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Depresión y ansiedad son dos trastornos mentales que poseen aspectos comunes pero también otros distintos. Por este motivo, pasaremos a describir cada uno de ellos y señalaremos sus diferencias.
Cuando decimos que alguien tiene depresión, describimos un estado de ánimo caracterizado por:
- Tristeza.
- Infelicidad.
- Melancolía.
Todo el mundo alguna vez en la vida se ha sentido deprimido. Pero la depresión como enfermedad es un trastorno del estado de ánimo, que se presenta cuando existen sentimientos de:
- Pérdida.
- Frustración.
- Ira.
Estos sentimientos también impiden realizar una vida normal a la persona que la padece. Por su parte, la ansiedad es un trastorno mental, que se caracteriza por el exceso de preocupación de una persona por las cosas que le ocurren. Esta preocupación le impide llevar una vida normal a la persona afectada por ella. A veces, también puede existir ansiedad sin existir causa alguna.
Diferencias entre depresión y ansiedad
La ansiedad se produce como reacción a un peligro o amenaza. Suele estar asociada a la producción de ciertas situaciones o estímulos. El cuerpo reacciona ante esta señal de peligro intentado huir, luchando contra lo que le amenaza o huyendo de ello.
La ansiedad en estos términos es buena y necesaria. Pero cuando se excede y es desmesurada, porque se presenta con frecuencia y dura mucho tiempo, se convierte en un trastorno mental y en un problema. Como consecuencia de este tipo de ansiedad, la persona:
- Se vuelve insegura.
- Vigila todo.
- Sufre de irritabilidad.
La ansiedad se convierte en una forma de evitar y prevenir cosas desagradables.
Cuando se produce ansiedad, la persona se siente igual durante todo el día -excepto en algunos casos en los que la persona tiene tendencia a anticiparse mucho o a primeras horas del día- y en las distintas estaciones del año. Además, la persona puede seguir disfrutando de la vida. Pero con la depresión esto no es así. El enfermo sufre y presenta cambios de humor durante el mismo día o según las estaciones del año y no disfruta de nada.
Más características de uno y otro trastorno
Siguiendo con las diferencias entre ansiedad y depresión, los trastornos de ansiedad cuentan con una serie de características que lo distinguen de otros trastornos -como el de la depresión-. En cambio, en el trastorno por depresión se produce un cambio de estado de ánimo que se activa ante eventos pasados que suponen pérdida, degradación o fallos y que generan:
- Quietud.
- Lentitud.
- Tristeza profunda.
Determinados acontecimientos inesperados pueden ser el origen de la depresión.
Como ocurre con la ansiedad, si no es una depresión profunda, sirve para:
- Que las heridas sentimentales se curen.
- Recibir apoyo social.
- Facilitar la resolución de problemas.
Pero si se hace crónica, puede ser que lo que causó la depresión no se haya resuelto y se produzcan:
- Sentimientos muy pesimistas.
- Aislamiento social.
- Gran abatimiento.
- Pensamientos muy negativos en los que prime que no existe solución para los problemas.
El enfermo piensa constantemente en sus pérdidas, fallos y degradaciones reales o imaginados que le producen:
- Gran culpa.
- Poca autoestima.
- Incluso ideas suicidas.
Síntomas específicos de la ansiedad
El principal síntoma de ansiedad es un exceso y frecuente estado de tensión y preocupación, prolongado durante al menos 6 meses, incluso si existe o no causa. Estas preocupaciones se van de un problema a otro y abarcan todos los ámbitos:
- La familia.
- El trabajo.
- La salud.
- El dinero.
- Las relaciones interpersonales.
El enfermo de ansiedad se siente incapaz de controlar este exceso de miedo y preocupación aún siendo consciente de que lo está sufriendo. Esto hace que se sienta cansado, no pueda conciliar el sueño o se despierte con cualquier ruido, sea incapaz de concentrarse y se irrite por todo. Estos problemas mentales se traducen en problemas físicos como:
- Tensión muscular.
- Dolor de estómago.
- Sudoración excesiva.
- Problemas para respirar.
Síntomas específicos de la depresión
Al margen de las diferencias entre depresión y ansiedad, aquella tiene como síntoma característico la pena y el ánimo irritable.
Coinciden con la ansiedad en que el enfermo, a veces, tiene dificultad para dormir pero, en cambio, en otras duerme de manera excesiva.
Además experimentan cambios bruscos en las ganas de comer y pueden, por ello, aumentar o disminuir de peso. A menudo, el enfermo de depresión:
- Se siente cansado.
- Carece de energías.
- Se odia a sí mismo o experimenta culpa.
Se mueven de forma muy lenta o rápida. Constantemente piensan en la muerte o suicidio y sienten desesperanza y abandono. Pierden ilusión por realizar cosas que los hacían felices -incluyendo la actividad sexual-.
La depresión puede afectar tanto a adultos como a niños.
En la población adulta, se presentan síntomas distintos como:
- Bajo rendimiento escolar.
- Cambios en el sueño y comportamiento.
