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Antes de ver qué es un injerto de pelo en Palma de Mallorca y cómo se realiza, vamos a tratar de despejar dudas sobre qué es la alopecia, cuáles son sus causas (genéticas, estrés, mala alimentación, etc.) y qué tipos de cabello existen.
El cabello es un elemento esencial en nuestra imagen. Posiblemente, debido a ello, la pérdida de pelo origina situaciones de angustia que afectan al autoestima de la persona, así como a sus relaciones sociales. No hace falta incidir en que la alopecia no se considera como una enfermedad, bajo ningún concepto, dado que es un proceso natural y habitual que afecta a un elevado porcentaje de la población de ambos sexos. Así, se estima que en torno al 40% de los hombres sufre alopecia, frente al 15% de las mujeres. Generalmente, el proceso de pérdida de cabello se inicia en torno a los 20 años, siendo las entradas y la coronilla las primeras zonas en verse despobladas. Cabe reseñar también, que habitualmente la pérdida de cabello deriva del empequeñecimiento del folículo piloso, lo que genera un pelo más fino, de color más claro y con menor densidad, hasta que llega un momento en el que deja de renovarse y, por tanto, de crecer. Este proceso da lugar a una pérdida progresiva de cabello, cuya mejor solución pasa por el injerto de pelo o microinjerto capilar en Palma de Mallorca.
Los factores que motivan la calvicie son varios, fundamentalmente se debe a una predisposición genética que, unida al componente hormonal, es responsable del 90% de los casos. No obstante, también puede estar causada por el estrés, una alimentación deficiente, algunas enfermedades infecciosas u hormonales, quemaduras, etc. Lo que sí hay que dejar claro es que la frecuencia con la que se lava el cabello, el tipo de champú empleado o el uso de sombreros, nunca son causas por las que se produce una mayor caída del pelo, sino que se trata de falsos mitos sobre la alopecia.
Científicos de la Universidad de Pennsylvania han identificado una proteína que funciona a modo de inhibidor del crecimiento del cabello, y que sería clave en los casos de alopecia androgénica, que afecta al 80% de los varones. Este hallazgo permitirá avanzar en el desarrollo de fármacos contra la calvicie y otros tratamientos con células madre contra al alopecia. No obstante, aunque hay tratamientos que pueden ayudar a paliar o a ralentizar la caída del pelo, en la actualidad la única solución real, de carácter definitivo y plenamente satisfactorio para los pacientes, es el trasplante capilar.
El injerto capilar en Palma de Mallorca es un procedimiento quirúrgico que consta de tres fases diferenciadas:
Es importante subrayar que en este procedimiento se aplicará anestesia local al paciente, para evitar cualquier molestia y haciéndola una intervención indolora, y que no será necesaria la hospitalización del mismo. No obstante, también hay que tener en cuenta que la duración de la intervención de injerto dependerá de cada caso, pudiéndose prolongar durante varias horas, por lo que, en algunas ocasiones y en función de lo avanzado de la alopecia, serán necesarias varias sesiones o una mega sesión.
Por otro lado, dado que las unidades foliculares que se trasplantan son del mismo paciente, el organismo reconocerá el injerto como propio, evitando así cualquier posibilidad de rechazo. De manera que, se producirá una reconexión vascular que hará que la circulación normal permita al injerto no solo sobrevivir, sino también conservar las características genéticas que tenía en la zona donante. Esto quiere decir que los cabellos injertados no volverán a verse afectados por la alopecia, sino que son permanentes, y seguirán creciendo de la misma manera que habrían continuado haciéndolo en la parte lateral y posterior de la cabeza.
Hay una serie de recomendaciones mínimas que suelen trasmitirse a los pacientes que se han sometido a un trasplante de pelo en Palma de Mallorca para ayudar a la recuperación. En primer lugar, por lo general durante los primeros días, se debe usar un champú antiséptico, se debe evitar la exposición directa al sol, así como realizar deporte o cualquier actividad física que provoque el sudor.
