.
El principal motivo de satisfacción de las pacientes se debe a que los resultados de esta intervención son permanentes. Para poder comprobar el resultado final, habrá que esperar varios meses hasta que desaparezcan todos los hematomas y la inflamación derivada de la intervención. Durante este tiempo, el tejido de la mama se irá adaptando progresivamente a la nueva forma y volumen. Los nuevos pechos serán más pequeños y con mayor firmeza. La paciente podrá elegir toda clase de ropa y podrá practicar cualquier deporte sin la molestia que suponían unos pechos demasiado grandes.
El cambio de imagen será muy importante, con resultados definitivos que irán evolucionando con el tiempo, ya que tanto la forma como la caída de los pechos sufrirán los cambios normales derivados del paso de los años.
Tras una reducción de pecho en Madrid se podrá volver al trabajo en un plazo que oscila entre los cuatro y los diez días -dependiendo de la evolución de cada paciente-, siempre que sea una actividad laboral que no precise de esfuerzos físicos. Las actividades físicas importantes, laborales o deportivas, deben aplazarse durante varias semanas hasta una completa recuperación. Esta espera dependerá en cada caso de la evolución de la paciente.
Durante la intervención se elimina una importante cantidad de tejido mamario y, como medida preventiva, los cirujanos suelen recomendar a sus pacientes que se analicen en el laboratorio muestras de esos tejidos para verificar que todo el tejido está completamente sano y no hay signos de la existencia de un cáncer de mama.
Es una intervención que requiere de posteriores visitas de control con el cirujano plástico para verificar que todo evoluciona adecuadamente y no se produce ninguna complicación.
Tanto en la fase preoperatoria como tras la cirugía, existen una serie de consejos básicos que deben tenerse en cuenta cuando una mujer decide someterse a esta intervención y que pueden resumirse en los siguientes:
Las glándulas mamarias solo se pueden disminuir mediante su extracción y, por tanto, las mujeres que sufren por tener pechos demasiado grandes solo tienen como solución a su problema la cirugía de reducción de pecho en Madrid, la cual debe ser realizada por un cirujano plástico cualificado.
Es el cirujano quien le indicará a la paciente cuál es la mejor técnica para su caso una vez analizado su pecho, su volumen en comparación con el resto de su cuerpo y de acuerdo también a los resultados que la persona desea.
En muchos casos, el tener unos pechos con demasiado volumen también afecta a otras partes del cuerpo de la persona como:
Una cirugía de reducción de mamas es primordial en aquellos casos en los que distintas zonas corporales de la paciente se ven afectadas.
Con la cirugía de reducción de pecho en Madrid, la paciente elimina las molestias o dolores en espalda y cuello que le supone un exceso de peso, mejora su aspecto físico y se le facilita un aspecto tan cotidiano como la elección de ropa para vestir y de sus trajes de baño. Además, se le ayuda con su carga emocional y psicológica, ya que muchas veces puede sentirse atacada por comentarios sexuales o miradas no deseadas que pueden molestarla continuamente -actualmente los pechos grandes son símbolos de sexualidad femenina-.
Asimismo, unos senos demasiados grandes o caídos llaman demasiado la atención y, al igual que unos senos demasiado pequeños, pueden llegar a afectar emocionalmente a la persona.
La corrección del tamaño y forma de las mamas están justificadas desde un punto de vista psicológico, logrando en la mayoría de las pacientes incrementar su autoestima y bienestar.
La mamoplastia de reducción logra que las mamas sean más firmes y pequeñas, sin el peso excesivo de un busto grande. La paciente podrá practicar deportes y otras actividades físicas sin el temor de que sus pechos se moverán, llamarán demasiado la atención o le producirán dolores de espalda.
Columna vertebral, hombros y nuca pueden dañarse con un excesivo busto.
Las cicatrices de la operación sanarán en unos meses y, aunque serán visibles después de la operación, tomarán un color blanquecino con el tiempo, lo que las harán menos visibles al ojo. Sin embargo, el resultado es variable y son más visibles en algunas personas que en otras. Por suerte, las cicatrices se encuentran en áreas cubiertas por ropa.
