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Tumores benignos de la vulva

Tumores benignos de la vulva

Los tumores benignos de la vulva pueden ser iguales que los que aparecen en la piel de otra región del organismo pero además, a este nivel, hay tumores específicos. Los ginecólogos de Murcia distinguen dos grupos dentro de los tumores benignos de la vulva: sólidos y quísticos.

  1. Tumores sólidos: Los clasificamos a su vez en:
    • De origen epitelial: Papilomas, condilomas o adenomas.
    • De origen mesenquimal: Fibromas, hemangiomas, lifangiomas o lipomas. Los fibromas que se localizan en los labios mayores tienen tendencia a ser pediculados, alcanzando en ocasiones un tamaño considerable.
  2. Tumores quísticos que comprenden:
    • Quistes de las glándulas de Bartholino.
    • Hidroadenomas (de las glándulas sudoríparas).
    • Quistes sebáceos.
    • Quistes de inclusión, generalmente blanquecinos, con líquido lechoso en su interior: se desarrollan sobre la cicatriz de una episiotomía previa.
    • Quistes de NUCK: se originan en un repliegue peritoneal, que se introduce en el conducto inguinal, acompañado del ligamento redondo. Se deben diferenciar de la hernia inguinal.

Los síntomas de estos tumores dependen de la localización así como de su tamaño. En general son visibles y explorables, determinando, en ocasiones, úlceras por roce. La degeneración maligna de estos tumores es rara.

Distrofias vulvares

Aparte de la atrofia senil simple (por la involución hormonal), y de los procesos de liquenificación, consecutivos a rascados, en la vulva se producen las siguientes alteraciones distróficas:

  1. Craurosis vilvar: (estrechamiento, encogimiento): es el término clínico con el que se califica al liquen escleroso y atrófico de localización vulvar. Comienza por pequeñas lesiones blanquecinas, subepidérmicas, que van confluyendo hasta atrofiar enteramente la vulva. Los labios menores y el clítoris se aplanan y desaparecen; mas tarde lo harán los labios mayores. Con esto, el vestíbulo se retrae, apareciendo rígido y estrecho, con un aspecto blanco-azulado brillante. La esclerosis y atrofia puede extenderse a la comisura posterior y a la región perianal. Es más frecuente en mujeres mayores de 50 años y tanto más cuanto más senil sea. Se trata de una degeneración y desaparición del tejido conjuntivo dérmico, con atrofia de los nervios periféricos e infiltración inflamatoria. Finalmente hay adelgazamiento de la epidermis. Los síntomas principales descritos por los ginecólogos de Murcia son la dispareunia e intenso prurito vulvar. La degeneración maligna no es frecuente.
  2. Leucoplasia vulvar o vulvitis leucoplásica: Aparecen zonas blanquecinas que afectan sobre todo a los labios menores y mayores, pero sin perder su estructura. También llamada disqueratosis. En una hiperqueratosis e hipertrofia de las fibrillas intercelulares, apareciendo a veces una proliferación celular atípica (displasia): anarquía en su disposición y discariosis. La degeneración maligna es relativamente frecuente, por lo que ante zonas alteradas, proliferadas, con comienzo de agrietamiento y ulceración, se debe realizar una biopsia, para ver el grado de displasia. Los síntomas de esta lesión es el prurito, acompañado del color blanquecino de la zona.
  3. Displasias vulvares: Acaban obligada o generalmente, en Cáncer. Encontramos fundamentalmente 3 formas:
    • Enfermedad de Paget: Es una modalidad extramamaria. La vulva tiene el aspecto de un eczema húmedo y salpicado de lesiones blanquecinas o rojizas, con:
    • Desorganización del tejido.
    • Células claras de núcleo globuloso: Células de Paget. Puede afectar a toda la vulva. Se maligniza en un 30-40% de casos.
    • Enfermedad de Bowen: Aparece bajo la forma de unas placas generalmente en focos múltiples, blanquecinos, de aspecto de haberlos espolvoreado con azúcar y que en ocasiones presentan zonas rojizas que pueden ulcerarse. Existe desestructuración tisular, discariosis y preinvasión cancerosa. Se maligniza en el 50 % de los casos.

