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Puede parecer imposible, pero es una realidad. Tan imposible de creer como que una sola persona pueda sentir a la vez dolor muscular de larga duración, fatiga y cansancio generalizado, insomnio, colon irritable, deterioro de la atención y la memoria reciente, hormigueo en las manos, ardor, ansiedad y depresión. Tan real como su nombre indica: fibromialgia o dolor invisible.
Esta patología neuromuscular crónica es la responsable del origen del dolor en múltiples lugares del cuerpo –dolor de brazos, dolor de pies, dolor de mandíbulas, etc.- y de la fatiga generalizada, entre otros primeros síntomas. Tan real como que un 6% de la población mundial la padece.
Síntomas de la fibromialgia o dolor invisible
La fibromialgia es la lucha diaria de miles de personas por levantarse de la cama con un cuerpo que no hace por responder. A nivel general, es un conjunto de síntomas y trastornos poco entendidos que se caracterizan por:
- Fatiga extrema
- Dolor persistente.
- Rigidez matutina en músculos, tendones y tejido blando circundante.
¿Cómo pueden llegar a afectar estos síntomas?
Si bien puede llegar a incapacitar totalmente a la persona que la padece, en niveles inferiores incide en la dificultad que se presenta para dormir, dolores de cabeza, problemas de memoria o de concentración, ansiedad o depresión.
Puede llegar a requerir que el paciente se mantenga en reposo durante un tiempo prolongado en el que parece recuperarse poco a poco y en el que saltan al aire los miedos en torno a la pérdida de la capacidad tanto física como intelectual.
Hay días en los que ofrece un respiro, pudiendo llegar a realizar las actividades rutinarias de forma óptima y con normalidad, pero, eso sí, en horario reducido, ya que cuando llega la noche el dolor vuelve a hacer acto de presencia. Ha llegado denominarse como la enfermedad del dolor invisible porque aún no ha sido entendida por la sociedad.
No se saben sus causas ni tiene cura, por lo que los entornos más cercanos muestran su respeto y comprensión hacia la persona que sufre de fibromialgia pero el resto del mundo no suele ofrecer tanta empatía. La gente que rodea al paciente suele verlo bien, porque el dolor es invisible, pero tras el hecho de ver bien a la persona hay un gran esfuerzo consciente.
Técnicas para combatir la fibromialgia
Para sobrellevar este dolor, a veces intenso –fibromialgia severa– y a veces leve, existen determinadas técnicas. Este tipo de herramientas incluyen el aprendizaje en torno a la relajación de los músculos, la meditación y la bioretroalimentación. La abrumación y la tensión que acompañan de forma constante al dolor causado por la fibromialgia pueden paliarse, asimismo, mediante la simple técnica de la distracción.
Compartir momentos con la familia o amigos puede dejar atrás algo de dolor y ofrecer una mayor calidad de vida al paciente. Uno de los objetivos es mantenerse físicamente activo, conforme al nivel que le permitan sus posibilidades e intentando no abusar del ejercicio.
Los sentimientos de tristeza, ira y pánico pueden verse reducidos mediante diversas técnicas que inciden en el control del estrés -causante de la fibromialgia primaria-, como pueden ser los ejercicios de respiración o aprender a sobrellevar la fatiga mediante la alternancia de períodos de descanso con períodos activos. Lo recomendable también en estos casos es identificar aquellos factores de la vida cotidiana que faciliten la aparición de episodios de estrés.
El descanso, fundamental para aliviar este dolor invisible
Por otro lado, unos buenos hábitos del sueño van a ofrecer calidad al descanso de la persona que padece de fibromialgia y estos pueden ser:
- Disminuir el consumo de cafeína.
- Introducir audios relajantes antes de dormir.
- Mantener un horario regular.
Esto es un proceso de retroalimentación, es decir, si favorecemos el descanso del paciente en las horas nocturnas, disminuimos el dolor y el cansancio a lo largo del día.
En busca de respuesta con respecto a su enfermedad, las personas con fibromialgia suelen someterse a innumerables pruebas así como consultar a múltiples especialistas que los guíen hacia una mayor calidad de vida. Como ya se ha mencionado, el hecho de que la apariencia sea buena y los análisis de estas personas afectadas de fibromialgia sean normales hacen que este tipo de dolor derivado sea conocido como el dolor invisible de la fibromialgia.
Imprescindible en este sentido es hacer comprender al mundo que nos rodea que la fibromialgia causa dolor y agotamiento crónicos, por lo que no se convierte en una patología fácil de llevar ni a corto ni a largo tiempo. Por su parte, al paciente se le recomienda mantener un papel activo en el control de este trastorno haciendo ejercicio, informándose sobre su afección y aprendiendo a poner en práctica técnicas de relajación y estrategias para mantener a raya el estrés.
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