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Riesgos, problemas o complicaciones en la rinoplastia

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Publicado en Rinoplastia

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Lo primero que hay que afirmar es que los riesgos de la rinoplastia son mínimos. Pero aunque la rinoplastia sea considerada como una intervención quirúrgica segura y con un elevado nivel de satisfacción, no obstante, en la medida en que se trata de una operación, no está exenta de riesgos o posibles complicaciones, si bien estos suceden en raras ocasiones.

Entre los riesgos de la rinoplastia pueden surgir posibles infecciones, sangrados mayores de lo habitual, o reacciones a la anestesia. El riesgo de estos efectos se minimizan siguiendo las instrucciones marcadas por el cirujano plástico durante el postoperatorio.

Pudiera ser que, dado que la estructura de la nariz es rígida -en el caso del hueso-, o semirígida -en el caso de los cartílagos-, pudieran quedar pequeñas esquirlas óseas o cartilaginosas que pudieran afectar al contorno de la nariz una vez que la inflamación ha disminuido. Lo anterior, puede requerir un pequeño retoque a posteriori.

Por regla general, las heridas suelen estar dentro de la nariz, no siendo visibles frente a terceros. Pueden también surgir pequeñas simetrías o irregularidades que requieran alguna pequeña intervención posterior para corregirlas.

¿Cuáles son los principales riesgos de la rinoplastia?

En definitiva, se pueden considerar las siguientes complicaciones, y aunque la mayoría son muy infrecuentes, siempre es conveniente comentar cada una de ellas con el cirujano plástico:

  • Posible sangrado. Si ocurriera un episodio de hemorragia durante el postoperatorio, el paciente debe acudir de inmediato a un centro médico con el objeto de detener el sangrado. Con la finalidad de no avivar el sangrado durante la intervención o durante el postoperatorio es muy importante no ingerir aspirinas, medicamentos antiinflamatorios y similares durante los diez días previos a la intervención quirúrgica. Por otro lado, la acumulación de sangre debajo de la piel es un motivo de que se retrase el proceso de recuperación y curación del paciente así como el origen de una posible cicatrización excesiva.
    Los riesgos de la rinoplastia se presentan solo en situaciones muy excepcionales.

    Los riesgos de la rinoplastia se presentan solo en situaciones muy excepcionales.

  • Riesgo de infecciones. Es infrecuente que se presente un cuadro infeccioso tras la operación. No obstante, de surgir se minimiza con un tratamiento médico adecuado a base de antibióticos. 
  • Riesgo de hematomas, que irán desapareciendo con el transcurrir de los días.
  • Hinchazón. La nariz estará inflamada en torno a treinta días. Poco a poco, la nariz se amoldará a su nueva estructura nasal. Generalmente, para poder visualizar los resultados finales de la rinoplastia habrá que esperar, aproximadamente, unos seis meses, una vez que la inflamación haya desaparecido por completo.
  • Reacciones a medicamentos.

Otros posibles problemas adicionales

  • En ocasiones pueden aparecer puntos rojos diminutos debido a la rotura de vasos sanguíneos. Generalmente desaparecen con el paso de los días, sin embargo, en ocasiones pueden ser permanentes.
  • Riesgo de cicatrices en los casos en que se use una rinoplastia abierta. Sin embargo, estas cicatrices serán prácticamente imperceptibles.
  • Posibles riesgos respiratorios. La estadística nos muestra que en torno a un 1% de los pacientes sometidos a una rinoplastia desarrollan algún problema respiratorio, lo que podría necesitar una nueva intervención para corregirla.
  • Los riesgos estéticos se pueden deber bien a un posible error en la técnica empleada o bien a alguna reacción del organismo, tales como la asimetría nasal, los pinzamientos en la punta de la nariz o irregularidades en el contorno de la piel.
  • Alteraciones de la sensibilidad cutánea.
  • Molestias.
  • Reacciones a la anestesia.
  • Alteraciones en el olfato.
  • Si el paciente está ingiriendo algún tipo de medicación, debe comunicarlo al cirujano plástico.

Complicaciones durante la recuperación

Es muy importante seguir al pie de la letra las indicaciones que haya dado el cirujano respecto al periodo del postoperatorio para que los riesgos de la rinoplastia sean mínimos. El incumplimiento de dichas indicaciones puede generar algunas irregularidades, anomalías o resultados no deseados.

El paciente debe interiorizar la idea de que los riesgos de la rinoplastia, con carácter general, pueden disminuir o minimizarse si se siguen las recomendaciones que dé el cirujano plástico tanto para el preoperatorio como para el período del postoperatorio.

Dado que la nariz es una estructura rígida, en la zona del hueso, y semirígida, en la zona de los cartílagos, podría ocurrir que se desprendieran pequeñas esquirlas óseas o cartilaginosas de modo que generaran algún defecto en el contorno de la nariz.