La primera noche es crucial. Tanto ese día, como los dos posteriores, el paciente debe procurar no recostarse sobre la cabeza, sino permanecer en una posición semi sentada, en la que la cabeza esté ligeramente levantada. A esto puede ayudar colocar dos o tres almohadas debajo. Además, es fundamental no tocarse los injertos, para evitar evitar el riesgo de que estos se salgan de las incisiones. Durante esa primera noche, también se puede recomendar vaporizar la zona injertada cada 30 minutos aproximadamente, con una loción que se le dará en la clínica y que ayudará al crecimiento del cabello.
En el caso concreto de la técnica FUSS o de la tira, es habitual sentir la cabeza algo tirante e incluso puede molestar un poco. Algunos pacientes relatan tener adormecida la zona donante, mientra que en el área implantada se forman costras e incluso aparecen partes enrojecidas; ambas cosas son completamente normales.
A partir de la primera semana, la zona donante ya no presentará ninguna molestia, lo más que se puede sentir es un poco menos de sensibilidad. Y en el área implantada, gran parte de las costras habrán desaparecido casi por completo. Los puntos de sutura se retirarán a los 15 días habitualmente.
Antes del segundo mes desde la intervención, el pelo trasplantado se caerá mientras los folículos permanecen en la fase telógena; y entre el segundo y el cuarto mes, los cabellos alrededor de los implantados también se caerán. A partir de entonces, el pelo injertado comenzará a crecer, en un principio con una textura fina, pero su calidad cambiará con el paso del tiempo.
En definitiva, para el crecimiento del nuevo cabello se necesitará entre tres y cuatro meses, a excepción de aquellas situaciones en las que el pelo injertado no se caiga en el primer mes. Por otro lado, como parte natural del proceso de recuperación del cabello tras la intervención, los pelos que están alrededor de los implantados también se caerán, para volver a nacer después.
Con relación a esto, hay que hacer referencia a algunas complicaciones eventuales susceptibles de aparecer en el proceso de recuperación. La primera de ellas es la inflamación de la frente que, en muchos casos, puede afectar a la cara, y que es habitual especialmente en los tres primeros días después de la operación. Para disminuir estos síntomas, puede ser útil colocarse hielo en la frente, nunca en la zona injertada, o realizar masajes en la zona; en algunos casos, bajo criterio del cirujano, este puede recetar algunos fármacos. Pasada una semana, la inflamación no se percibirá y, si aún existe, será bastante leve.
Por otro lado, otra complicación consiste en el sangrado de la zona injertada. Si esto sucede, se deberá comprimir el área con una gasa hasta que deje de sangrar, para después limpiar el área con la loción que recomendara la clínica.
Cada vez son más las mujeres que deciden someterse a un injerto de pelo en Palma de Mallorca cuando tienen problemas de alopecia, pero ¿usan las mismas técnicas que los hombres? Para empezar, hay que explicar que en el caso de las mujeres, la alopecia se desarrolla de una manera más difusa, con una evolución más lenta que en los hombres, y sin que aparezcan las llamadas ‘entradas’. Así, en la población femenina, las molestias de la calvicie están más relacionadas con la pérdida de volumen y densidad, mostrando un aspecto de melena débil y dañada.
Lo recomendable siempre es pedir cita con un especialista para que examine el estado del pelo y determine si la mujer es buena candidata para un tratamiento de injerto capilar. Esto es importante, ya que, mientras que la mayoría de los hombres tienen una calvicie localizada en zonas concretas (frente y coronilla), ellas suelen perder pelo por toda la cabeza, lo que dificulta la búsqueda de folículos sanos para trasplantar.