Cáncer de vulva

El cáncer de vulva constituye el 5% de las neoplasias ginecológicas que detectan los ginecólogos de Murcia. Aparece entre los 60-70 años en la mayoría de los casos y en un 30-40% de los mismos hay una distrofia previa, así como antecedentes de mala higiene, infección, diabetes, etc. En el 95% de los casos, histológicamente se trata de un epitelioma espinocelular, y el resto son epiteliomas basocelulares, fibrosarcomas, melanosarcomas, etc. A veces puede afectar a las glándulas de Bartholino y/o sudoríparas, constituyéndose un adenocarcinoma. La localización es diversa, afectando más frecuentemente (por orden de frecuencia) a: labios mayores -comisura posterior de la vulva- clítoris y labios menores. Las metástasis linfáticas tienen un curso característico:

  • Primero se afectan los ganglios inguinales superficiales del lado afecto, sobre todo los del grupo superior-interno.
  • Después los ganglios inguinales superficiales del lado opuesto.
  • Más tarde los ganglios inguinales profundos.
  • Finalmente, los ganglios intrapélvicos (iliacos), sobre todo los iliacos internos e iliacos primitivos.

Un ganglio crítico es el ganglio femoral de Cloquet: su afectación significa la muy probable metástasis intrapélvica, pues es un ganglio de paso de las metástasis cuando caminan de los ganglios profundos a los iliacos. En propagación tumoral conduce a extensas destrucciones, infectas secundariamente, de las estructuras vulvares. Inicialmente puede presentarse como una ulceración que penetra en profundidad o como una masa proliferante hacia afuera. La infiltración produce inflamación secundaria, con mal olor. Los síntomas que produce son: prurito vulvar, secreciones sanguinolientas malolientes, dolor en la micción e incluso en la defecación. Al principio es asintomático.

Tumores benignos en la vagina

Son raros y la mayoría no son verdaderos tumores, sino malformaciones congénitas. Se dividen, al igual que las de la vulva, en quísticos y sólidos. Entre los quísticos los ginecólogos de Murcia describen los siguientes:

  • Quistes de inclusión post-suturas obstétricas, con líquido blanco en su interior.
  • Quistes del conducto de Gartner. En la mujer hay restos embrionarios del aparato genital masculino -conductos de Wolff- localizados en el tercio superior de la vagina, además de en otros lugares. Pues bien, los quistes del conducto de Gartner proceden de vestigios residuales del conducto de Wolff.

Ambos tipos de tumores benignos quísticos de la vagina son fáciles de diagnosticar para el ginecólogo mediante inspección, si bien debe existir un diagnóstico diferencial con los divertículos uretrales, uretrocele, cistocele. Entre los tumores sólidos de la vagina destaca el fibroma.

Últimamente se han descrito en niñas, sobre todo recién nacidas, hijas de madre que habían sido tratadas durante el embarazo con estilboestrol a grandes dosis (anticonceptivos orales) y otros estrógenos sintéticos, un tipo de tumor benigno de vagina: adenosis vaginal, a partir de restos mullerianos. Los sintomas se manifiestan por pérdidas sanguinolentas y la exploración descubre lesiones proliferantes en las paredes vaginales, que a veces tienen carácter atípico y curso maligno (pueden malignizarse).

Cáncer de vagina

El cáncer de vagina puede ser:

  1. Primario, que es el epitelioma. Se da en mujeres mayores, postmenopaúsicas. Representa del 1 al 3 % de todos los cánceres genitales.
  2. Secundario a otras localizaciones, entre las que destacan:
    • Por vecindad, sobre todo al cérvix y vulva.
    • Por metástasis de otros órganos, como el cáncer de cuerpo uterino. Es relativamente frecuente que en las que se les quita el útero por tumor endometrial aparezca luego un tumor vaginal.
    • Otras localizaciones primarias al de vagina pueden ser el corioepitelioma y el hipernefroma.

