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Tratamiento de la depresión


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Publicado en Enfermedades

Ante cualquier sospecha de que una persona padece depresión, lo primero que se debe hacer es acudir a un médico para que realice un diagnóstico y, en su caso, pueda recomendar un tratamiento de la depresión. Normalmente, el trastorno depresivo se trata con medicamentos o con psicoterapia. De hecho, en la mayoría de casos se suele prescribir algún tipo de fármaco junto con apoyo psicológico.

Cualquier tratamiento debe ser seguido hasta el final, pues si el paciente abandona este antes de que el médico lo indique, se corre el riesgo de sufrir nuevos episodios depresivos más adelante y de que estos se manifiesten con más virulencia. 

Antes de explicar los tratamientos más utilizados para afrontar la depresión, habría que hacer mención al posible origen de esta enfermedad. Este punto es interesante porque si no se comprende qué produce la depresión, es imposible tratarla adecuadamente.

Así, cabe decir que los diferentes estudios científicos se inclinan por situar el origen del trastorno depresivo en el cerebro, de modo que la alteración de ciertas sustancias bioquímicas o de neurotrasmisores responsables del estado de ánimo, el pensamiento o el comportamiento (como la serotonina o la dopamina), producirían estados depresivos en la persona.

Tratamiento de la depresión

Una vez que se conocen las posibles causas genéticas de esta patología, cuando se llega al diagnóstico el médico podrá establecer varias formas para tratar la depresión. Los más comunes son la medicación y la psicoterapia, pudiendo encontrar varias alternativas dentro de cada tipo. A continuación se exponen más detalladamente los tratamientos mencionados.

Medicamentos para la depresión

Dentro de los fármacos más utilizados para tratar la depresión están los antidepresivos, con los que se persigue normalizar las sustancias químicas naturales del cerebro (serotonina y norepinefrina). Existen además otros antidepresivos que se centran en normalizar el neurotransmisor dopamina. Algunas investigaciones recogen que estas últimas sustancias químicas influyen en la regulación de los estados de ánimo, pero no detallan de forma exacta y segura cómo es su funcionamiento.

Inhibidores de serotonina

Para muchos especialistas, la depresión es la enfermedad del Siglo XXI.

Para muchos especialistas, la depresión es la enfermedad del Siglo XXI.

Actualmente, están en boga los medicamentos denominados inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina. Entre los que están:

  • Fluoxetina (Prozac).
  • Citalopram (Celexa).
  • Sertralina (Zoloft).

También están los inhibidores de la recaptación de serotonina y norepinefrina, que son muy parecidos a los anteriores y abarcan:

  • Venlafaxina (Effexor).
  • Duloxetina (Cymbalta).

En ambos casos se utilizan con mayor frecuencia que los antidepresivos más antiguos, como los tricíclicos (conocidos así debido a su estructura química) y los inhibidores de la monoamino oxidasa, porque suelen producir menos efectos secundarios. A pesar de todo ello, estos medicamentos más innovadores no están exentos de efectos secundarios, y pueden que en algunos pacientes los médicos prefieran utilizar los tradicionales.

Inhibidores de la monoamino oxidasa

Los enfermos con trastorno depresivo que sean tratados con inhibidores de la monoamino oxidasa no podrán tomar ciertos alimentos y fármacos, para evitar interacciones peligrosas. Entre estos alimentos que deberán evitar, están los que contengan altos niveles de tiramina (muy presente en quesos, vinos y pepinillos) y los medicamentos descongestivos. Esto es así porque la tiramina junto con dichos medicamentos para la depresión provocan un incremento de la presión arterial que podría producir un derrame cerebral.

El pesimismo, sensación de impotencia, sentimiento de culpa, irritabilidad, falta de sueño e inquietud, son algunos de los síntomas más comunes de la depresión.

Por esta razón, el médico para evitar altos riesgos, proporcionará al paciente una lista completa y detallada de los alimentos, medicamentos y otras sustancias prohibidas por su interacción peligrosa con los inhibidores de la monoamino oxidasa.

Litio para la depresión

El litio es un fármaco que ayuda a estabilizar el estado de ánimo, por lo que es utilizado para tratar la depresión. No suele ser la primera opción a la hora de establecer un tratamiento contra esta enfermedad, pero se puede suministrar combinado con otros antidepresivos, para ayudar a prevenir nuevos episodios. De forma específica, se suele emplear para tratar casos de trastorno bipolar o estados maniaco-depresivos.

Dosis recomendadas

Los antidepresivos, sean cuales sean sus características, deben tomarse de forma regular durante al menos tres o cuatro semanas para que el paciente pueda experimentar sus efectos beneficiosos de forma completa. Aunque es el médico quien dirá el tiempo exacto que se deben tomar los medicamentos prescritos por él para que la persona se sienta mejor y sólo deberán interrumpirse si así lo aconseja el especialista en salud mental.

La medicación y la psicoterapia son los principales tratamientos para la depresión.

La medicación y la psicoterapia son los principales tratamientos para la depresión.

Habrá algunos medicamentos para la depresión que deberán dejar de tomarse de forma paulatina para que el cuerpo puede reajustarse a su normalidad. Pues a pesar de que los antidepresivos no provocan hábito ni adicción si se dejan de tomar de forma brusca puede provocar síndrome de abstinencia o una recaída. Los enfermos con depresión crónica o recurrente pueden precisar de medicamentos por tiempo indefinido.

Por otra parte, si un medicamento no funciona, el paciente tomará, bajo supervisión médica, otro. Pues hay estudios que demuestran que personas que no mejoraban con determinados fármacos, consiguieron reducir los síntomas de la depresión tras cambiar de medicamento.

