Es muy raro que se presente esta anomalía en la prótesis mamaria, pues su índice es inferior al dos ciento. En esos casos, ocurre que el implante de mama se gira y en consecuencia la forma del pecho cambia. Las causas que ocasionan esto pueden ser que la pared del implante no se ha adherido bien al tejido que lo rodea y, en otros casos, que el bolsillo es muy grande.
Según su forma, existen dos tipos de prótesis: anatómicas y redondas. Muchos médicos no aconsejan a las pacientes las prótesis anatómicas porque tienen el riesgo de que migren o se giren. Las prótesis redondas, aunque se giren, no cambian la forma del pecho, lo cual no sucede en una prótesis anatómica, donde el giro o rotación del implante sí cambia significativamente la forma del pecho.
La técnica quirúrgica para poder implantar la prótesis anatómica es la creación de un bolsillo -así se le llama al espacio que se abre para colocar la prótesis– con las exactas dimensiones de las prótesis. Es importante elegir una cubierta rugosa en la prótesis -resulta preciso diferenciar prótesis lisas y rugosas– para que esta se pueda adherir a la cápsula que se va a formar. Al tener en cuenta esos detalles, el riesgo de que se gire la prótesis es mínimo.
Si la paciente nota una figura o forma diferente en su pecho o siente algún tipo de molestias, lo más recomendable es que consulte con su cirujano plástico y que sea él quien determine si la prótesis se ha girado y cuál será la técnica para corregir la migración. En muchos casos se acude a otra cirugía para la corrección de la desviación.
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