Entre quienes podrían ser buenas candidatas, están las mujeres con pérdida de cabello debido a la alopecia por tracción; las que tienen cicatrices debido a operaciones quirúrgicas y zonas con puntos de sutura; los casos en los que el patrón de caída es masculino, es decir, el cabello se cae en zonas localizadas y no de manera difusa, o cuando la línea frontal tiene una recesión hacia atrás similar al caso de los varones; y en los casos en que la pérdida de cabello se debe a quemaduras, accidentes, traumas… Dicho esto, lo recomendable para establecer el mejor criterio terapéutico es acudir a un buen cirujano capilar, que estudie el caso, la afectación de la alopecia, si es un buen momento para un injerto de pelo y el grado de evolución de la caída del cabello, y que sea este quien valore la posibilidad de iniciar un tratamiento dentro de las diferentes opciones que la Medicina ofrece en este campo. Si una mujer no está segura de cómo es su pérdida de cabello, lo más aconsejable es acudir a un especialista para que pueda realizar un estudio que verifique que puede someterse a un injerto capilar con garantías de éxito.
Respecto a la técnica más recomendable para tratar la alopecia en mujeres, hay quienes señalan que la más efectiva es la técnica de la tira, pero esto es algo que también deberá estudiar el cirujano capilar para determinar el mejor procedimiento a seguir, ajustado a cada persona.
En la actualidad, las dos técnicas que aplican las clínicas (la FUSS y la FUE) ofrecen idénticos resultados estéticos, se diferencian únicamente en el método de obtención de los unidades foliculares necesarias del área donante, por lo que en principio no hay ninguna mejor que la otra. La técnica FUSS o de la tira , el procedimiento más tradicional, se practica extrayendo los pelos de la zona donante mediante una fina banda de piel, aproximadamente de unos 20 cm de longitud y un centímetro de ancho, para implantarlos después en las partes despobladas del cuero cabelludo. Este proceso requiere la sutura de estas zonas, con lo que quedará una pequeña cicatriz que es estéticamente invisible, siempre que el pelo circundante tenga una longitud mínima cinco milímetros.
Por su parte, la técnica FUE o de extracción individual de folículos, consiste en obtener directamente del cuero cabelludo mediante una pequeña incisión circular, las unidades capilares, una a una, para después procesarlas bajo microscopía y colocarlas en la zona calva a cubrir. En este caso, al no ser necesario suturar, no quedará cicatriz ninguna, pero se debe aclarar que para practicar esta técnica será preciso el rasurado prácticamente total del cabello de la cabeza, al menos de la zona donante, ya que así se podrán obtener de manera idónea los injertos. Esto último es fundamental tenerlo en cuenta, ya que muchas mujeres son reticentes al rasurado, por el cambio radical de imagen que supone a medio plazo. Como alternativa, aunque con limitaciones, aquellas pacientes que no quieran afeitarse la cabeza se pueden dejar pequeñas cortinillas de pelo para disimular las zonas rasuradas. No obstante, cabe precisar que en estos casos la zona donante será más limitada y por tanto, las receptoras tienen que ser, por fuerza, también más pequeñas.
Lo más importante es informarse de cada una de las técnicas capilares que existen, evaluar los pros y contras, sus ventajas y limitaciones y decidirse por la que se crea más ajustada a las necesidades particulares, basándose en el criterio médico y en la que mejores resultados le proporcione. Tanto una técnica como la otra tienen limitaciones, riesgos, ventajas e inconvenientes, por eso lo importante es consultar con el especialista para resolver dudas sobre el procedimiento a seguir, así como los cuidados que se le deberá proporcionar al cabello después del implante.
En este punto, cabe intentar responder a una serie de preguntas frecuentes que no han sido tratadas en los párrafos anteriores:
La respuesta a esta pregunta dependerá de cada caso, y deberá darla un especialista después de realizar un examen capilar, ver el tipo de pelo que tiene el paciente y obtener el historial clínico del mismo. Es importante conocer la patología por la cual el cabello se cae, y realizar un diseño de la zona del cuero cabelludo que servirá como donante para saber si uno es candidato para el injerto capilar en Palma de Mallorca. De cualquier modo, sí es bueno detectar la caída del cabello cuanto antes.
Aunque el área donante de la mujer es muy similar al de los varones, por lo que teóricamente se podría llevar a cabo un injerto en hombres usando cabellos de una mujer, la realidad es que sólo se usa cabellos propios del paciente.