En estos casos, una vez que deje de estar inflamada la zona intervenida y se pueda percibir con claridad los resultados obtenidos, pudiera ser necesario realizar algún retoque en el contorno de la nariz.

En aquellos pacientes que tengan una piel gruesa, una posible inflamación exagerada puede generar que el resultado final no sea el esperado, ya que si alguna zona no llegara a desinflamarse por completo, alterará los volúmenes finales de la zona afectada.

Podría ocurrir que el injerto de cartílago usado en la rinoplastia cure de forma anómala e incluso que el mismo sufra algunas curvaturas debido a su memoria biológica.

Con la técnica cerrada no quedarán cicatrices visibles, ya que la intervención discurre dentro de los orificios nasales.

¿Qué otros riesgos pueden presentarse?

Los riesgos de la rinoplastia se minimizan en caso de seguir al pie de la letra las indicaciones del cirujano.

Los riesgos de la rinoplastia se minimizan en caso de seguir al pie de la letra las indicaciones del cirujano.

Con carácter general, las heridas no serán visibles al encontrarse dentro de la nariz. No obstante, si hubiera que estrechar los orificios nasales o bien fuera necesario usar la técnica de la rinoplastia abierta, pudieran visualizarse las cicatrices, si bien serán casi imperceptibles y deben ir desapareciendo con el tiempo.

Aunque es excepcional podría surgir una perforación en el tabique nasal (septum), tanto si se intentan corregir problemas respiratorios como cuando se necesita cartílago para injertar y se decide usar el el propio tabique del paciente como zona donante. Estas perforaciones septales se deben corregir si se generan problemas respiratorios.

Se pueden generar posibles asimetrías o irregularidades, lo que puede requerir una segunda intervención para corregirlas.

La comunicación con el cirujano, fundamental

Resulta esencial que haya una comunicación fluida entre paciente y cirujano plástico. En ciertos casos, los resultados logrados con la operación de nariz no colman las expectativas iniciales del paciente. Esta situación podría no ser consecuencia de una mala praxis, sino de una falta de objetividad acerca de los resultados que verdaderamente pueden obtenerse.

El paciente debe conocer las posibles complicaciones de la operación de nariz para poder prevenirlas.

El paciente debe conocer las posibles complicaciones de la operación de nariz para poder prevenirlas.

Debido a ello, el paciente habrá de exponer al cirujano sus objetivos acerca de la intervención y este le confirmará o no la viabilidad de los mismos. Si fuesen posibles, el siguiente paso será la valoración estética del especialista para estimar si es aconsejable o no seguir el proceso.

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Riesgos de la anestesia

En relación a los riesgos de la rinoplastia relacionados con la anestesia, sería conveniente comentar lo siguiente:

Con carácter general, este tipo de intervenciones se realiza bajo anestesia general, desplazando a la anestesia local con sedación, con el objeto de evitar riesgos innecesarios para el paciente o posibles lesiones que pudieran surgir. Este tipo de anestesia facilitará al cirujano plástico realizar todos los pasos necesarios para alcanzar los resultados deseados.

En la rinoplastia, se usará la anestesia general a través de la intubación orotraqueal, obturación y sellado seguro tanto de la vía aérea como digestiva, consiguiendo una ausencia total de dolor e hipotensión controlada, lo que garantizará que la intervención discurra sin dolor y con total seguridad.

El papel del anestesista en la rinoplastia tiene repercusiones no solo sobre el riesgo vital del paciente sino también sobre el resultado estético finalmente conseguido. De hecho se suele decir que la anestesia general en las rinoplastia es diferente al resto de intervenciones quirúrgicas de cirugía estética.

¿Qué peculiaridades presenta la anestesia en estos casos?

Por norma general, la cirugía de nariz se realiza administrando anestesia general al paciente a tratar.

Por norma general, la cirugía de nariz se realiza administrando anestesia general al paciente a tratar.

Veamos algunos de los motivos que hacen un poco más particular la anestesia general en los casos de rinoplastia: 

  • Para conseguir un mayor control del sangrado, ya que los tejidos nasales y septales están muy vascularizados y, por tanto, con una mayor propensión al sangrado.
  • Para controlar una posible obturación por vía aérea o digestiva, ya que a pesar de que se controle el sangrado, es inevitable, como en cualquier intervención, que este se produzca, aunque sea en menor medida. Debido a la posición del paciente, ese pequeño sangrado podía filtrarse hacia la tráquea, pulmones, esófago o el estómago, lo cual se debe evitar.
  • Para eliminar el dolor. Los anestesicos locales no garantizan la eliminación del mismo, lo cual podría llegar a ser demasiado doloroso cuando el cirujano interviene la zona osea.

