Pediatras en Madrid

Los mejores especialistas médicos

Todo pediatra en Madrid advierte del elevado número de enfermedades que se presentan a lo largo de la vida de un niño por lo que se aconseja cumplir adecuadamente el calendario de vacunación diseñado por las autoridades sanitarias gracias al cual se reducen o se evitan la mayoría de las patologías.

Las enfermedades más comunes que tienen su origen en un proceso vírico con que se enfrentan los pediatras son los catarros, la varicela, la rubeola, la escarlatina, la gripe, el sarampión y las paperas. Salvo los catarros, el resto de las enfermedades están muy controladas por las alertas sanitarias y las campañas de vacunación.

Otro grupo de enfermedades son de origen bacteriano como la Tosferina, Difteria y Meningitis cuya patología suele ir acompañada de un cuadro de mayor gravedad y que requiere el aislamiento del enfermo.

Un tercer grupo de enfermedades tienen origen parasitario destacando los piojos y las lombrices intestinales.

Mención especial debe hacerse a las diarreas o gastroenteritis ya que son una de las principales causas de visita a las consultas de los pediatras de Madrid y cuyo origen puede ser tanto vírico como bacteriano y parasitario. Su causa depende en muchos casos tanto de la edad del niño como de la estación de año y se ha comprobado que las diarreas de origen vírico inciden más en los niños pequeños y en los meses de invierno frente a las diarreas de origen bacteriano que se manifiestan más en niños que ya acuden al colegio y en los meses de verano. La causa más frecuente de esta enfermedad suele tener origen infeccioso y su causante suele ser un virus (rotavirus). Otra causa mucho menos frecuente pero más llamativa por la alarma social que genera así como por la intensidad de sus síntomas es la diarrea asociada a la salmonelosis causada por una bacteria llamada salmonellas. En los lactantes ha quedado probada la eficacia de la lactancia materna como mecanismo de protección frente a esta patología. Los pediatras de Madrid advierten: es muy contagiosa entre niños pequeños debido al continuo contacto entre ellos y los juguetes que comparten en todo momento.

Cuidados del recién nacido

Cuidados del recién nacido

Los principales cuidados que deben prestarse a un recién nacido sano se pueden clasificar en función del lugar en el que deben prestarse por los distintos especialistas, entre ellos, los pediatras de Madrid.

  1. Cuidados en la sala de partos.
  2. Asistencia en la sala de cuidados mínimos: hospitalaria.
  3. Cuidados generales.

A: ASISTENCIA EN SALA DE PARTOS

  1. Respiración y control de la temperatura. Inmediatamente apenas ha salido del canal del parto, cuando el niño llora, se le aspiran las secreciones bucofaríngeas. Debe realizarse una succión suave, para evitar la depresión vagal, y con ella la parada cardíaca. Se hace con un aspirador mecánico y, en su defecto con una perilla de goma. La aspiración se realizará con la extracción de la sonda, que debe introducirse vía bucal primero y nasal después. Esto permite, además comprobar la permeabilidad de las coanas y descartar un posible problema en las mismas. No se debe colocar al niño en posición vertical y cabeza abajo, por el riesgo de producirle una hemorragia intracraneal, al aumentar la presión venosa cerebral, ni tampoco introducirle el dedo en la boca para extraer las secreciones, ya que podemos producirle ulceraciones. La sonda se desobstruye con líquido estéril. A los niños nacidos de operación cesárea se realiza además un lavado gástrico con suero a través de una sonda, ya que la cantidad de secreciones es mayor. Si se extrae más de 20 ml los pediatras de Madrid suelen comprobar que no existen problemas intestinales. Las palmadas en los talones, al ser la mucosa de estos muy friable, deben sustituirse por otros estímulos sensoriales como los soplos, ya que el frío también es un estímulo para la respiración. La exploración debe hacerse en una mesa de reanimación con lámpara de calor radiante para evitar el enfriamiento. La temperatura de la habitación debe ser de 27 grados. Durante todas estas maniobras debe guardarse la máxima asepsia posible para proteger al niño frente a las infecciones.