La reducción de pecho en Madrid ofrece un cambio inmediato en la apariencia de la persona, lo que la hace sentir bien tanto física como psicológicamente. Y es que la mayoría de las mujeres llegan a estar muy satisfechas con los resultados de tener unos senos de menor tamaño. De acuerdo a las estadísticas, el nivel de satisfacción en este tipo de intervención quirúrgica se encuentra entre los más altos de la cirugía plástica, al igual que los de aumento de mama.
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Otra de las ventajas de la reducción de pecho es que la paciente que se someta a dicha intervención no deberá pasar mucho tiempo sin hacer sus actividades diarias, pues es poco el tiempo de reposo que precisa después de la operación. A menudo es posible el regreso una o dos semanas después de la cirugía, dependiendo del trabajo. Si es un trabajo que no requiere mucho esfuerzo físico ni donde debe de realizar muchos movimientos bruscos, entonces a los diez días o dos semanas estará de regreso a sus labores profesionales. En caso contrario, la paciente deberá esperar de seis a ocho semanas para volver a su empleo.
De igual forma, en la mayoría de los casos, la paciente podrá volver a sus actividades normales -incluyendo el ejercicio moderado- después de varias semanas. En las primeras semanas, deberá abstenerse de tener relaciones sexuales. Su cirujano le indicará durante cuánto tiempo. Después de ese período, deberá manipular su busto con extremo cuidado por lo menos durante seis semanas a la hora de tener relaciones.
Es importante que la paciente conozca que sentirá alguna molestia moderada y periódica durante cierto tiempo después de la cirugía, lo cual es normal.
Siempre pueden aparecer posibles complicaciones tras una cirugía, pero no son frecuentes. Las complicaciones que pueden aparecer tras la cirugía de reducción de pecho en Madrid son las siguientes:
No es frecuente, pero en la reducción de pecho en Madrid también pueden aparecer complicaciones.
La cirugía de reducción de pecho tiene por objeto la extirpación de piel y de tejido mamario con el fin de disminuir el tamaño de las mamas. Su finalidad esencial es conseguir una notable mejora en su salud, deteriorada por:
Con la reducción de pecho en Madrid se logra, por otro lado, una mayor firmeza en los pechos y una mejora sustancial desde el punto de vista estético.
La hipertrofia consiste en el crecimiento exceso de las mamas, la cual suele presentarse por:
Igualmente, se suele hablar de gigantomastia, que es cuando el crecimiento del seno se produce de forma excesiva y anormal, provocando en la mujer graves consecuencias físicas y funcionales, como:
El problema de las mamas hipertróficas que se presenta en muchas mujeres se suele solucionar con una cirugía de reducción de senos.
Esta cirugía permite que la paciente mejore física y estéticamente, solucionando por partida doble sus expectativas.
Este tipo de procedimiento quirúrgico se realiza de manera más frecuente en mujeres perimenopáusicas, principalmente por cambios hormonales y sobrepeso. Pero también se realiza en mujeres jóvenes que han tenido un desarrollo exagerado de sus mamas, lo que les ha generado una deformidad y caída de sus senos.
Muchas mujeres que tienen el pecho grande y caído dicen que no les gusta porque sienten que les molesta y no les resulta útil, surgiendo serios inconvenientes como el hecho de que les sea difícil encontrar un sujetador de su talla, o les resulte especialmente molesto para dormir. Incluso no suelen sentirse cómodas cuando desean tener relaciones sexuales, generalmente por vergüenza de que las vean con unos senos deformes.
En consecuencia, el que una mujer decida someterse a una cirugía para reducirse las mamas no solo es una cuestión de estética, sino que se trata de una cuestión de salud y vida sana, ya que un pecho grande puede llegar a provocar muchas molestias en la mujer. No obstante, gracias a la cirugía plástica, las mujeres pueden corregir estos problemas y favorecer que se puedan sentir mejor consigo misma tanto a nivel estético como a nivel funcional.
Esta cirugía presenta un alto grado de satisfacción entre las pacientes.
No obstante, sobre este último aspecto es necesario comentar que muchos cirujanos plásticos aconsejan posponer la reducción de pecho en Madrid en el caso de que la mujer desee dar el pecho en el futuro, ya que en este tipo de intervenciones no se puede garantizar la lactancia de la mujer. Por este motivo, se trata de una cuestión que la mujer deberá comentar, con carácter previo, con su cirujano plástico.
