Puede darse el caso de que muchas mujeres dejen de someterse a una cirugía de aumento de pecho en Málaga por el miedo a que los implantes mamarios impidan o dificulten una futura lactancia materna. Ante esta duda, cabe tranquilizar diciendo que en ningún momento las prótesis de pecho tienen por qué afectar a la capacidad de lactancia de una mujer, puesto que en la mayoría de las intervenciones de aumento de senos los implantes se colocan de forma que no interfieran en los conductos y el sistema de producción de leche materna.
Llevar un implante mamario no tiene por qué afectar a la lactancia natural.
Cualquier mujer que tenga esta duda debe plantearsela al cirujano en la primera consulta médica, para que este tenga en cuenta su deseo de dar el pecho en el futuro. Con esta información, el especialista le propondrá la mejor técnica de mamoplastia y la vía de abordaje adecuada para que las prótesis no afecten a la lactancia. Normalmente, los implantes se introducen a través del surco submamario y se colocan detrás de las glándulas mamarias, de modo que no invaden ni dañan los conductos.
Por otra parte, también hay pacientes que plantean la pregunta de si la leche materna puede llegar a verse contaminada por la silicona de los implantes. A este respecto, cabe explicar que hoy en día no existe ninguna evidencia científica que respalde dicho rumor.
Por tanto, no hay motivos para afirmar que la silicona de las prótesis puede afectar a la salud del bebé, puesto que los implantes no entran en contacto con el sistema lactante, la leche no debería contener ninguna sustancia extraña. Además, se podría añadir que el relleno de las prótesis mamarias está fabricado de un gel cohesivo de silicona, que garantiza que en caso de rotura del implante la silicona no se derramará ni se esparcirá por el organismo. En el caso de las prótesis de suero salino (una sustancia más natural que la silicona), esta solución tampoco llega a mezclarse con la leche materna por lo que tampoco afecta al lactante.
A pesar de que el aumento de pecho en Málaga es totalmente compatible con la futura lactancia materna, no se puede dejar a un lado el hecho de que la mamoplastia es una intervención quirúrgica que afecta a las mamas y que, aunque no sea frecuente, existe la posibilidad de que surja alguna complicación.
No existe ninguna contraindicación para dar el pecho tras un aumento de pecho en Málaga.
En el pecho femenino hay multitud de nervios, conductos lactíferos y glándulas mamarias que podrían verse alterados a lo largo de la cirugía. Un nervio dañado supondrá una reducción de la sensibilidad en los pezones, lo que podría suponer un problema en el momento de amamantar.
Otros problemas se pueden derivar del bloqueo del flujo de leche o la inflamación de los senos. Así, por ejemplo, si algún conducto resulta dañado, se podría disminuir el nivel de producción de leche materna, aunque esto no signifique que la mujer haya perdido su capacidad lactante.
Distinto es el caso de una operación de reducción de pecho, ya que las mujeres que se someten a una cirugía de este tipo para reducir el tamaño de su busto se exponen a la posibilidad de extirpar tanto el exceso de tejido graso como glándula mamaria. Esto quiere decir que existe el riesgo de que se produzca cierta alteración u obstrucción en los conductos a través de los cuales se conduce la leche materna.
Asimismo, quedarán cicatrices internas que podrían interferir en el proceso natural de amamantamiento. Por eso, mientras que para un aumento de pecho en Málaga se puede afirmar que no existe riesgo para la lactancia, en el caso de una reducción de mamas, se aconseja a las pacientes que deseen ser madres en un futuro que consulten este aspecto con su cirujano para que estén bien informadas de todas las técnicas disponibles y de sus implicaciones.