El precio medio ronda los 3.000 euros, si bien dependerá de múltiples factores, tales como el volumen que se desee trasplantar. Además, hay que tener presente que se trata de un tratamiento quirúrgico que, como tal, conlleva una serie de gastos asociados imprescindibles para garantizar el buen resultado del mismo. Por ello, se recomienda acudir a un especialista para informarse sobre el proceso, los logros que se pueden llegar a alcanzar y el precio de la intervención.
A veces, cuando el paciente no tiene suficiente pelo para hacerse un autotrasplante, se plantea la posibilidad de que un familiar lo done para hacer el injerto. La respuesta es sencilla: a menos que su donante sea un gemelo idéntico, el cuerpo rechazará el injerto.
Sí. De hecho, es una técnica muy demandada para la zona de la barba o de las cejas. Si bien, habría que precisar que no es recomendable trasplantar pelo de otras zonas corporales a la cabeza, puesto que este crecerá con las mismas características que en su lugar de procedencia, lo cual podría no dar un resultado estético deseable.
El crecimiento del cabello suele apreciarse a partir del tercer mes, si bien, para tener una percepción realista de los resultados es conveniente esperar en torno a diez meses después de la intervención.
Las posibles cicatrices que queden como resultado de un injerto capilar son imperceptibles al ojo humano, ya que quedarán ocultas tras el cabello, por muy corto que se lleve el mismo. Además, hay que tener en cuenta que solo quedará una pequeña cicatriz en los casos en los que se haya usado la técnica FUSS o de la tira, ya que con esta habrá que poner algunos puntos de sutura, que se retirarán entre los siete y 14 días aunque la vuelta al trabajo tras el injerto de pelo puede hacerse con anterioridad.
En principio sí, cabría la posibilidad de realizar el conocido como injerto reparador, pero habrá que estudiar cada caso. Hay que recordar que se trata de una técnica que se nutre de cabellos naturales, por lo que estará condicionada a que existan zonas donantes de donde extraer el folículo, y el número de sesiones necesarias para conseguir la densidad del cabello deseada dependerá de la gravedad de la zona quemada.
Durante la fase de cicatrización, es normal que al paciente le salgan costras en las zonas receptoras, y es imprescindible que evite quitárselas. Estas suelen desaparecer pasada una semana. Para que desaparezcan más rápido, se recomienda usar gasas húmedas para limpiar la zona implantada. Después, cuando el cabello se lave con normalidad, las costras se irán cayendo con el agua y el champú, y el cabello injertado con su bulbo, generalmente, también se cae. Esto último no debe preocupar, ya que el pelo volverá a crecer de nuevo.
Pasadas 48 después del injerto de pelo en Palma de Mallorca, el paciente podrá lavarse el cabello y, después todos los días durante la primera semana. Se deberá emplear un champú PH neutro, es decir, champú para bebés. También se aconseja mezclar champú con un poco de agua para realizar suaves masajes tanto en el área receptora como en la donante, y enjuagar la cabeza evitando la presión directa del agua de la ducha.
Por lo general, la recomendación es abstenerse de coger peso y realizar cualquier ejercicio físico que genere sudor, así como evitar la piscina y el mar, y por supuesto, evitar la exposición directa al sol. El resto de actividades, como volver al trabajo, se pueden realizar con normalidad después de la primera semana.
Por supuesto que sí, la nicotina y el humo del tabaco perjudican directamente la caída del cabello. No solo el consumo de tabaco, sino también ingerir alcohol perjudica la salud del cabello, que pierde vitalidad, se vuelve más frágil y presenta una mayor sequedad.
Por motivos estéticos, la técnica FUE puede no ser una opción elegida por muchas mujeres, reacias a tener que rasurarse el cabello. En estos casos, puede haber otras alternativas, aunque con limitaciones y siempre sujetas a la gravedad de la alopecia (se puede optar por un rasurado parcial o a “cortinillas”, para que la paciente pueda ocultar la zona rapada con el pelo). En cuanto a los resultados clínicos del injerto, la técnica FUE tiene los mismos resultados que la FUSS, siendo, además, un procedimiento más avanzado que no deja ningún tipo de marca ni cicatriz, al no precisar sutura.