El epitelioma de vagina se localiza con mayor frecuencia en la cara posterior del tercio superior de la vagina. El crecimiento puede ser adoptando el aspecto de coliflor o apareciendo como una úlcera fija. Otras veces crece en superficie en forma de manguito que rodea y estrecha la vagina, determinando a veces fístulas rectovaginales o vesicovaginales. Las metástasis linfáticas tienen un curso similar a las del cáncer de vulva cuando el cáncer se localiza en la parte inferior de la vagina, o a las del cáncer de cuello en caso de que el cáncer vaginal se localice en la parte superior de la vagina. Su evolución es semejante a la del cáncer cervical, aunque más grave. En ocasiones estrecha a los uréteres, determinando una hidro uréteres, hidronefrosis, uremia y muerte. Los síntomas y el diagnóstico a veces se confunden con los del cáncer de cuello. El síntoma más típico y precoz conocido por los ginecólogos de Murcia es la leucorrea sanguinolienta (como agua de lavar carne): a veces también se acompaña de hemorragias por contacto (coitorragias).

Pólipos cervicales

Son pequeños tumores benignos, únicos o múltiples. Están formados por un núcleo de tejido conjuntivo revestido de un epitelio que puede ser:

  • Epitelio cilíndrico, glandular, monoestratificado del endocérvix. Entonces se les llama (a estos pólipos) adenomas (son más frecuentes).
  • Epitelio escamoso, poliestratificado, malpigiano, de la portio (exocérvix). Entonces se les denomina papilomas. Su tamaño es variable: desde el de un grano de arroz hasta el de una almendra.

La mayoría de ellos no presentan síntomas pero otras veces dan lugar a hemorragias adcionales a la regla, hemorragias por contacto y flujo mucoso.

¿Qué es la Endometriosis?

¿Qué es la Endometriosis?

La endometriosis interna es descrita por los ginecólogos de Murcia como la presencia de tejido endometrial en el espesor del miometrio, por extensión directa a partir de la mucosa uterina. Para hablar de adenomiosis, el tejido endometrial, rodeado de tejido muscular, debe de estar al menos a un campo microscópico de bajo aumento de distancia de la capa endometrial. Este proceso es más frecuente en multíparas, sobre todo de 40-50 años y se asocia frecuentemente a mioma (50% de los casos), hiperplasia endometrial, cáncer de cuerpo (35% de los casos) y endometriosis.

Síntomas

Los síntomas más frecuentes son:

  • Disminorrea intensa, secundaria y progresiva (por acúmulo de sangre en los islotes)
  • Comportamiento asincrónico de la mucosa endometrial de la cavidad uterina y de la de los islotes.
  • Hiperpolimenorrea (menorragia).
  • Aumento del tamaño del útero.
  • A veces Discareunia.
  • En ocasiones hay molestias premenstruales de carácter congestivo.
  • El útero puede ser sensible.

Endometriosis Externa

Es un cuadro caracterizado por la aparición de tejido endometrial fuera de su localización endocavitaria uterina, sin conexión directa con el endometrio. El tejido puede estar circunscrito, en cuyo caso, se denomina endometrioma, o estar difuso. Las estructuras afectas por esta enfermedad en orden de frecuencia en las consultas de los ginecólogos de Murcia son:

  1. Ovarios.
  2. Fondo de saco de Douglas.
  3. Ligamentos utero-sacros.
  4. Septo recto-vaginal.
  5. Trompas.
  6. Sigma.
  7. Recto.
  8. Vejiga urinaria.

También han descrito los ginecólogos de Murcia implantes endometriales fuera de la pelvis:

  • Ganglios linfáticos extrapélvicos.
  • Cicatriz umbilical.
  • Cicatrices quirúrgicas abdominales.
  • Pleura.
  • Masa muscular del bíceps.