Como consecuencia de lo anterior, si existiera dolor, el paciente sufriría mayor ansiedad y se movería, lo cual podría afectar a los resultados de la intervención. En definitiva, debe eliminarse, por completo, tanto el dolor del paciente como controlar los posibles brotes de ansiedad o movimientos del mismo, lo cual se consigue con la anestesia general. Evidentemente, ninguna intervención quirúrgica debe realizarse con dolor o movimientos del paciente. Si bien, con una sedación profunda se puede minimizar el riesgo del dolor y movimientos del paciente, existirá un posible riesgo de broncoaspiración.

Precauciones a tener en cuenta

Los aspectos más delicados desde el punto de vista de la anestesia aplicada a la rinoplastia son controlar las vías aerodigestivas y la hipotensión. Para controlar la hipotensión con total seguridad se necesita el uso de la anestesia general. Lo que el cirujano persigue con el control de la hipotensión es reducir el sangrado, tanto porque permitirá al cirujano plástico intervenir la zona libre de sangre como por el hecho de que es muy importante que el cirujano plástico pueda visualizar las estructuras internas de la nariz, lo que resultaría muy complicado si no se controlara el sangrado.

Es fundamental conocer las complicaciones y los riesgos de la rinoplastia antes de la intervención.

Es fundamental conocer las complicaciones y los riesgos de la rinoplastia antes de la intervención.

Igualmente, se pretende evitar la broncoaspiración, es decir, que la sangre se filtre hacia los pulmones o hacia el estómago, ya que dichas filtraciones podrían ocasionar vómitos del paciente durante el postoperatorio, gastritis, e incluso, la acidez de la sangre podría ocasionar lesiones pulmonares en caso de broncoaspiración y otros efectos indeseables.

Para reducir el riesgo del sangrado, no solo se acude a la hipotensión, sino también puede usarse la adrenalina con el objeto de alcanzar una vasoconstricción o cierre parcial de las arterias.

El uso de la anestesia local no garantiza la ausencia de molestias del paciente e incluso sangrado abundante, lo que complica la labor del cirujano. Lo anterior, conlleva a que se demande del anestesista una sedación profunda con el objeto de minimizar los movimientos del paciente y, con ello, los riesgos derivados de una broncoaspiración.

Problemas de la anestesia local

Pese a ello, la utilización de anestesia general no impide la consecución ni el control de los índices de presión arterial idóneos, disminuyendo así el sangrado. Además, este tipo de sedación favorece el desempeño del cirujano, pues se descarta la posibilidad de que el paciente realice excesivos movimientos a lo largo de la cirugía.

Dentro de los posibles problemas, se encuentran los relativos a la anestesia, comunes al resto de cirugías.

Dentro de los posibles problemas, se encuentran los relativos a la anestesia, comunes al resto de cirugías.

Una vez el paciente se encuentre dormido, existe la opción de aislar la sangre y las secreciones bucales de los pulmones. Esto se consigue gracias al empleo de un tubo en la tráquea y taponando la faringe. Son estas unas actuaciones a considerar únicamente cuando se encuentre bajo los efectos de la anestesia general, habiendo de proceder a su retiro antes de que pueda despertar.

Ventajas de la anestesia general

Por tanto, los beneficios o ventajas derivados de la utilización de la anestesia general son, entre otros:

  • Que el paciente no sentirá dolor alguno.
  • El paciente permanecerá inmóvil, facilitando la tarea al cirujano.
  • No fluirá sangre en los tejidos de la zona sobre la que se va a intervenir.
  • La hipotensión estará controlada durante todo la operación.
  • Obturación tanto de la vía aérea como de la vía digestiva, con lo que se evitará la broncoaspiración como los vómitos.
  • El paciente estará perfectamente oxigenado y controlado.
  • El cirujano plástico podrá realizar la intervención con total normalidad.

Por todo lo dicho, y con vistas a reducir los riesgos de la rinoplastia, solo se debe usar la anestesia local cuando se trate de pequeñas intervenciones o procedimientos que afecten a partes blandas, sin necesidad de manipular el hueso nasal.

 
  • Artículo escrito por:
  • Doctor Miguel Fernández Calderón

  • Dr. Miguel Fernández Calderón es Licenciado en Medicina por la Universidad de Castilla La Mancha y número 1 en el examen MIR de su promoción. Se especializó en Cirugía Plástica, Estética y Reconstructiva en el Hospital Universitario La Paz. Se ha formado en cirugía de la mano y de reconstrucción mamaria así como en cirugía estética complementaria (cirugía del envejecimiento facial, contorno corporal y rinoplastia, cirugía de reasignación de género facial, corporal y genital, cirugía íntima…) y cirugía estética mamaria y cirugía del envejecimiento facial.
  • El Dr. Fernández es el miembro número 1.097 de la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (SECPRE).
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