Blefaroplastia en Zaragoza

Existen varios tipos de blefaroplastia, dependiendo de la zona a tratar. Así, podemos distinguir entre blefaroplastia del párpado superior (la más común) y que se debe generalmente a la caída excesiva de este párpado superior, lo que no sólo envejece la mirada, sino que en ocasiones, incluso entorpece la visión de la persona. Es por ello que en estos supuestos, los beneficios de esta intervención no son sólo estéticos, sino que, además, pueden repercutir positivamente en la salud. Además, está la blefaroplastia del párpado inferior, que intenta corregir, por regla general, las antiestéticas bolsas de los ojos. Hay que señalar que unas y otras son perfectamente compatibles y puede realizarse una blefaroplastia en ambos párpados. Según estemos hablando de una u otra cirugía dependerán varios factores como la técnica quirúrgica a seguir, el precio, el período de recuperación, la planificación de la intervención, etc. 

La blefaroplastia inferior es la cirugía que tiene como propósito mejorar estéticamente el párpado inferior. Esa cirugía, como ya hemos dicho, elimina las bolsas que se forman en los párpados inferiores y en muchos casos pueden mejorar los surcos de las ojeras. La cirugía de las bolsas de los párpados tiene que ser individualizada porque también existen muchas técnicas y se tiene que seleccionar la más adecuada en función de las características de cada paciente.

El candidato ideal de una blefaroplastia inferior

La blefaroplastia inferior es realizada en pacientes que se presentan en una o más de las siguientes situaciones y que los hacen buenos candidatos:

• Laxitud y arrugas en la piel de los párpados: Estas arrugas pueden ser profundas o finas, y aparecen en ocasiones en los verdaderos pliegues.
• Laxitud del párpado: Aparece con la edad y es debido a que los tendones de sujeción de los párpados han cedido y ahora el párpado es excesivamente laxo. Lo importante es que se solucione esa laxitud por medio de una cantopexia o cantoplastia si se planea que esas bolas sean eliminadas para que se evite una retracción del párpado.
• Bolsas de grasas: Son más o menos pronunciadas y suelen aparecer en diferentes edades.

Los pacientes que tienen surcos de las ojeras pronunciadas sin bolsas y sin laxitud del párpado no son muy buenos candidatos para que se sometan a la cirugía del párpado inferior. Sin embargo, si pueden beneficiarse de los tratamientos no quirúrgicos que aportan volumen al párpado inferior para que se eliminen los surcos.

Es bastante frecuente, que los pacientes que son sometidos a este tipo de intervenciones son personas mayores de 30 años, aunque en muchos casos las bolsas de grasa pueden estar presentes desde que tienen 20 años. Como cualquier cirugía estética, es importante que tengan expectativas reales. Eso significa, que la cirugía mejora el aspecto y hace que el paciente se sienta mejor con las otras personas y con ellos mismos, pero el cambio que se realiza no es drástico y el efecto solamente es en el párpado inferior.

Si ya tiene un problema médico preexistente se tiene que controlar antes de someterse a este tipo de cirugía, sobre todo si es hipertensión y diabetes. No existe ninguna enfermedad que impida que se realice la blefaroplastia, siempre y cuando esté controlada.

¿Qué es la blefaroplastia inferior?

La blefaroplastia inferior es siempre individualizada según el caso de cada paciente. A veces los pacientes necesitan una o muchas de las siguientes técnicas para que se consigan los mejores resultados posibles.

• Bolsas de grasa: Ese tratamiento siempre se realiza por vía interna o también conocido como transconjuntival. Todo depende de las características del paciente, se realiza una extracción de la grasa sobrante y se recoloca esa grasa, que significa una redistribución de la grasa que existe sin eliminarla con el fin de mejorar los surcos y de esa forma se evita el aspecto hundido del párpado. Ese es un concepto bastante novedoso que se ha actualizado desde los últimos años. La recolocación de grasa permite que se consiga una desaparición aparente de la bolsa y surcos, y de esa forma no se crea un déficit de volumen en el párpado.
• Laxitud del párpado: Cantopexia y cantoplastia. Esas son dos técnicas que se utilizan para reforzar las sujeciones del párpado cuando son necesarias. Las dos técnicas se realizan por medio de una pequeña incisión que, dependiendo de las características del paciente se podrá hacer con bisturí frío, eléctrico, láser, etc. La cantopexia se hace cuando la laxitud del párpado es moderada o leve y refuerza el tendón del párpado por medio de una sutura. La cantoplastia se emplea en los casos de laxitud más importantes del párpado y se tiene que acortar  el tendón para que se tense la sujeción del párpado. En muchas ocasiones, se puede realizar cantoplastia por motivos estéticos cuando la persona desea tener una mirada más achinada, pero esos casos son poco frecuentes. Aparte de los tendones de sujeción del párpado, también está una segunda estructura fundamental en el soporte del párpado inferior: el músculo orbicular. La función es tan importante que cuando se daña por parálisis facial, traumatismo o por cirugías poco cuidadosas, el párpado inferior se cae y el tendón del párpado no logra sujetarlo completamente. Es frecuente que cuando se hace cantopexia o cantoplastia se realice una suspensión orbicular, que se hace por medio de la misma incisión. Eso tensa el músculo, y se mejora más con el soporte del párpado.
• Arrugas y laxitud de piel: En función del tipo de piel y las arrugas, se tiene que elegir otra modalidad de tratamiento. En los casos de las arrugas finas de la piel, se tienen que hacer peelings químicos, pero en los casos de las arrugas más profundas se necesita que se tense la piel quirúrgicamente. Eso se realiza por medio de una incisión debajo de las pestañas, y siempre se acompaña de una cantopexia o cantoplastia para que se refuerce el soporte del párpado.