La endometriosis comprende glándulas y estroma, aunque a veces sólo existe uno de los dos elementos. Así, si sólo existe estroma endometrial y no epitelio glandular se le denomina Estromatosis (es muy rara). El tejido responde a las hormonas y sufre variaciones durante el ciclo menstrual análogas a las del endometrio eutópico. Macroscopicamente las lesiones parecen nódulos de aspecto hemorrágico, en el peritoneo y serosas, a veces con carácter quístico, conteniendo sangre oscura y espesa. Por eso los ginecólogos de Murcia los llaman "quistes de chocolate". Estos quistes pueden romperse y la sangre derramada estimula procesos de adherencias fibrosas que pegan unos órganos con otros de forma densa.

Es frecuente que se produzca una retroflexión uterina, así como estrechamientos intestinales y del sigma. A veces la pelvis aparece "congelada" por lesiones endometriósicas muy fibrosas con estrechas adherencias. En ocasiones existe una desproporción entre los hallazgos objetivos y las molestias que producen y viceversa.

Actualmente la endometriosis es cada vez más frecuente en las consulta ginecológicas, pero muchas veces pasa desapercibida y no se diagnostica. Del 5 al 10 % de las mujeres laparotomizadas muestran lesiones de endometriosis observándose más frecuentemente en mujeres nulíparas de 25-35 años, de clase superior y alto nivel económico y social. Durante los embarazos no se encuentra esta enfermedad. Parece ser que tener embarazos a edad temprana tiene un efecto protector. Hay 3 causas o teorías que los ginecólogos de Murcia usan para explicar el origen de este mal:

  1. TEORÍA DEL IMPLANTE RETROGRADO DE SAMPSON: Como el endometrio se desprende en cada menstruación, puede seguir un camino retrógrado, en vez del que normalmente sigue. Así estos restos endometriales pueden llegar a la trompa (por ejemplo) y si conservan suficiente vitalidad pueden implantarse y reproducirse. Esta teoría explica la mayoría de los casos, pero no todos (ombligo, pleura). Esta teoría ha sido demostrada experimentalmente en monos.
  2. TEORÍA DE LA METAPLASTA ACELOMICA DE MEYER: Meyer y Novak piensan,que en el embrión hay una cavidad celómica que dará lugar a la cavidad peritoneal. Los conductos de Muller proceden del mismo tejido (celoma primario) que el peritoneo. Pues bien, este celoma primario indiferentemente tiene capacidad prospectiva (prosoplasia), pudiéndose diferenciar en 3 tejidos: endometrio (epitelio), músculo y tejido conjuntivo. Una célula madre embrionaria del celoma puede conservar esa capacidad y en cualquier momento de la vida puede dar lugar a trozos de endometrio. Esto explica la endometriosis en el celoma (cavidad abdominal), pero no en la pleura.
  3. TEORÍA DE LA DISEMINACIÓN LINFOHEMATÓGNEA DE HALBAN: Halban cree que el endometrio podría diseminarse a través de los linfáticos o la sangre, sembrándose en implantándose posteriormente. Esta teoría explica ciertos implantes a distancia, si bien es excepcional.

Síntomas de la endometriosis: Los síntomas son variables, dependiendo de la localización de la lesión. Los nódulos pueden proliferar y menstruar, produciendo una pequeña hemorragia. Los síntomas característicos son:

  • Disminorrea adquirida progresiva, por acumulación de la sangre. Es típica la dismenorrea que comienza hacia los 30 años, que es cada vez más intensa, que es más acentuada hacia el final de la menstruación.
  • Dolor pelviano crónico.
  • Hemorragia uterina anormal. La hemorragia menstrual se prolonga cada vez más.
  • Esterilidad secundaria por afectación de las trompas, hecho que acontece en el 50% de los casos.
  • Dispareunia si es a nivel de Douglas. Se produce dispauremia si la endometriosis afecta a los ligamentos útero sacros.
  • Disquecia si se afecta el recto.
  • Disuria cuando la endometriosis es vesical. En estos casos puede haber también hematuria, coincidiendo con la menstruación.

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