En el caso de que hubiera que eliminar una gran cantidad de tejido mamario, es decir, en el supuesto de que se trate de una gigantomastia, es muy posible que la areola y el pezón se trasladen a través de un injerto, en cuyo caso sí se podrían interrumpir las conexiones entre el pezón y el tejido glandular residual.
En la cirugía de reducción de pecho en Madrid debe extraerse correctamente el exceso de glándula mamaria para que de esta manera se obtenga un adecuado contorno del seno y se procuren mantener al máximo las conexiones de la glándula con la piel, porque la mama es en realidad una glándula cutánea. Los cirujanos plásticos procurarán conservar los nervios que van hacia la areola para que de esta manera se preserve, dentro de lo posible, la sensibilidad táctil y erótica. No obstante, a pesar de los esfuerzo del cirujano plástico, algunas mujeres pueden perder parcial o totalmente la sensibilidad de la areola y pezón, aunque esta pérdida suele ser solo temporal.
Generalmente, en mujeres con senos muy grandes, la sensibilidad de los mismos suele estar muy disminuida con carácter previo a la intervención.
En el supuesto de que haya que movilizar las areolas vía injertos, la pérdida de sensibilidad suele ser mayor.
El cirujano plástico procurará dejar lo menos visibles a terceros las cicatrices, procurando no sobrepasar los límites de un bikini, si bien dependerá de la amplitud de la base de las mamas.
En este tipo de intervenciones se usa la anestesia general, si bien controlada con un minucioso seguimiento electrocardiográfico, de saturación de oxígeno en sangre, tensión arterial y respiratoria.
La duración de este tipo de intervenciones gira entre las dos horas y media y las cuatro horas aproximadamente, dependiendo de cada caso, especialmente en función del tamaño y la forma de la mama. Las hipertrofias más importantes necesitarán de mayor tiempo de intervención.
Una gran parte del tiempo de la intervención se destina a las suturas, especialmente en el supuesto de senos muy grandes, dado que deberá prestarse especial atención con la finalidad de que las cicatrices se noten lo menos posible.
En muy raras ocasiones es necesario realizar alguna transfusión de sangre a la paciente. Es posible que durante el postoperatorio se presente algún sangrado de las heridas. En este caso se acudirá al cirujano plástico. Se recomienda no tomar ningún tipo de anticoagulantes antes ni después de la intervención quirúrgica de reducción de pecho en Madrid.
Para ser candidata a una reducción de pecho en Madrid hay que cumplir determinados requisitos.
Una de las preguntas habitualmente surgidas al plantearse la paciente la posibilidad de someterse a una reducción de pechos es si realmente está considerada como idónea. Pues bien, este procedimiento está indicado para todas las mujeres con hipertrofia mamaria o gigantomastia, ya sea por motivos de salud o por motivos de estética. Generalmente, cuando las mujeres cumplen la mayoría de edad, es cuando se comienza a demandar este tipo de intervenciones de cirugía plástica, con el fin de esperar a que el desarrollo mamario se haya completado.
Este tipo de cirugía también es frecuente en mujeres que se encuentran en la fase de perimenopausia, pues durante esta edad se producen importantes cambios relacionados con las hormonas, las cuales pueden acarrear consecuencias como el crecimiento mamario a costa del acumulamiento de grasa en la mama.
Está indicada también en casos de:
Esta cirugía tampoco se recomienda a mujeres inestables psicológicamente.
Existen tres tipos de técnicas y estas van a estar determinadas por el posible tipo de cicatriz residual:
La cicatriz se sitúa en torno a la areola, así como una cicatriz vertical desde el borde inferior de la areola hasta el surco submamario, que es el que se localiza debajo de la mama.
Esta se utiliza para reducciones elevadas y en gigantomastias. Además de la cicatrices mencionadas anteriormente, se suma otra que atraviesa el surco submamario, en forma de T invertida. Esta técnica también es conocida como forma de ancla.
Con el empleo de esta técnica, las cicatrices son casi imperceptibles. No obstante, solo se indica para mamas hipertróficas por el crecimiento de la grasa y no necesariamente de la glándula mamaria. Además, la calidad de la piel de la paciente debe ser buena y con capacidad de retracción. Con esta técnica de reducción de pecho en Madrid no se dejan las mamas firmes pero sí se disminuye considerablemente el volumen de las mismas.
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