  2. Cordón umbilical. El cordón debe ligarse al minuto de vida. Así elevamos el volumen hemático del niño en un 20-25%. El niño se mantiene a una altura inferior a la de la madre y no se exprime el cordón. El cordón se toma entre dos pinzas y el pediatra en Madrid debe dejar 4 cm entre el corte y la pared abdominal, por si fuera necesaria la introducción posterior de un catéter. Luego se liga con hilo estéril o se deja pinzado con clips especiales. La ligadura precoz está justificada si se han utilizado anestésicos en el último periodo del parto. Una ligadura tardía (después de 1 o 2 respiraciones o 5 minutos del parto) no es recomendable porque origina poliglobulia con una hipertensión pulmonar, elevada presión de carbónico y baja de oxígeno. Una vez ligado, el muñón se cubre con una gasa estéril empapada en alcohol y un esparadrapo o bien se pincela diariamente con una gota de betadine. Está contraindicado usar productos que produzcan una cicatrización tardía que favorecería la aparición de infecciones. Tampoco deben usarse fajas.
  3. Cuidados de los ojos. Se aconseja al pediatra la profilaxis de los ojos mediante unas gotas de colirio.
  4. Examen clínico inicial. La primera vez que el pediatra realiza una exploración se comprueba por auscultación si los tonos cardíacos son normales, si hay estertores de despliegue que confirmarán la distensión pulmonar (son más acentuados en los niños procedentes de cesáreas, que no son comprimidos al atravesar el canal pelviano y acumulan más secreciones). Debe incluir, al menos los tests del estado vital del niño y del estado respiratorio. Es conveniente además ver si el abdomen está a nivel del tórax por una posible hernia diafragmática, y si ha sido expulsado el meconio y midiendo el índice de permeabilidad rectal. Además, serán explorados la facies y los genitales, así como la motilidad espontánea por si existe hipotonía.
  5. Identificación. El principal sistema es el brazalete o medallón (madre-hijo). Los pediatras en Madrid además deberán tomar las huellas de la madre y plantares del recién nacido.

B: ASISTENCIA EN EL HOSPITAL

  1. Introducción de una sonda rectal.
  2. Administración de la vitamina k.
  3. controles de glucemia a los niños de bajo peso.
  4. Todos los niños se sitúan en la unidad de recién nacidos en un lugar que, aparte de buena ventilación, tenga luminosidad (influencia favorable sobre la bilirrubina) y con una temperatura ambiente de 24 grados aproximadamente.
  5. Los neonatos macrosomas e hijos de madres de diabéticas requieren controles de la glucemia más frecuentes que les serán realizados a las 0, 2, 4, 6, 12 y 24 horas.
  6. Exploración más detallada: completa el examen somero realizado anteriormente. Conviene seguir un orden para complementar todos los apartados de una historia clínica completa:
    • Genitales: el edema que aparece es fisiológico. En las niñas deben abrirse los labios mayores por hay hiper floración del Himen.
    • Reflejos: moro, succión y de presión plantar.
    • Exámenes: de orina, suero (2 o 3 tomas) y meconio. El niño pasa con la madre a las 12 o 15 horas.
  7. Las madres que no son de alto riesgo son dadas de alta, junto con el niño, a los tres o cuatro días después del parto. En los casos en que ha sido necesario recurrir a cesárea el alta se retrasa unos días según su evolución. Antes de abandonar la clínica el pediatra debe practicar una nueva revisión al recién nacido: exámen de alta, para descartar algún problema infeccioso, neurológico, sensorial, digestivo o malformativo.
  8. La estancia de la madre en maternidad se aprovechará para darle unas normas elementales de Puericultura.
  9. A los 7 u 8 días del alta se realizan análisis de sangre y orina.

C: CUIDADOS GENERALES

Estafilococos al microscopio

Higiene: El baño completo debe diferirse hasta que se haya caído el cordón umbilical y la cicatriz esté bien seca. La temperatura del agua debe estar entre 38 y 40 grados. El jabón será neutro o ácido. Usar pomadas en capas finas, no utilizar el talco que puede contener microorganismos infectivos o producir cuadros respiratorios por inhalación. Los conductos auditivos externos se limpian con una gasa de algodón o con una tela suave empapada en aceite, y los ojos con algodón o gasa estéril con suero fisiológico. La boca no debe limpiarse, ya que la mucosa es muy débil y fácilmente se producen erosiones. Si el niño tiene secreciones debe introducirse suero fisiológico de agua y sal con una jeringa y sacarlo luego con una perilla.

La piel constituye una de las barreras frente a la infección pero, a veces, puede ser un foco de infección cuando la colonizan gérmenes; entre ellos el más importante es el estafilococo. Al nacer la piel está cubierta por el vernix, sobre todo a nivel de axilas e ingles, sangre, moco, manchado del canal del parto y, ocasionalmente de meconio. El vérnix debe respetarse porque es protector, los otros residuos hay que eliminarlos limpiando la piel con algodón estéril mojado en agua hervida o suero fisiológico estéril. A continuación puede aplicarse una solución antiséptica que incluya cuero cabelludo y ombligo. En casos de piel muy seca que se descamará antes de lo normal (rasgos de postmadurez) y se emplearán aceites vegetales.

Vestido: Lo más importante es que la temperatura donde esté el niño sea constante y entre 24 y 25 grados. El pediatra toma la temperatura corporal en el recto, donde está comprendida entre 36,6 y 37,2 grados. Actualmente los pediatras de Madrid tienden a vigilar la cutánea (axila) de cinco a ocho décimas más baja. La ropa se adaptará a las condiciones ambientales.

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