Antes de la blefaroplastia

Antes de la cirugía de blefaroplastia en Zaragoza se tiene que hacer una primera visita con el médico, donde se tiene que discutir las características de la anatomía, las opciones posibles y los objetivos a conseguir. Esa visita dura entre 30 a 45 minutos. Antes de la visita el paciente tiene que llenar un cuestionario sobre su salud, los problemas oculares o las cirugías previas; ya que el médico debe conocer  todo sobre los problemas de salud que ha tenido previo a la visita, si tiene alergias y los medicamentos que toma con regularidad. Éste es el momento perfecto para que le exponga al especialista sus expectativas, así como sus dudas y preguntas en torno a la blefaroplastia.

En esa primera visita se va a realizar un examen ocular completo para que se cerciore de la buena salud ocular. El doctor tiene que ser un experto oftalmólogo con se haya formado en los mejores hospitales, para que de esa forma se cuide la salud ocular y se ponga en buenas manos. Es bastante importante que se detecten problemas de ojo seco, porque en esos casos se tienen que realizar cirugías más conservadoras para que no se agrave el problema y se eviten complicaciones. Si ya se ha operado de los ojos con láser, de retina, glaucoma o cataratas, no significa que tenga un impedimento para someterse a esa cirugía, pero esos problemas tienen que ser controlados previamente. Antes de que se haga la blefaroplastia inferior se tiene que hacer una analítica general de coagulación y electrocardiograma, que debe presentarle al médico anestesiólogo. Con todas esas precauciones, nos aseguramos de que se minimicen los riesgos todo lo posible.

El día de la cirugía

Se tiene que llegar a la clínica acompañado con un familiar o un amigo, y unos 30 minutos antes de la cirugía, no debe olvidar llevar la documentación que el médico le ha solicitado y las pruebas preoperatorias. Ya en el quirófano, las enfermeras se tienen que encargar de hacer que el paciente esté cómodo y relajado, y además el anestesista se presenta y debe comprobar el estado de la paciente para dar el visto bueno para que se inicie la intervención.

La cirugía de tiene que realizar con anestesia local y sedación. Los fármacos que se emplean en la sedación se eliminan bastante rápido del organismo, es por eso que la recuperación es rápida. La cirugía se hace de manera ambulatoria, sin ingreso. La intervención dura alrededor de 45 minutos, pero si se hace combinada con una blefaroplastia superior o cirugía de cejas la duración se prolonga hasta por 2 horas. En todo caso, por la sedación y la anestesia, la cirugía es indolora. Después de la cirugía el paciente tiene que permanecer por lo menos una hora en observación mientras se le aplica frío y antiinflamatorios para que se frene el proceso inflamatorio inicial.

El proceso de recuperación

La recuperación de la blefaroplastia en Zaragoza es indolora, ya que muchos de los pacientes no necesitan analgésicos extras. A veces se presenta tirantez en las esquinas de los ojos o cuando se realiza una cantopexia o cantoplastia. Los hematomas y la inflamación aparecen en todos los pacientes, pero en diferente medida, y se reabsorbe en la primera semana. Durante esta primera semana la recuperación no es completa, pero muchos pacientes no tienen problemas para reiniciar sus actividades sociales.

En los primeros días no tiene que hacer ningún tipo de esfuerzo físico para evitar sangrados y que se aligere la recuperación. Los médicos recomiendan que se aplique frío en los primeros tres días y un colirio antibiótico y antiinflamatorios si se ha hecho un abordaje transconjuntival. Si hay puntos también se aplica una pomada antibiótica dos veces al día. También es recomendable la lubricación ocular con lágrimas artificiales en colirio.

La primera revisión se hace después de una semana de la cirugía. En esa primera revisión se evalúa la evolución y la recuperación. Después de un mes de intervención, la recuperación es completa. Los resultados de una blefaroplastia inferior son duraderos, y es poco frecuente que se haga una cirugía por segunda vez en el mismo paciente. A veces aparece laxitud pero no bolsas grasas.