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La imagen dice mucho de la personas, pero en el caso de un personaje público mantener una estética impecable es si cabe aún más importante. Tal vez por eso, la lista de famosos que ante un problema de alopecia deciden realizarse un injerto de pelo es interminable. Estrellas de cine, cantantes, músicos, periodistas, deportistas, etc. Se cuentan por decenas los famosos que se han sometido a un trasplante capilar para lucir una imagen renovada. Además del caso de algunos famosos relacionados con el mundo del fútbol, otro de los que más ha dado que hablar en España en los últimos tiempos es el injerto de pelo de Simeone, quien en su momento tuvo que ocultar su calva con preocupación, pero que después recuperó su cabello y aspecto habitual gracias, parece ser, a un trasplante capilar.
En las cuatro temporadas que lleva en el banquillo del Calderón, además de haber alcanzado cinco títulos y disputado una final de Champions, el “Cholo” ha conseguido recuperar su cabello y aspecto habitual.
El injerto capilar del ‘Cholo’ Simeone
Y aunque el entrenador del Atlético de Madrid jamás ha confirmado ni desmentido nada al respecto, son varias las publicaciones que dan por hecho que Simeone pasó por el quirófano para realizarse un injerto capilar entre finales de 2013 y principios de 2014. Tanto es así que por aquel entonces más de uno bromeaba aludiendo a que su nueva imagen le había insuflado la fuerza necesaria para hacer al Atlético de Madrid campeón de Liga.
Dado que el técnico argentino no ha hecho pública su intervención en ningún momento, se desconoce a qué técnica en concreto se sometió, si bien es probable que, al igual que otros compañeros de profesión como Iker Casillas, Jesús Gámez o Wayne Rooney, en el injerto de pelo de Simeone también se pudiera haber optado por la Técnica FUE o de extracción de unidades foliculares, que permite obtener los folículos uno a uno, de manera individual, lo cual permite al cirujano seleccionar los folículos pilosos más aptos para después ser implantados de manera que el resultado sea el deseado.
La técnica FUE
A través de un instrumento quirúrgico de unos 0,8 milímetros de diámetro -conocido como ‘sacabocados’- se cogen los unidades foliculares necesarias de manera individual. Una vez extraídos, se preparan para trasladarlos a las zonas calvas del cuero cabelludo con el objetivo de que el pelo injertado crezca desde la raíz de forma natural. Es este método de extracción del cabello procedente de la zona donante lo que diferencia a esta técnica de otras alternativas, con lo que una de sus principales ventajas es que, al no usarse bisturí ni tener que suturar o poner puntos, el proceso de cicatrización es mucho más rápido.
En todos los procedimientos de injerto capilar se usan como zonas donantes la occipital -nuca- y la lateral de la cabeza, de donde se calcula que se pueden llegar a obtener unas 2.000 unidades foliculares. Además, la anestesia en un trasplante de pelo siempre es anestesia local y solo en los casos en los que el paciente presenta síntomas de ansiedad se le administra alguna sedación para tranquilizarlo, de modo que es bueno saber que el tratamiento se lleva a cabo con carácter ambulatorio, es indoloro y el paciente puede volver a casa el mismo día. A nivel médico, el paciente se recupera a las 24 horas y se puede reincorporar a su trabajo y hacer vida normal en unos siete días, salvo que esto implique realizar una actividad física intensa o que le provoque un sudor excesivo -como puede ser un deportista-, en cuyos casos se suele recomendar un reposo de al menos 15 días antes de practicar deporte o de realizar ejercicios y movimientos bruscos.
Además de la FUE utilizada en el injerto de pelo de Simeone, el otro método empleado es la técnica FUSS o de la tira. En este caso, se practica extrayendo los pelos de la zona donante mediante una fina banda de piel, aproximadamente de unos 20 cm de longitud y un centímetro de ancho, para implantarlos después en las partes despobladas. Si bien, al igual que en el anterior procedimiento, los riesgos son mínimos, cabe destacar que este proceso sí requiere la sutura de las zonas implicadas, por lo que la recuperación será un poco más tardía. Los puntos se retirarán a los 12 días aproximadamente, tras lo cual quedará una pequeña cicatriz que será estéticamente invisible siempre que el pelo circundante tenga una longitud mínima cinco milímetros.
Iker Casillas, Jesús Gámez o Wayne Rooney también se decidieron por la técnica FUE.
¿Afecta la alopecia al pelo injertado?
Muchos hombres todavía se muestran reacios a realizarse un trasplante de pelo ante la creencia errónea de que el cabello injertado también se le acabará cayendo. Frente a eso, hay que aclarar que el implante capilar es un método efectivo y definitivo contra la alopecia. La razón de esta aseveración está en algo que la ciencia se ha encargado de probar: el pelo trasplantado está genéticamente preparado para permanecer toda la vida -y no para su caída-. Es decir, después de una intervención de este tipo, el cabello retendrá la información genética de origen y seguirá creciendo de forma natural igual que lo hace aquel situado en la nuca y en los laterales de la cabeza, de donde se extraen los folículos pilosos para el trasplante.
En las zonas occipital -nuca- y la lateral de la cabeza del propio donante, el pelo no se ve afectado por la acción de la
hormona DHT (Dihidrotestosterona), la causante de la pérdida del mismo. La técnica con la que se extrae, se prepara y se traslada el cabello a la zona receptiva permite conservar sus características genéticas. Por ello, tras someterse a un injerto capilar un paciente que antes tenía problemas de alopecia, no volverá a sufrir por la pérdida de pelo salvo que se produzca alguna complicación posterior.
