Ahora puedes conseguir la forma de tus orejas que siempre has deseado: otoplastia en Bilbao por solo 2.790 € y en Clínica Indautxu.
La cirugía de otoplastia es de las pocas intervenciones estéticas recomendadas en la infancia, por las ventajas sociales y psicológicas que proporciona a los pacientes con orejas grandes en edad escolar. Esta intervención corrige de forma sencilla defectos estéticos de los pabellones auditivos, como las comúnmente conocidas orejas de soplillo. El cirujano trabaja el cartílago desde una pequeña incisión en la parte posterior de la oreja, buscando la forma y tamaño adecuados. La cicatriz resultane queda ioculta tras la oreja y el reusltado es siempre excelente.
El cirujano te atenderá primero en la consulta previa incluida en el bono. Allí estudiará tu caso y te asesorará para obtener el mejor resultado posible. La intervención en régimen ambulatorio tendrá lugar en Clínica Indautxu, en Bilbao.
El Dr. Mario Llop es médico especialista en Cirugía Plástica Reparadora y Estética. Completó su especialidad mediante la formación durante 5 años en la especialidad como Médico Interno Residente en el Hospital de Cruces, Vizcaya (años 1987 a 1992). Desde entonces ha seguido ampliando su experiencia y conocimientos trabajando en centros del Reino Unido y los Estados Unidos.
El Dr. Llop tiene amplia experiencia en los campos de la reconstrucción de tejidos, unidad de grandes quemados, traumatología facial, cirugía de la mano, oncología cutánea y cirugía estética. Su extensa formación académica, unida a su dilatada experiencia, proporcionan al paciente la seguridad de estar en las mejores manos. Actualmente, el dr. Llop es médico especialista del Servicio de Cirugía Plástica del Hospital de Cruces (Bilbao) y miembro de la SECPRE (Sociedad Española de Cirugía Plástica Reparadora y Estética).
La otoplastia en Bilbao es la cirugía plástica que permite corregir los posibles defectos que pueden aparecer en las orejas como, por ejemplo, un tamaño excesivo, la posición muy separada del cráneo o una asimetría importante. Históricamente, el motivo principal para someterse a esta intervención era la falta total o parcial de la oreja, pero este caso ha dejado de tener tanta relevancia actualmente. Son muchos, por lo tanto, los tipos de orejas que la otoplastia puede corregir.
Anatómicamente el oído puede dividirse en tres partes: oído externo, oído medio y oído interno. El tratamiento o corrección de las orejas prominentes afectan casi en exclusiva a la anatomía del oído externo.
El oído externo está formado, fundamentalmente, por el pabellón auricular o aurícula de estructura fibrocartilaginosa (cartílago y piel) en la que se observan repliegues. En el pabellón auricular puede distinguirse el hélix que está encargado de delimitarlo para finalizar en el llamado lóbulo de la oreja.
La otoplastia en Bilbao se puede realizar tanto en adultos, como en niños y adolescentes.
El otro pliegue situado frente al hélix es el antehélix, hacia el interior y en la parte inferior, que forma en su parte superior una depresión denominada fosa triangular del antehélix. Ahí mismo se encuentra el trago en el lado opuesto y cerca del rostro, que es la saliente ubicada justamente encima del lóbulo, y el antitrago situado delante del lóbulo. Estos juntos con la escotadura del hélix y los ligamentos del pabellón proporcionan forma a la oreja, pero es el pliegue del antehélix esencialmente el que da el aspecto característico a la oreja.
En una primera consulta, el especialista, después de ver sus características, le dirá si es un buen candidato para esta intervención. En una otoplastia en Bilbao las incisiones siempre se hacen detrás de la oreja donde se pueden ocultar fácilmente en los pliegues naturales del pabellón. El cirujano plástico elimina el exceso de piel y esculpe el cartílago, reduciendo así el tamaño de las orejas y posicionándolas más cerca de la cabeza.
Se usan suturas permanentes para asegurar la posición del cartílago y crear unos pliegues que tengan una apariencia muy natural. Los puntos de se retiran normalmente después de unos ocho o 10 días.
La cirugía puede durar entre una y dos horas, y aunque no es una intervención complicada sí es bastante delicada debido al cuidado que debe tener el cirujano al tratar las estructuras del exterior de la oreja.
Puesto que la otoplastia se lleva a cabo con anestesia local, la operación normalmente tiene carácter ambulatorio por lo que el paciente puede volver a su casa en el mismo día. En los niños más pequeños, la cirugía de orejas se realiza con anestesia general para evitar que estén conscientes durante la intervención y evitar así reacciones imprevistas, así que la hospitalización suele prolongarse algo más.
Algunas cirugías reconstructivas más complejas pueden requerir más de una operación y en casos de grandes reconstrucciones el cartílago necesario para dicha cirugía, puede ser tomado de las costillas.
La cirugía de la otoplastia puede durar entre una y dos horas, dependiendo de la complejidad de la intervención.
La recuperación tras una otoplastia en Bilbao no suele tener complicaciones, aunque los efectos más probables son los edemas y hematomas en la zona intervenida.
Debe hacerse especial énfasis en advertir al paciente adulto para que deje de fumar con bastante anterioridad a la intervención, ya que el tabaco dificulta tanto la cicatrización como el proceso de recuperación en general.
Tras la otoplastia en Bilbao la mayoría de las personas se reincorporan a los estudios o al trabajo en un periodo de cinco días a una semana. El paciente suele tratarse con antibióticos, antiinflamatorios y analgésicos para controlar posibles molestias.
Asimismo, el paciente deberá permanecer con un vendaje alrededor de su cabeza durante 48 horas después de la intervención o el tiempo que el cirujano plástico estime conveniente. Tras la retirada de la venda deberá llevar una cinta elástica al menos durante tres semanas. Después esa cinta solo deberá utilizarse por las noches hasta que el médico indique que puede dejar de usarla.
Si bien la completa cicatrización y recuperación de la zona puede tardar algunas semanas, el paciente podrá observar un cambio muy importante en su imagen justo después de la cirugía. La mayoría de pacientes alcanzan una mayor tranquilidad y seguridad con su imagen tras la cirugía y les ayuda mucho en su autoestima.
Las cicatrices tras la otoplastia en Bilbao quedan ocultas en el pliegue de detrás de la oreja.
Después de la cirugía la cicatriz queda adecuadamente camuflada en el surco detrás de la oreja por lo que resulta prácticamente invisible. La mayoría de pacientes se sienten muy satisfechos con los resultados obtenidos tras una otoplastia.
No obstante, es importante que el paciente tenga unas expectativas muy claras y realistas y que sepa que con la otoplastia no se consiguen unas orejas perfectas. El objetivo no es alcanzar la perfección sino mejorar su apariencia en relación con el contorno facial. La otoplastia en Bilbao corrige las orejas, las transforma, las mejora mucho pero no hace milagros.
Una charla profunda con su cirujano en la que pueda despejar sus dudas y analizar fotos de pacientes anteriores siempre resulta de gran ayuda para definir cuáles son las expectativas del paciente y qué se puede conseguir con la intervención. Además, le dará las indicaciones adecuadas para el preoperatorio, de manera que se minimicen los riesgos y las complicaciones de la intervención. También le podrá informar del coste de la operación de otoplastia ya que, al ser considerada como una intervención estética, no suele estar cubierta por la Seguridad Social.
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