En otras ocasiones se emplean estimulantes (medicamentos usados para la ansiedad) u otros medicamentos junto con un antidepresivo, sobre todo, cuando el paciente sufre un trastorno mental o físico coexistente. A pesar de esto, ni los medicamentos contra la ansiedad ni los estimulantes surten efecto si se toman de forma individual. Además deberán emplearse sólo si el médico lo considera necesario y del modo en el que éste lo indique.

Todos tipos de depresión, aun en los casos más graves, son un trastorno altamente tratable. Al igual que sucede con muchas otras enfermedades, mientras más pronto pueda comenzar el tratamiento de la depresión, más efectivo es y las probabilidades de prevenir una repetición son mayores.

Psicoterapia

Esta técnica psicológica también conocida como terapia de diálogo puede ayudar a las personas que padecen depresión. Por su duración se puede diferenciar entre las de corto plazo (que van de las 10 a las 20 semanas) y las de largo plazo. Esto dependerá de la necesidad que tenga el enfermo y de la gravedad de su depresión.

Los tipos de psicoterapia principales que existen para tratar la depresión son:

  • La terapia cognitivo-conductual.
  • La terapia interpersonal.

Ambas han resultado ser altamente positivas al enseñar al paciente a reconducir su pensamiento y comportamiento. En el caso de la la terapia cognitivo-conductual, el paciente aprende a cambiar los pensamientos y comportamientos negativos que le producen la depresión. Por su parte la terapia interpersonal sirve para que las personas puedan entender y resolver las relaciones personales negativas que puedan causar o empeorar su enfermedad.

Con la psicolterapia, el especialista enseña la persona con depresión a redonducir su pensamiento y comportamiento.

Con la psicolterapia, el especialista enseña la persona con depresión a redonducir su pensamiento y comportamiento.

La psicoterapia se suele utilizar para el tratamiento de la depresión leve o moderada. Pues en casos de depresión más grandes no suele bastar con esta técnica. Hay investigaciones acerca de la depresión que recogen la idoneidad de combinar medicamentos y psicoterapia en casos de pacientes adolescentes. De esa forma, se trata la enfermedad y se reduce la probabilidad de que exista una reaparición de la misma.

Por otra parte, las investigaciones sobre el tratamiento de la depresión en personas de avanzada edad, demostraron que los pacientes respondieron bien al primer tratamiento con medicamentos y terapia interpersonal, disminuyendo las probabilidades de sufrir de nuevo depresión si seguían con dicho tratamiento durante por lo menos dos años.

Terapia electroconvulsiva

Se trata de una técnica a la que se acogen los médicos cuando ni los medicamentos ni la psicoterapia consiguen mejorar una depresión grave. Entonces se pone en práctica la terapia electroconvulsiva, también denominada como “terapia de choque”. Esta técnica no tiene muy buena reputación, pero con los avances tecnológicos y el tiempo se ha visto bastante mejorada. Ahora sirve para aliviar a personas con depresión grave, que no han mejorado con ningún otro tratamiento.

El médico administra un relajante muscular y anestesia antes de administrarle al paciente la terapia electroconvulsiva. Así el paciente no siente el pulso eléctrico que se le aplica con este tipo de terapia, que se pone varias veces a la semana. A veces, además de esta técnica, el médico aconseja el uso de fármacos antidepresivos o estabilizador del ánimo, con el objetivo de completar los tratamientos con terapia electroconvulsiva y evitar recaídas.

Todo esto dependerá de la respuesta del paciente al tratamiento de la depresión, pues hay algunos que mejorar con tan sólo unas cuantas aplicaciones de terapia electroconvulsiva y en cambio, otros pueden necesitar terapia electroconvulsiva de mantenimiento, primero una vez a la semana y luego cada vez menos hasta llegar a tratamientos mensuales y de una vez al año.

Existen tratamientos alternativos contra la depresión, como la hierba de San Juan, sobre la que existen diversos estudios.

Los efectos secundarios de esta terapia son:

  • Confusión.
  • Desorientación.
  • Disminución de la memoria a corto plazo.

No obstante, dichos efectos secundarios suelen desvanecerse muy pronto después del tratamiento. Algunos médicos que han investigado este tratamiento de terapia electroconvulsiva indican que los pacientes no suelen presentar efectos cognitivos adversos.

Tratamientos alternativos para la depresión: La hierba de San Juan

Se trata de un arbusto silvestre de flores amarillas, que se empleaba en la antigüedad como remedio natural contra la depresión. En algunos países continúa utilizándose mucho con este fin, e incluso hay estudios que abordan la auténtica efectividad de esta hierba en el tratamiento de adultos con depresión grave.

Algunas de estas investigaciones demostraron que la hierba de San Juan sólo tiene efecto placebo en el caso de la depresión grave. Aún así existen otras líneas de investigación de la efectividad de la hierba de San Juan en el tratamiento de la depresión leve o menor. Algunas investigaciones incluso desaconsejan el uso de esta hierba con los medicamentos que se puedan prescribir para la depresión , ya que puede interferir negativamente con ellos y con otros utilizados para luchar contra las patologías cardíacas, cáncer, etc.

Además la hierba de San Juan puede disminuir la efectividad de los anticonceptivos orales. Por todas estas razones, los pacientes deberán siempre consultar a su médico antes de tomar cualquier suplemento compuesto por hierbas, que puede ser aparentemente inofensivo, pero que interfiere de manera grave con la toma de ciertos medicamentos.


Aviso: esta página contiene artículos de contenido médico y sanitario pero en ningún momento debe tomarse como guía exclusiva para un problema de salud. Para cualquier duda sobre un problema de salud debe acudir al especialista. BonoMédico no es un consultorio médico.

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