Además de en el injerto de pelo de Simeone, en líneas generales esta intervención consiste en extraer el pelo junto con su folículo piloso y con el tejido circundante, de forma que cada uno de los cabellos se cogen con la piel que los rodea, lo que permite la supervivencia de los mismos y el éxito del trasplante. A partir de ahí, estos se redistribuyen de forma sistemática y artística en las zonas alopécicas mediante la colocación de microinjertos de unidades foliculares formadas por grupos de uno, dos, tres y, en algunos casos, cuatro folículos pilosos. Previamente, estos se preparan cuidadosamente con la ayuda de un microscopio de alta resolución. Además, también hay que subrayar que en estas intervenciones es el propio paciente quien a su vez actúa como donante, por lo que las posibilidades de que se produzca un rechazo son inexistentes.
¿Hay que cortarse el pelo antes de un injerto capilar?
Esta es otra de las preguntas más comunes que realizan los pacientes antes de someterse a una operación de microinjerto capilar y la respuesta que dan la mayoría de las clínicas y de los cirujanos especializados es que dependerá de la técnica concreta que se vaya a emplear y de las circunstancias particulares de cada persona. En la mayoría de los casos se pide al paciente que acuda a la primera consulta con el corte que lleve normalmente, con el propósito de que el facultativo pueda evaluar tanto el pelo existente como el nivel de cobertura que este ofrece.
Una vez analizado este aspecto, y justo antes de realizar el tratamiento quirúrgico, se puede optar por cortar el pelo por completo o por colocar unas bandas estrechas que ocultan el pelo en caso de que sea demasiado largo. Hay que tener en cuenta que solo el cirujano puede evaluar y tomar la decisión sobre lo que es más apropiado en cada caso.
Cabe precisar que, cuando el injerto de pelo se realiza con la técnica FUSS -también conocida como técnica de la tira-, no es necesario rasurar sino simplemente recortar un poco el cabello con una tijera en la zona donante para hacer la incisión y la posterior sutura. En cambio, con el trasplante mediante la técnica FUE -como es el caso del injerto de pelo de Simeone– sí va a ser preciso el rasurado prácticamente total de la cabeza -al menos de la zona donante- para así poder visualizar, seleccionar y extraer bien las unidades foliculares que se van a injertar.
En estos casos conviene saber que hay alternativas al rasurado para intentar disminuir el cambio radical de imagen que esto supondría por un tiempo, especialmente para las mujeres. Así, según lo largo que se tenga el pelo se puede elegir la opción de que el rasurado no sea total sino parcial o incluso local -por ‘cortinillas’-. De todas formas, se deberán consultar con el cirujano estas circunstancias para valorar la efectividad de cada método en un caso particular.
Más información sobre todo lo relacionado con el injerto capilar en este vídeo que hemos preparado en BonoMédico:
El injerto de pelo en Turquía
Turquía recibe cada mes a más de cinco mil turistas y buena parte de los mismos provienen de algún otro país de Europa. A pesar de que hay quienes viajan por simple ocio, la mayoría de ellos se deciden a trasladarse hasta allí con motivo de las suculentas ofertas que existen sobre trasplante capilar. De este modo, aumenta la -ya de por sí considerable- cifra de turistas sanitarios que alcanza el país otomano.
Los cirujanos capilares de Turquía cuentan con la experiencia necesaria realizar este tipo de cirugías, por lo que no tiene por qué inquietarse.
Pero lo realmente interesante es conocer cuáles son las razones que impulsan a desplazarse nada más y menos que a 3.500 km para realizarse una intervención de implante de cabello. Dependiendo de cada persona en concreto, los motivos son de una gran diversidad, aunque todas suelen coincidir en uno que resulta evidente y que no es otro que el económico. Así, el coste de un injerto de pelo en Turquía se reducen en más de un 50% respecto al precio de dicha operación en cualquier ciudad española.
Es decir, cuando en nuestro país asciende a cantidades situadas en torno a los 8.000 o 10.000 €, en Turquía no supera los 3.000 en la práctica totalidad de los casos. Además, para mayor atractivo, en esa cifra aparecen incluidos todos los posibles gastos de viaje. En definitiva, el injerto de pelo en Turquía supone un coste económico muy inferior gracias a las ofertas de las que disponen las clínicas de Estambul para quienes puedan estar barajando la opción se someterse a una intervención de este tipo y en dicho país.
Sí, aunque pueda parecer irreal, las clínicas ofrecen la posibilidad de efectuar todo el proceso por ese precio de 3.000 € en el que se incluyen:
- La operación quirúrgica.
- El billete de vuelo desde España.
- La estancia en hoteles de calidad.
- Los desplazamientos a la clínica en cuestión.
- La permanente compañía de un traductor.
Todo con la máxima tranquilidad y fiabilidad, ya que los cirujanos especializados en implante de pelo que operan en Turquía disponen de una dilatada experiencia en esta clase de intervenciones.
Por lo tanto, el precio del injerto de pelo en Turquía juega un papel fundamental dentro del buen estado de salud del turismo termal de dicho país, ya que, como ya mencionamos al inicio, son millares de personas las que viajan hasta allí a tal efecto.
No obstante, este aspecto suele despertar algún recelo entre no pocos interesados. A simple vista, siempre y cuando se preste especial atención a la hora de seleccionar la clínica adecuada que cuente con un cirujano titulado, no existe razón alguna para la desconfianza. Y es que nunca resultó tan sencillo terminar con sus problemas de calvicie.
Bastará con bucear por la red para que aquellos que se están planteando esta alternativa alcancen tengan la tranquilidad suficiente, ya que en internet disponen de abundante información acerca de estas clínicas de implante de cabello en Turquía:
- Vídeos en YouTube.
- Imágenes.
- Apariciones en TV.
- Artículos en diarios.
- Foros.
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