Los padres deberán vigilar estas conductas para determinar si llevar al niño al médico para saber si sufre depresión.
¿Qué clases de depresión existen?
Podemos encontrar distintos tipos de depresión:
Depresión mayor
Ocurre cuando, durante largos períodos de tiempo, interfieren la vida diaria de la persona sentimientos de:
- Pena.
- Ira.
- Frustración.
- Pérdida.
Trastorno depresivo persistente
Es aquel estado de ánimo depresivo que dura unos dos años. Durante este tiempo la depresión puede alternar los estados de mucho tristeza con otros cuyos síntomas menos graves.
Depresión posparto
La depresión posparto la padecen muchas mujeres tras dar a luz a su bebé. Experimentan síntomas de depresión intensa y mayor. Suele ser pasajera.
Trastorno disfórico premenstrual (TDP)
El trastorno se manifiesta una semana antes de la menstruación, tiene un carácter hormonal y desparece tras menstruar.
Trastorno afectivo estacional (TAE)
Es la depresión que se manifiesta durante determinadas estaciones del año, normalmente, otoño e invierno y desaparece en primavera y verano. Puede producirse por la falta de luz solar.
Depresión mayor con características psicóticas
Es la depresión que sufren algunos enfermos psicóticos que tienen una falta de contacto con la realidad.
Depresión y ansiedad: aspectos comunes
Un porcentaje alto de los trastornos depresivos refieren distintos grados de ansiedad y tipo. Esto se incrementa en el caso de las personas que sufren ansiedad y tienen también síntomas de depresión de distinta índole.
A pesar de que, como ya hemos visto, depresión y ansiedad no son sinónimos, señalaremos cuándo concurren aspectos comunes entre ambos trastornos.
Hay situaciones que llevan implícita tanto la amenaza como la pérdida y provocan la activación de los dos sistemas combinadas de distinta manera.
Hay síntomas que aparecen tanto en ansiedad como en depresión, como:
- Centrar la atención en uno mismo: autofocalización.
- Los problemas de sueño.
- Náuseas.
- Concentración.
Las conductas y pensamientos, que se generan por ambos trastornos, pueden ser muy similares aunque el contenido y motivo que los produce sea diferentes. Un ejemplo sería la persona que sufre agorafobia y se recluye en casa, lo hace por miedo en el caso de la ansiedad y por tristeza en el caso de la depresión. Así que como la causa que lo produce no se puede dilucidar la distinción entre ambas y es difícil de hacer.
Distinguir si un niño sufre depresión o ansiedad es difícil porque la depresión necesita de mayor elaboración cognitiva, con lo que en la infancia es más similar a la ansiedad. Así, los niños diagnosticados de depresión presentan síntomas de irritabilidad porque aún no se han desarrollado suficientemente los sistemas, al igual que en la vejez.
Como en ambos trastornos participan los mismos sistemas de neurotransmisión, el médico puede recetar los mismo fármacos.
¿Qué sucede en el comienzo de la alteración?
Tanto depresión y ansiedad coinciden que, al inicio del trastorno o en su transcurso, la persona:
- Siente que no puede resolver los problemas.
- Tiene falta de habilidad social.
- Estrés continuado.
- Pensamiento rígido.
Pero aunque parezcan síntomas iguales en ambos casos, en uno el contenido será la pérdida y en otro la amenaza, lo que ayudará a distinguir depresión y ansiedad.
Algunos tipos de estos trastornos coinciden en presentar una causa genética.
Las coincidencias entre depresión y ansiedad no son fijas ni inamovibles, sino que cambian a lo largo de su manifestación. Así algunas veces predominará un estado sobre otro así como su sintomatología.
Cuando un paciente presenta ambos trastornos el médico intentará determinar cual se produjo antes del otro. Para poder determinar qué trastorno se presentó primero sobre otro se tendrá en cuenta qué síntomas causaron antes malestar al paciente y el grado en el que estos le incapacitan.
Si pese a esto no está claro si la persona sufre más un trastorno que otro, el médico tratará primero la depresión porque afecta a la motivación y el seguimiento de tratamiento irá encaminado a la recuperación del paciente.
¿Cuáles son las causas de la depresión y la ansiedad?
Depresión y ansiedad pueden tener un origen genético. En esto coinciden, como señalamos antes.
La ansiedad no se sabe por qué se produce con exactitud pero en la depresión se cree que intervienen los siguientes factores:
- Enfermedades como el cáncer o dolor crónico.
- Adicciones al alcohol o las drogas.
- Situaciones malas y estresantes de la vida como pérdida de trabajo, divorcio o muerte de un ser querido.
- Aislamiento social -como puede ser el caso de las personas mayores-.
Tanto la ansiedad como la depresión son difíciles de diagnosticar y requieren de ser detectadas a tiempo para que el médico ponga un tratamiento precoz que evite que se produzcan síntomas más graves.
Para terminar, señalar que depresión y ansiedad serán tratadas con medicinas y terapia. Además, sea cual sea la afección que sufra, para una buena recuperación del paciente, requerirán de:
- El apoyo.
- El cariño.
- La comprensión de la familia.